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23 de agosto de 2015

El cazador cazado, Chantajean a clientes de Ashley Madison

Ya hay algunas pistas sobre el hacker de Ashley Madison, sabemos que es gord@. Que venganza mas sutil, la vida es demasiado corta, verdad Noel ?  (director ejecutivo de Avid Media Life, propietaria de Ashle Madison)



Un nuevo capítulo en la filtración masiva de clientes de la red social para infieles, Ashley Madison. El enorme fichero de datos hecho público contiene información muy variada, desde direcciones de correo electrónico e información financiera a detalles físicos y preferencias sexuales. Algunos ya intentan sacar provecho de esta información y han intentado extorsionar a algunos de los 32 millones de usuarios revelados.

"Por desgracia tus datos han sido filtrados en el reciente hackeo de Ashley Madison y ahora tengo toda tu información. Si quieres evitar que encuentre y comparta esta información con tus conocidos envíame 400 euros en bitcoins a la siguiente dirección", reza el mensaje.



El mensaje también incluía un enlace a un mapa de cajeros de Bitcoin y a varios mercados de la criptomoneda, según asegura CoinDesk.

Las amenazas intentan convencer al usuario sea cual sea su situación sentimental: "Si ya estás divorciado te sugerimos que pienses en cómo afectaría esta información a los procesos judiciales que pueda haber en marcha". Y todavía van más allá: "Si ya no estás en una relación, piensa en cómo afectaría esto a tu posición social entre amigos y familiares"

No es de extrañar el empeño de este grupo de extorsionadores, que se presentan como Team GrayFlay, en que los clientes de Ashley Madison paguen. Tal y como calcula Business Insider, con que el 0,01% de los 32 millones de clientes pague la suma de 400 euros, los chantajistas se llevarían 1,25 millones de euros.

Aunque es imposible saber cuántos usuarios han recibido este y otros mensajes, es de suponer que no será el último intento de extorsión. Especialmente si se tiene en cuenta que buena parte de las direcciones filtradas pertenecen a empresas como IBM o Amazon e incluso al ejército de los EEUU. Aunque un porcentaje serán falsas, ya que no es necesario confirmar email para registrarse, esto no puede aplicarse a todas ellas. En este sentido, la empresa española Eliminalia, especializada en borrar contenidos de internet, ha recibido 523 solicitudes en las últimas 72 horas relacionadas con el portal Ashley Madison.

24 de febrero de 2014

Game over, los listos que compraron bitcoins en enero han perdido el 91% de su inversión

Como ya hemos avisado varias veces en este blog, bitcoin ha sido craqueado y está cayendo en barrena. Los mismos tontos que invirtieron en Terra, despuès en Afinsa, despues en pisos, después en preferentes, después se parasaron al oro ... y ahora Bitcoin, pero ahora no habrá Banco de España que les salve. 

El Catedrático de Economía de la Universidad de Columbia, Xavier Sala i Martín, mantiene que el valor fundamental del bitcoin "es cercano a cero", y que la subida de su precio a finales del 2013 se debió a la actuación de los especuladores. Ahora que el valor de bitcoin se ha derrumbado, hay muchos inversores que han perdido casi toda su inversión.


El Catedrático de Economía de la Universidad de Columbia, Xavier Sala i Martín, mantiene que el valor fundamental del bitcoin "es cercano a cero", y que la subida de su precio a finales del 2013 se debió a la actuación de los especuladores. Ahora que el valor de bitcoin se ha derrumbado, hay muchos inversores que han perdido casi toda su inversión.
Sala i Martín explica lo siguiente: "Hemos visto como el bitcoin subía hasta 1.200 dólares a principio de diciembre. Durante unos días tuvimos que aguantar las mofas de los defensores del bitcoin que se reían de los que habíamos dicho que el bitcoin era una burbuja especulativa".
Ahora, "la cotización del bitcoin ha sufrido un monumental colapso y vuelve a estar por debajo de 100 dólares (por lo que los listos que compraron en enero han perdido el 91% de su inversión en menos de un mes)", comenta el Catedrático catalán.
Y es que, "parece que el bitcoin no era tan perfecto como nos decían los apologetas y los cibercriminales han encontrado la manera de hackear el sistema... lo que ha causado el pánico entre los inversores y el desplome de la nueva moneda ha sido monumental", manifiesta Xavier Sala i Martín.
A pesar de lo ocurrido, el economista catalán no cree que este suceso vaya a desembocar en el final del bitcoin, pero sí se ha podido ver cuáles son las debilidades de esta divisa virtual.
"Cuando los timadores utilizan tu tarjeta VISA de manera ilegal, el banco te devuelve el dinero. Cuando los cuatreros entran en el banco y roban tu dinero, el banco le devuelve el dinero a los clientes. Cuando los cibercriminales entran en tu ordenador y te roban los bitcoins, no hay nada que puedas hacer porque no puedes demostrar lo que tenías", culmina Xavier Sala i Martín.


