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17 de abril de 2015

Los ladrones lo tienen fácil

La vivienda sigue siendo la principal inversión de los españoles y, sin embargo, nos preocupamos muy poco a la hora de protegerla de posibles desperfectos, averías o robos. De los más de 26 millones de viviendas que hay en España, 11 millones –el 42%– no están aseguradas. Y no sólo eso, sino que cuatro millones de hogares carecen de cualquier medida de seguridad, según el último informe elaborado por la División de Hogar de Línea Directa.
Sólo el año pasado se produjeron más de 120.000 robos en vivienda, un 70% más que en 2007, cuando nos encontrábamos a las puertas del estallido de la crisis, según los datos que maneja el Ministerio del Interior. Y aunque la cifra del último año ha caído ligeramente respecto a los registros de 2013, lo cierto es que las cifras no invitan a la tranquilidad. Se ha duplicado el uso de la violencia o la intimidación en los asaltos y las viviendas siguen estando muy desprotegidas.
Además del daño psicológico –la sensación de vulnerabilidad e impotencia de que alguien entre en tu casa– o físico –en caso de agresión–, se encuentra el perjuicio económico. Para que nos hagamos una idea, el importe medio de las indemnizaciones por robo en los hogares se encuentra actualmente en 1.168 euros, ligeramente por debajo de los 1.155 de hace dos años, según datos 
La crisis ha disparado los robos en los domicilios de particulares, y las compañías de seguros lo saben bien. Las alarmas de Securitas Direct avisaron el año pasado de más de 18.000 intentos de robo en los inmuebles de sus clientes. Las tiendas y comercios fueron los que sufrieron más tentativas, llegando a contabilizar hasta 6.230 el pasado año, pero llaman la atención los datos de los chalés (5.209) y los pisos (1.085). “En las viviendas que protegemos se produce un intento de robo cada 34 minutos y la probabilidad de que se produzca uno en un chalet es más del doble con respecto a la del robo en un piso”, señalan desde la compañía.
Las técnicas de robo de los ladrones se han sofisticado y el tiempo depermanencia en la vivienda se ha reducido significativamente. "Actualmente conocemos que los tiempos de los cacos se han reducido, no obstante, por seguridad y debido a nuestra colaboración con las fuerzas y cuerpos de seguridad, no estamos en disposición de publicar cuáles son los tiempos de actuación de bandas ni de respuesta de policía, puesto que esta información puede suponer un riesgo para la seguridad ciudadana teniendo en cuenta que podría servir de referencia a posibles ladrones. Sí podemos indicar que desde nuestra Central Receptora de Alarmas la respuesta de actuación que ofrecemos es menor a 33 segundos", explica a El Confidencial José Ignacio Jiménez del Castillo, director de relaciones institucionales de Securitas Direct.

¿Cuáles son las técnicas más habituales?

Destaca la utilización de marcadores en las casas, método con el que consiguen averiguar cuándo no hay nadie en el domicilio. La estrategia que usan de forma habitual consiste en la colocación de un plástico o papel doblado entre el marco de la puerta principal de la vivienda. Lo dejan durante varios días y regresan para comprobar qué viviendas mantienen esa marca. De este modo, pueden conocer qué inmuebles se encuentran vacíos y acceder a ellos –normalmente, forzando cerraduras– sabiendo que no encontrarán a nadie en su interior.

"El método más utilizado para asaltar las viviendas es forzar una de las ventanas de la casa, seguido por extraer el bombín de la cerradura principal y la conocida como técnica del resbalón, que se basa en utilizar una tarjeta o una radiografía para abrir la entrada", añade Francisco Valencia, director de gobierno corporativo de Línea Directa. Además, según los datos que maneja esta compañía, cada vez es más frecuente que los ladrones entren en las casas cuando sus propietarios están en su interior, punto que comparten desde Securitas Direct. En 2013, el 16% de las víctimas se encontraba en el interior de sus viviendas en el momento del robo y de esas, el 20% sufrió violencia o intimidación por parte de los atacantes, según Línea Directa.

¿Qué roban?

