7 de julio de 2012

A menos dinero, mas contrabando

El contrabando de tabaco se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos de la crisis. Fuentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado aseguran que el tráfico ilícito de tabaco se ha duplicado en los últimos cinco años, pese al incremento de la presión policial para tratar de erradicarlo. Se calcula que en 2011 se vendieron en España 400 millones de cajetillas ilegales, por las que el Estado dejó de recaudar 1.200 millones de euros en impuestos. Y la cifra experimentará un nuevo incremento durante este ejercicio. Se calcula que el 15% de las cajetillas vendidas han formado parte, en algún momento, del circuito ilegal.

 Gibraltar sigue siendo el principal foco de entrada de tabaco ilegal en la Península, un mercadeo rentable que deja dinero a ambos lados de la frontera con la colonia británica. Fuentes de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) de Cádiz señalan que los decomisos han crecido pero no lo suficiente para aplacar un negocio al que se han sumado nuevos actores con la crisis. “Hay mucha gente en todo el Campo de Gibraltar que se gana la vida con esto. De hecho, hay familias enteras que sólo viven de los ingresos que les reparto esta actividad”, explican las mismas fuentes. “El procedimiento habitual es el cruce de la frontera con más cartones del límite que fija la ley, uno al día por persona como máximo. Pero también se produce tráfico de mayor volumen por mar, mediante nadadores, submarinistas y pequeñas lanchas, o incluso lanzando cajas enteras por encima de la valla u ocultándolas en dobles fondos de vehículos”. 

El tabaco se coloca luego en kioscos, bares e incluso tiendas de comestibles venden las cajetillas a un precio muy por debajo del oficial. Un paquete de Marlboro, una de las marcas más demandadas, cuesta en un estanco 4,50 euros, pero en uno de estos despachos clandestinos del Campo de Gibraltar se vende por entre 3,50 y 3,70 euros. Cada cartón (una caja lleva 50) puede dejar al traficante 10 euros limpios. 

A menos dinero, más contrabando

Daniel Sansó-Rubert, profesor del Instituto de Criminología de la Universidad de Santiago de Compostela y secretario del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden), sostiene que el incremento del contrabando de este producto se debe “a la caída del poder adquisitivo de los fumadores, que les lleva a buscar productos más baratos, y también al aumento de la presión impositiva sobre el tabaco, que ha subido por las necesidades de recaudación del Estado”. Las organizaciones delictivas, concluye, están siendo las grandes beneficiadas de este cruce de factores

El contrabando de tabaco cuenta a su favor con la ausencia del estigma social que sí acompaña al tráfico de drogas, personas y armas, los tres mercados ilegales más rentables para la delincuencia internacional. El tabaco es el cuarto. Los delincuentes se han adaptado rápidamente a las necesidades de los fumadores. “También en el mercado ilegal están proliferando las marcas low cost”, apuntan desde la delegación de la AUGC de Cádiz. “Lo habitual era que se traficara con las marcas más conocidas, sobre todo Marlboro y Winston, pero hace unas semanas interceptamos un cargamento de Elixyr, una marca casi desconocida que se vende en el estanco a 2 euros la cajetilla”.

El tráfico a mayor escala en el Campo de Gibraltar se sirve de sofisticadas redes de transporte que reciben el evadido al menudeo en la Línea de la Concepción y, tras sumar grandes cargamentos, los mueven por toda la Península. Andorra y Canarias, así como la frontera de Francia (las redes albanesas nutren Italia de ingentes cantidades de tabaco ilegal procedente de Europa del Este) son los otros grandes focos de abastecimiento del comercio negro nacional. Interior llegó a destinar en su día a los Grupos Antiterroristas Rurales para frenar las salidas de Andorra. En el caso de Canarias, su desclasificación como puerto franco tras la entrada de España en la UE redujo su interés para el tráfico ilegal, además de la lejanía a la Península, pero sigue siendo un destacado punto de abastecimiento porque cuenta en su territorio con una potente industria del cigarrillo.

Los estanqueros de Pontevedra han denunciado esta semana que sólo en el casco histórico de Vigo se venden cada día más de 10.000 cajetillas de tabaco ilegal al día. El sector denuncia que de continuar creciendo esta actividad, será imposible mantener los 56.000 empleos que viven del tabaco en España. “El aumento de los impuestos sobre el tabaco no está ayudando a luchar contra este comercio ilegal”, denuncian en British American Tobacco (BAT). “En diciembre de 2010 se aumentaron los impuestos especiales para recaudar por este producto 780 millones de euros extra, pero el resultado fue que la recaudación total del Estado en 2011 cayó en realidad en más de 300 millones de euros con respecto al año anterior. Lejos de mejorar la financiación, el aumento de los impuestos la empeora y fomenta el mercadeo ilegal, como aseguran las Fuerzas de Seguridad del Estado”, señalan fuentes de esta tabacalera. Según BAT, las ventas han caído en España un tercio desde 2006, “y esa cifra no es sólo achacable a las leyes de salud pública que se han aprobado y a los efectos de la crisis”. 

El tabaco que se vende en Galicia ya no procede de Sudamérica. “Hace tiempo que dejó de ser rentable para las redes delictivas”, apunta el profesor de la Universidad de Santiago de Compostela. “Sito Miñanco, Laureano Oubiña y otros grandes capos gallegos de la droga empezaron con este negocio pero pronto descubrieron que la cocaína les reportaba muchos más beneficios y penas de cárcel similares. El tabaco que se vende en Galicia procede en su mayoría de Gibraltar y de los puertos de mercancías”.

Tabaco falsificado, un riesgo para la salud

Efectivamente, los puertos de Barcelona, Valencia, Algeciras, Vigo y Bilbao se han convertido en las puertas de entrada de otro tipo de tabaco aún más peligroso que el que simplemente evade impuestos: el tabaco falsificado, muy presente también en el mercado negro español. Su amenaza es mayor porque, a la ausencia de ingresos públicos se suma en este caso el riesgo para la salud pública que supone la ausencia de controles sanitarios. Después de todo, nadie sabe qué contienen estos cigarrillos. Procede en su mayoría de China, Indonesia y Vietnam. Controles aleatorios han detectado en ellos excrementos animales. En algunos cargamentos también se ha detectado la total ausencia de hojas de tabaco

El comercio falso mueve tanto dinero que existen marcas que sólo se comercializan en el mercado negro, como Jin Ling, la primera marca ilícita mundial, fabricada en Rusia, Ucrania y Moldavia. Su producción alcanza los 24.000 millones de cigarrillos anuales. Sus cajetillas se venden en fábrica a 0,16 euros, dejando un amplísimo margen de rentabilidad a las organizaciones criminales que los distribuyen por el primer mundo.  

La demanda de tabaco ilegal se ha disparado tanto que los contrabandistas han comenzado a asaltar estancos para poder abastecer la demanda. “Se han convertido en un objetivo para los ladrones tan importante como una joyería, porque sus productos son casi indetectables, reportan grandes beneficios y hay mucha gente dispuestos a comprarlos. La preocupación en el sector es tan elevada que los despachos oficiales han comenzado a colocar medidas de seguridad adicionales a las que marca la legislación, más propias de banco, como alarmas con sensores volumétricos anti-butrón y mámparas anti-impacto”, señala Sansó-Rubert.

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