Leer más:  Sala i Martín: "Los listos que compraron bitcoins en enero han perdido el 91% de su inversión" - elEconomista.es  http://www.eleconomista.es/divisas/noticias/5564493/02/14/Sala-i-Martin-Los-listos-que-compraron-bitcoins-en-enero-han-perdido-el-91-de-su-inversion.html#Kku8YqfdTM3QywK0

Sala i Martín explica lo siguiente: "Hemos visto como el bitcoin subía hasta 1.200 dólares a principio de diciembre. Durante unos días tuvimos que aguantar las mofas de los defensores del bitcoin que se reían de los que habíamos dicho que el bitcoin era una burbuja especulativa".
 
Ahora, "la cotización del bitcoin ha sufrido un monumental colapso y vuelve a estar por debajo de 100 dólares (por lo que los listos que compraron en enero han perdido el 91% de su inversión en menos de un mes)", comenta el Catedrático catalán. 

Y es que, "parece que el bitcoin no era tan perfecto como nos decían los apologetas y los cibercriminales han encontrado la manera de hackear el sistema... lo que ha causado el pánico entre los inversores y el desplome de la nueva moneda ha sido monumental", manifiesta Xavier Sala i Martín.
A pesar de lo ocurrido, el economista catalán no cree que este suceso vaya a desembocar en el final del bitcoin, pero sí se ha podido ver cuáles son las debilidades de esta divisa virtual.

MTGox, la mayor operadora de Bitcoins, acaba de cerrar, y ha creado una nueva especie arruinados 2.0
"Cuando los timadores utilizan tu tarjeta VISA de manera ilegal, el banco te devuelve el dinero. Cuando los cuatreros entran en el banco y roban tu dinero, el banco le devuelve el dinero a los clientes. Cuando los cibercriminales entran en tu ordenador y te roban los bitcoins, no hay nada que puedas hacer porque no puedes demostrar lo que tenías", culmina Xavier Sala i Martín.




3 de octubre de 2013

Detenido el propietario de Silk Road, "el e-Bay de las drogas"

Después de casi tres años operando con total impunidad, las autoridades estadounidenses han conseguido cerrar la página web y encontrar al presunto administrador de Silk Road (ruta de la seda, en su traducción del inglés), una web con una estructura parecida a eBay en la que más de 150.000 internautas han estado comerciando con estupefacientes de todo tipo desde febrero de 2011.
Nadie sabía quién estaba detrás de Dread Pirate Roberts, el apodo con el que escondía su verdadera identidad Ross William Ulbricht, un estadounidense de 29 años que ha sido detenido este miércoles en San Francisco en una operación conjunta entre la fiscalía, el FBI y la policía, según informa la agencia AFP.
En la Red y en los medios de comunicación se ha estado especulando durante todo este tiempo sobre la verdadera identidad del administrador de Silk Road, que mantenía el anonimato gracias a que la página funciona solo con un navegador que no permite rastrear las direcciones IP y a que los pagos se efectuaban en bitcoins, una moneda virtual, encriptada e independiente de cualquier regulador.
El administrador del sitio se ha estado embolsando durante estos años comisiones de entre un 6% y el 10% de cada venta que se hacía a través de la página, llegando a ingresar cerca de un millón de dólares anuales (822.000 euros), según un estudio llevado a cabo por la universidad Carneggie Mellon de Pittsburg (EE. UU). Los agentes han incautado a Ulbricht bitcoins por valor de 3.6 millones de dólares (2,6 millones de euros), la mayor incautación de esta divisa hasta la fecha.
El FBI, en su escrito, acusa a Ulbricht de tráfico de estupefacientes, piratería informática y lavado de dinero, pero también de pagar 150.000 dólares (110.000 euros) a un usuario de Silk Road para que asesinara a otro internauta que amenazaba con revelar los datos de todos los miembros de la página. El FBI no ha logrado, sin embargo, determinar si realmente el crimen se consumó ya que en los registros de la zona en la que debía llevarse a cabo no figura registrado ningún asesinato.