Van a por efectivo, joyas y aparatos electrónicos ligeros y de fácil venta en el mercado negro. "La forma de actuar de los ladrones suele ser rápida, permaneciendo el menor tiempo posible en la vivienda y llevándose objetos que sean fáciles de transportar y vender posteriormente en el mercado de segunda mano", apunta Francisco Valencia. 
Su objetivo es incautarse de los objetos que van a tener más valor en el mercado en el menor tiempo posible. Fuentes policiales indican que en las detenciones efectuadas a bandas criminales por asaltos en domicilios, suelen intervenirse, en su mayoría, joyasrelojesdinero en efectivo, teléfonos móviles y vehículos.
"Depende mucho del perfil del ladrón", aclara José Ignacio Jiménez. "Hay bandas organizadas, clanes familiares que investigan a la posible víctima, cuándo entra y sale de casa, si tiene un buen coche que les hace pensar que puede tener dinero en casa... Cuando entran en una vivienda, su objetivo es que el robo les resulte rentable. Suelen robar dinero en efectivo y joyas. No cualquier joya, sino aquellas que saben que tienen gran valor. No olvidemos que se trata de profesionales. Luego están los rateros, que van probando de casa en casa, de ventana en ventana y si encuentran alguna abierta entran y se llevan lo que pueden", añade.
Esta opinión es compartida por Francisco Valencia. "Efectivamente, en losrobos de hogar se observa cada vez más la participación de bandas organizadas y el uso de técnicas y herramientas más específicas que, en muchos casos, dificultan la lucha contra este tipo de delitos. 

¿Cuándo roban?

"Los lunes y viernes son los dos días de la semana preferidos por los ladrones para cometer robos en los hogares", explica Fernando Olmo, director de siniestros de particulares de Axa Seguros. "Por el contrario, el fin de semana sigue siendo el momento de menor actividad delictiva ya que los sábados y domingos la gente suele pasar más tiempo en casa y la presencia de vecinos es mayor. Por el contrario, en estos días se producen más robos en la calle". 

¿Cómo nos defendemos de los ladrones?

A pesar de que son muchos los propietarios de vivienda que no toman ni una sola medida para proteger su hogar, quienes sí lo hacen optan, en la mayoría de los casos –más del 60%, según Línea Directa–, por las puertas blindadas, seguida de las rejas en puertas y ventanas y la colocación de alarmas –más de un 20% en ambos casos–.
Sin embargo, no son las medidas más deseadas, puesto que casi la mitad de los encuestados elegiría en primer lugar la alarma, seguida de otros dispositivos electrónicos como las cámaras de seguridad o los simuladores de presencia. 

27 de diciembre de 2014

Un ladrón detenido durante un robo en Mollet sostiene que es un 'okupa'

Vivir para ver. Esta es la ley que defiende a los delincuentes y castiga a las víctimas.

Los Mossos d' Esquadra detuvieron el pasado domingo a un hombre de 22 años, vecino de Mollet del Vallès ( Barcelona), como presunto autor de varios robos con fuerza en domicilios de la población.

Una mujer avisó a la policía alertada por su perro, que se puso a ladrar. La mujer vio que un hombre se escondía debajo una cama de la casa. Cuando la policía llegó encontraron al hombre a punto de salir con un montón de objetos. El hombre alegó que su intención era okupar el piso.

Poco después de esta detención volvió a robar en dos domicilios más de Mollet fue detenido de nuevo por los mozos con la colaboración de la Policía Local de Mollet. El hombre acumula más de 25 antecedentes por hechos similares

17 de julio de 2014

Cómo proteger tu casa durante las vacaciones

Con la llegada de las vacaciones, salir del hogar con la tranquilidad de saber que la casa estará protegida de posibles robos es un poco más fácil con la ayuda de las nuevas tecnologías y, por supuesto, con sentido común.

Por lo general, los ladrones van a buscar casas vacías, de fácil acceso, en las que puedan entrar y salir rápidamente sin ser vistos. No comentar los planes de vacaciones con desconocidos es un consejo recurrente, así como no dejar esa información en el contestador del teléfono.

Del mismo modo, hoy en día es necesario poner especial atención con los detalles que se publican en las redes sociales, sobre todo a aquellos que se refieren al período y duración de la ausencia del domicilio. 

Instalar un sistema de alarma es una forma de asegurarte con una cierta calma la certeza que el hogar estará en buen recaudo. Actualmente este tipo de vigilancia ha avanzado mucho y se pueden encontrar sistemas con control de cámaras con las que visualizar las imágenes del domicilio desde el ordenador o smartphone. Ejemplo de ello, es la aplicación ProMobile de Prosegur que permite a los usuarios ver lo que sucede dentro de la casa en todo momento y lugar.