Para dar con la identidad de Ulbricht, los agentes rastrearon la red en busca de mensajes o publicaciones en las que se promocionara el estreno de la página. Después de escudriñar cientos de conversaciones en foros sobre drogas, encontraron a un usuario que publicitaba un nuevo sitio en el que se podía comprar y vender estupefacientes escapando de las autoridades. Los agentes encontraron entonces una dirección de Gmail con el mismo nombre de usuario, llamado Altoid, y después comprobaron que había estado registrado por Ulbricht. A partir de ese momento iniciaron un seguimiento al sospechoso y constataron que vivía en San Francisco con otro nombre y que recibía a menudo en su domicilio documentos de identidad falsos.

Ha costado casi tres años encontrar la manera de acabar con Silk Road, después de que numerosos medios de comunicación informaran del fenómeno durante todo este tiempo (incluido EL PAÍS, que intentó contactar sin éxito con el administrador hace unos meses) y que incluso un senador estadounidense pidiera su cierre en 2011. Parecía que la web estaba diseñada perfectamente para que nunca se pudiera acabar con ella. Finalmente, este miércoles ha aparecido el logotipo del FBI en el portal de Silk Road.

18 de septiembre de 2013

Se compra por Internet, llega en un sobre a casa

Pedro (nombre ficticio), madrileño y diseñador gráfico de 32 años, lleva días pendiente del correo. Escudriña las cartas de su buzón una por una, buscando un sobre que no está a su nombre. Finalmente, un jueves, recibe la carta indicada. La abre y ahí está lo que llevaba esperando durante días: dos gramos de cocaína envasados en una pequeña bolsa al vacío. “Esta calidad es prácticamente imposible de conseguir aquí en Madrid”, explica satisfecho.



Hace años que consume cocaína esporádicamente los fines de semana y, desde hace unos meses, apenas llama a su camello. Tal y como hizo antes con la ropa o con los libros, ahora las drogas también las compra en Internet. Lo hace en Silk Road (Ruta de la seda, en su traducción), una web con una estructura parecida a Amazon o eBay en la que, de más de 10.000 productos a la venta, 6.470 son estupefacientes. 

Un supermercado de la droga que hasta la fecha ha conseguido escapar de la justicia, ya que nadie sabe quién lo gestiona ni desde dónde opera, y en el que se puede comprar de todo: desde marihuana hasta pastillas de éxtasis, pasando por cocaína, heroína, LSD u otras sustancias.

Esta inmensa infraestructura que pone en contacto a consumidores y vendedores de droga de todo el mundo desde febrero de 2011 no deja de crecer gracias al boca a boca. Las ventas mensuales en el sitio rondan los 1,2 millones de dólares (900.000 euros) y existen unos 150.000 usuarios activos, según el único estudio sobre el tema, publicado en julio de 2012 por la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburg (EE UU). Nicolas Christin, experto en seguridad cibernética y autor del estudio, afirma que los productos a la venta aumentan continuamente. “Se han doblado los vendedores y los productos disponibles desde que publicamos el estudio”, explica.

¿Cómo consigue este supermercado online de la droga escapar de la justicia? La supervivencia de Silk Road se basa en dos factores. El primero es el navegador con el que funciona. Solo se puede acceder a través de Tor, un navegador que impide rastrear la dirección IP y que goza de gran popularidad entre los disidentes de países como China, Irán o Siria, en los que existen fuertes limitaciones a la hora de navegar. Curiosamente, este navegador fue impulsado y financiado por la Marina de Estados Unidos para proteger sus comunicaciones.