Sin embargo, existen opciones más baratas que pueden ayudar a alejar a los delincuentes de tu casa. Instalar un temporizador en las luces y electrodomésticos, para que se enciendan por la noche o en momentos concretos del día, es una buena opción para hacer ver que hay alguien en casa y así despistar a posibles ladrones. Este tipo de temporizadores se pueden encontrar en ferreterías y tiendas de electrodomésticos con un coste de unos 10 euros.

Asegurarse que los focos del exterior de la casa no estén fundidos o poner lámparas con sensor de movimiento es otra forma de mantener iluminada la residencia.

Una recomendación que no implica ningún desembolso es utilizar los programadores que hoy en día ofrecen los televisores y con los cuales se pueden encender los aparatos a la hora deseada, aunque no haya nadie en la casa.

La Policía Nacional recomienda hacer un inventario con los números de serie de fabricación de aparatos electrónicos, marca y modelo. Incluir también alguna fotografía o descripción que permitan la identificación de joyas y objetos de valor, puede ser muy útil a la hora de capturar a los ladrones y recuperar lo sustraído. Aplicaciones como Encircle o Nest Egg permiten manejar el inventario doméstico a través de múltiples aparatos, así como exportar los datos en formato pdf.
 
 

25 de noviembre de 2012

Cada día se perpetran 344 robos en viviendas en España

Mi marido se despertó y vio una luz en la entrada de la habitación. Una linterna. Creía que las niñas, que se iban de campamento al día siguiente, estaban jugando. Salió del cuarto y vio a alguien bajando las escaleras. Cogió a las dos niñas y nos encerramos todos en la habitación hasta que llegó la policía. Nos dimos el susto de nuestras vidas. Luego supimos que había una banda de cinco personas, dos dentro de la casa, dos en la calle y otra esperando en el coche, tratando de desvalijarnos”. Gema Vega recuerda con total nitidez el robo que sufrió en su chalé a finales del pasado julio. Vive en una casa unifamiliar en Herrera de Camargo (Cantabria), cerca de Santander. Desde entonces, toda precaución es poca: los dos perros que antes dormían en el garaje están en casa; han instalado una alarma; las persianas están cerradas toda la tarde...

Los robos en casa habitada son uno de los delitos más inquietantes. La sensación de vulnerabilidad es absoluta. Lo de menos es que los ladrones se lleven la tele, el iPad, la cámara de vídeo, las joyas o el móvil. Lo de más es que la víctima queda en manos del asaltante, de su mejor o peor voluntad, y cualquier cosa puede pasar dentro del hogar sin que nadie oiga ni vea nada...
Algunos delincuentes solo quieren robar y, si son descubiertos, salen corriendo. Pero hay otros que no dudan en atar —o dar una paliza— a los moradores de la casa para llevarse lo que desean. Le ocurrió al presidente de la patronal de Girona, Jordi Comas, que falleció asfixiado el pasado 19 de noviembre tras ser amordazado en su casa durante un robo. Esta misma semana, otros cacos han robado en una vivienda de una hermana del fallecido. En este caso, tuvieron más suerte: no había nadie en casa.
“A nosotros solo nos robaron 50 euros de la cartera, pero piensas en las niñas, de 10 y 13 años, y te echas a temblar”, recuerda Gema. “Yo no podía dormir después de aquello. Te sientes totalmente indefenso. Es una invasión brutal de tu intimidad. Y en nuestro pueblo, que es muy pequeño, ha habido ya cuatro robos en los últimos meses”. Los titulares de prensa relacionados con este tipo de delitos se suceden: “Detenidos 54 miembros de una banda especializada en robos a domicilio”. “Oleada de robos en una urbanización”. “Los robos en viviendas se multiplican”. “Unos ladrones saquean la casa de Cruyff en Barcelona”. Pero, ¿supone esto que están aumentando de manera descontrolada? Aunque las fuerzas de seguridad tienen la sensación de que hay un incremento, y el Ministerio del Interior dice que se están tomando medidas para combatir los robos en domicilios, lo cierto es que estadísticamente no se puede comprobar. No hay datos que permitan comparar este año con los anteriores; tampoco 2011 con 2010; ni 2010 con 2009.