El segundo aspecto clave es el método de pago. En Silk Road no se paga con ninguna divisa al uso sino con bitcoins, una moneda virtual, encriptada e independiente de Gobiernos, bancos o empresas de procesamiento de pagos que está teniendo un enorme éxito en los últimos meses. Teniendo en cuenta las ventas mensuales en Silk Road, se calcula que actualmente es el sitio web en el que más se usa esta moneda.

Nadie sabe dónde está localizado el servidor de Silk Road, ni quiénes son sus administradores, que se embolsan por cada venta comisiones de entre el 6% y el 10%. Se estima que los creadores —o el creador— ingresan unos 92.000 dólares (68.000 euros) cada mes en este concepto: 1,1 millón de dólares al año (822.000 euros). EL PAÍS intentó contactar con los administradores pero no obtuvo ninguna respuesta. Los vendedores particulares tampoco son fáciles de rastrear: suelen desaparecer cada dos o tres meses y los productos rara vez están más de tres semanas a la venta. Un senador estadounidense, Charles Schumer, pidió públicamente a las autoridades en junio de 2011 que hicieran algo para acabar con la web. “Es el intento de vender drogas online más descarado que he visto en años luz”, declaró. Dos años después, sin embargo, la página sigue funcionando. “Hasta la fecha, se ha demostrado que los esfuerzos policiales para acabar con Silk Road han sido completamente en vano”, explica Christin. Fuentes de la Brigada de Estupefacientes afirman que están al corriente de que los bitcoins se usan para comprar drogas en Internet, pero no se pronuncian respecto a si conocen la web.

Correos ha detectado en lo que va de año 129 casos de envíos con droga en su interior. “Todos pasan por un escáner, pero en ellos no solo buscamos droga sino que es un protocolo de seguridad”, explican. “Cuando la policía tiene sospechas de que hay droga en un envío se hace un seguimiento hasta la entrega. En ocasiones a los agentes les interesa más saber quién recibe estos paquetes antes que interceptarlos”, remacha.

El éxito de Silk Road radica, según sus usuarios, en la calidad del producto. Los dos gramos que ha recibido Pedro por correo le han costado 190 euros, un precio bastante superior al que se pagaría en la calle por esa cantidad (entre 100 y 120 euros). Sin embargo, la mercancía comprada por este madrileño en Internet tiene un 87% de pureza frente al 40%-60% que suele tener la cocaína en España, según los análisis de Energy Control. “Al comprar directamente al productor, la droga viene sin cortar”, explica Pedro, sentado en la mesa del comedor de su casa mientras pesa la droga en una báscula digital. “Al fin y al cabo, sale rentable. Además, al comprar pequeñas cantidades tampoco es muy arriesgado”.

5 de agosto de 2013

El bitcoin ya tiene su propio Bernard Madoff

La Comisión del Mercado de Valores americana –la famosa SEC– ha interpuesto una querella contra un ciudadano del estado de Texas, acusado de pergeñar un “chiringuito financiero” basado en la moneda virtual Bitcoin, entre septiembre de 2011 y septiembre de 2012.

El ciudadano, de nombre Trendon Shavers, con 30 años de edad, creó una sociedad llamada Bitcoin Savings and Trust –no deja de tener su aquel que a una estafa se le ponga como nombre “ahorro y confianza”– en la que prometía a los inversores una rentabilidad de hasta el 7% semanal y pagadero a vencimiento de la semana. Con este sistema, Shavers ha incrementado sus cuentas en 700.000 Bitcoins, unos 4,5 millones de dólares a la cotización vigente.
Las pesquisas de la SEC comenzaron por infiltrarse en el sistema creado. El informe describe cómo el inventor del sistema, bajo los sobrenombres de “pirate” y “pirateat40”, anunciaba su negocio en la plataforma virtual de Bitcoin –el llamado Bitcoin Forum– como el más rentable posible en esta moneda virtual. Exigía una inversión de 50 Bitcoins como mínimo y, con ello, logró que picaran en el anzuelo 66 inversores procedentes de Estados como Connecticut o Hawái.

En el fondo, la estrategia de Shavers es una simple y pura estafa piramidal. En un fraude también llamado esquema Ponzi –en honor de Carlo Ponzi, uno de los inventores de los fraudes piramidales– los intereses que corresponden a los inversores antiguos se pagan con el dinero que invierten nuevos clientes. Este sistema funciona mientras que el dinero que aportan los nuevos clientes es mayor que los intereses que hay que pagar a los antiguos inversores.

Evidentemente, se trata de un procedimiento fraudulento que se convierte, conforme va pasando el tiempo, en una espiral diabólica. Por ello, este tipo de “chiringuito financiero” siempre ha estado prohibido y castigado por Ley. 

Sin embargo, el desmantelamiento se ha hecho antes de que se produzca la quiebra del “chiringuito”. Por ello, la denuncia de la SEC tiene más un carácter de advertencia a los inversores que el descubrimiento de un ilícito penal. Las cuantías que se manejan no traspasan, en cualquier caso, de una sanción mercantil.

27 de abril de 2013

Burbuja Bitcoin: los tulipanes del siglo XXI

No es un ordenador personal, aunque se parece. Su cometido es mucho más concreto: es un aparato de minería de bitcoins. Está programado para realizar complejas operaciones matemáticas planteadas por el sistema que, una vez solucionadas,  crean bitcoins, la moneda virtual que tan de moda está las últimas semanas. 

 
Bitcoin es, pues, una moneda virtual. No es la única. Hay cada vez más divisas virtuales, unas ligadas a videojuegos tipo World of Warcraft, otras a dinero real (Facebook credits). Lo que diferencia a Bitcoin del resto es que sus monedas ni tienen utilidad en algún mundo virtual ni tienen el soporte de dinero "de verdad" ni una liquidación central del balance de los usuarios. Además, Bitcoin nace con el propósito aparente de convertirse en una suerte de moneda de referencia en la Red.

La minería o extracción de bitcoins, como ya hemos dicho, se hace a través de ordenadores o de cacharros especializados como el de más arriba. La exigencia de los problemas planteados por el sistema está determinada para controlar la oferta de bitcoins según un patrón definido. De este modo se evita la inflación atribuida a las políticas de los bancos centrales. También debido a esta oferta limitada, son  necesarios aparatos y software especializados para extraer bitcoins.  

La otra gran diferencia de bitcoin es el sistema de intercambio descentralizado, similar al intercambio de archivos P2P (bitTorrent etc). Cuando un usuario realiza una transacción con otro, ésta se valida en toda la red de bitcoin a través de un sistema de claves públicas y privadas, de modo que el dinero se mueve de un sitio a otro sin pasar por una cámara central. En este sentido, las transacciones son anónimas, gratuitas y no se pueden rastrear.

Quizá el éxito (cuando menos mediático) de Bitcoin se explique por esta contraposición al dinero estándar: libre de autoridades y, por tanto, no sometido a la (presunta) manipulación de los bancos centales. Libre también de las tarifas del sistema bancario y de posibles agujeros, y libre también de impuestos o posibles confiscaciones públicas. Es un dinero, también, anónimo y no rastreable.  

En realidad, la fiebre por bitcoin se parece mucho a la fiebre por la inversión en oro. Ya saben: el dinero fiduciario está controlado por los bancos centrales, que lo imprimen y pierde valor con el tiempo. Y el dinero que tenemos en el banco está sujeto tanto a los impuestos como a la confiscación o a la quiebra de entidades que, en fin, no siempre son tan de fiar como nos gustaría. Por eso Bitcoin atrae tanto a geeks fascinados por el impresionante y elegante desarrollo informático de la idea como a libertarios contrarios al monopolio de la emisión de moneda por parte de los bancos centrales.

No obstante,el control autónomo de la oferta, que comparten bitcoin y el oro, tiene un problema. Lo explica (muy bien, como siempre) Sala i Martí  en este artículo. Primero, hay una confusión de base entre el dinero y Bitcoin (o el oro): no es lo mismo un medio de pago que una reserva de valor. La limitación de la oferta hace de bitcoin (o del oro) una buena reserva de valor.   

El oro ha adquirido a lo largo de los siglos una condición de valor refugio que, en todo caso, tampoco le protege de estar sometido a burbujas especulativas. Su carácter fungible, su relativo poco peso en relación a su valor y una oferta limitada explican que haya sido usado como dinero. Bitcoin, en principio, podría jugar este papel. 

Pero hay algunas contradicciones en el planteamiento de bitcoin como dinero. 
Primero: cuando se trata de operar con dinero, la gente tiende a ser bastante tradicional. Si en el siglo XXI el oro sigue siendo un valor refugio es por cuestiones históricas. El oro ha sido tradicionalmente aceptado como medio de pago más o menos universal, tanto en ausencia de otras divisas como, en situaciones extremas, en competencia con otras cuya calidad percibida es menor. Como socialmente se ha aceptado oro, se puede usar el oro como moneda de cambio. Porque el valor de uso del oro para quién lo compra es cero. Bitcoin tampoco tiene valor de uso (al menos, el dinero del World of Warcraft sirve para comprar pócimas mágicas); pretender una divisa de nuevo cuño ideada por uno o varios brillantes criptógrafos sea ampliamente aceptada es, cuando menos, extremadamente optimista.  

En segundo lugar, Bitcoin "libera" al usuario de algunos problemillas ligados al dinero tradicional. Que es fiduciario, es decir, no está respaldado por nada más que por una institución, para nosotros el Banco Central Europeo. Con los riesgos que ello conlleva. Pero, como contraposición a ello, surje otro dinero, también fiduciario, pero respaldado por un algoritmo.  El uso del dinero es un acto de fe, y por eso  es habitual que países inestables usen el dólar como moneda de facto, en vez de la moneda local. Bitcoin solo cambia el objeto de la fe. 

Finalmente, y lo más importante de todo, el dinero sirve para algo en la medida en que otras personas lo acepten. Yo no cobro la nómina en euros por las características intrínsecas de éste, sino porque los euros me sirven para muchas cosas: comprar comida, pagar la hipoteca, darme algún capricho y, en todo caso, ahorrar para el futuro, momento en el que cambio los euros por algún activo financiero o los "presto" al banco a cambio de un interés. 

¿Por qué querría yo cobrar en bitcoins? ¿Podría pagar la reforma de la cocina en bitcoins? ¿O un libro? Quizá en un futuro. De momento, bitcoin apenas se usa, y es que los incentivos para ello son más bien escasos. Solo se me ocurren tres motivos para comprar bitcoins: O bien por ideología (el sistema está muerto, o en su defecto hay que matarlo), o por cuestiones legales (debido a la falta de trazabilidad de las operaciones) o por cuestiones especulativas, es decir, porque creemos que los bitcoins valdrán más mañana. 

Y, de hecho, este último motivo parece ser el más relevante, a la luz de este gráfico que señala el valor en dólares de cada bitcoin .
Valor bitcoin
Una moneda que multiplica su valor por 10 no es muy de fiar. La fiebre por comprar bitcoins es, evidentemente, una burbuja, como ha habido  tantas en la historia (con la particularidad de que es aún más autorreferente que otras). Y, como todas ellas, tiene detrás una historia bonita e interesante. Como cuenta Felix Salmon, la correlación entre el impacto mediático de Bitcoin (búsquedas en Google) y su precio es casi perfecta. Ha sido el bitcoin, pero ayer fueron los tulipanes y los sellos. El problema es que nadie querrá como divisa algo tan inestable, que igual que sube puede bajar.  

La idea de un código fuente abierto creado por criptógrafos anónimos que cambia la historia del dinero es tentadora, desde luego. Pero, de momento, yo no me gastaría 22.000 euros en una máquina que fabrica monedas virtuales. El dinero es goloso pero, al final, siempre es conservador.

Eso no quita que, en cierto sentido, bitcoin tenga algunas características muy interesantes. Sobre todo porque se parece mucho, muchísimo, al dinero en efectivo, como reconoce el propio BCE en este informe del año pasado sobre divisas virtuales.  

Al parecer, según Bloomberg Businessweek, son los españoles los más interesados en este tema, al menos por sus búsquedas en Google y en las descargas de aplicaciones sobre esta materia. Desde elbitcoin.org, otra web de compra-venta de esta divisa, cuyos responsables no se han querido identificar, aseguran que en España “ha explotado” su uso. “Valor refugio” o “moneda ‘anticorralito’” son algunas de las expresiones que utilizan con frecuencia los defensores de esta divisa. Y es que en España somos muy propensos a comprar duros a cuatro pesetas, como ya nos pasó con Forum, Gescartera, la burbuja inmobiliaria, las preferentes, y después pediremos al papá estado que nos recaste. 

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