Los últimos datos ofrecidos por Interior (los más fiables para estudiar la criminalidad) dicen que los robos en domicilios han subido un 24,5% a lo largo de los nueve primeros meses de 2012 en relación con 2011. El incremento, de ser cierto, sería espectacular. Pero desde el ministerio se advierte que el sistema de cómputo ha cambiado; que ahora se incluyen en este concepto los robos a garajes, trasteros y otras dependencias que antes no se incluían. Por lo tanto, habrá que esperar al año que viene para que la comparativa tenga sentido.
El negocio de la venta de alarmas, en tiempos de crisis, parece seguro. Las compañías de seguridad en los hogares afirman que no han visto reducida su cartera de clientes este año. A la hora de abrocharse el cinturón, las familias han optado por dejar de comprar coches, muebles y equipos audiovisuales, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística, pero no han escatimado en esfuerzos para ahuyentar a los ladrones a pesar de que el precio medio es de unos 1.000 euros por instalación de la alarma y 30 euros al mes por su mantenimiento.

La empresa Securitas Direct, un referente en el sector, ha asistido a 18.727 avisos en lo que va de año, de los cuales 2.646 han sido saltos de alarma con “coacción, atraco o emergencia médica”, un total de 321 avisos más respecto al año anterior. Para esta información, la aseguradora no cuenta las falsas alarmas.

Esta misma compañía afirma que el día con más incidentes es el sábado. Los martes, miércoles y jueves suelen ser los días más tranquilos. La franja horaria con más siniestros es de once de la noche a cuatro de la madrugada. Y las Comunidades con más saltos de alarma son Madrid (3.968), Barcelona (2.230) y Valencia (1.067).
 
Ahora mismo, la única cifra que se puede manejar es el total: de enero a septiembre se han producido 92.911 robos en domicilios en España; 344 al día. Lo que sí se puede comparar es el primer trimestre de 2012 con el segundo y con el tercero. Y no se aprecian cambios significativos. Es decir, no ha habido más robos en septiembre o agosto que en enero o febrero.

Los robos se distribuyen de distinta manera en función de los territorios. Si se comparan los datos globales con la estimación del parque de viviendas de 2011 del Ministerio de Fomento (que incluye segundas residencias), se aprecia una pauta: el porcentaje de domicilios que han sufrido un robo con respecto al total se dispara en la costa mediterránea. Almería, Alicante, Valencia, Tarragona, Girona y las islas Baleares, son, junto a Toledo, las provincias en las que el porcentaje de robos es mayor. Esto puede estar relacionado, según fuentes policiales, con el gran número de casas de veraneo que hay en casi todas esas provincias.

Estos datos se refieren solo a robos con fuerza. Es decir, cuando no hay violencia o intimidación de por medio. Cuando así sucede, el ministerio engloba estos delitos como “delincuencia violenta”, grupo que también ha sufrido un incremento de un 7,2% en los primeros nueve meses de 2012 en relación con 2011 —mientras que la delincuencia en general ha bajado un 1,6%—. Pero el dato tampoco sirve para saber si los robos con violencia en las casas han aumentado, porque incluye asaltos a todo tipo de establecimientos y otros delitos violentos. Casos como el de Jordi Comas en Girona no son habituales, pero el miedo que provocan es mucho mayor que el de miles de robos en casas vacías. Un puñado de sucesos de este tipo pueden generar una gran sensación de inseguridad.
Algunos de estos casos son atroces. “Yo tendré miedo mientras viva. El trauma se queda para siempre”, relata Julio Ansoleaga, de 73 años. Sobrevivió a un asalto en su caserío de Urduliz (Bizkaia) en diciembre de 2009 y aún tiene secuelas físicas y psíquicas. Era lechero, y agricultor, y no ha podido volver a hacer su trabajo desde entonces. “Era la tercera vez que entraban en el caserío de mi hermana Felisa a robar. Yo pasaba allí mucho tiempo, porque tenía 83 años y estaba sola”. El primer día, escucharon a los perros ladrando y unos ruidos. Julio subió a una de las habitaciones y lo encontró todo patas arriba. “Como yo vendía leche y hortalizas, había dinero en efectivo por ahí. Se lo llevaron y lo destrozaron todo”.

Regresaron semanas después. Ese día, Julio entró en la casa y vio a un tipo con una mochila al hombro. Estaba acompañado. “Me lancé hacia ellos, pero empezaron a pegarme. Mi hermana, que estaba en la cocina, salió. Le dieron una paliza”. La Ertzaintza detuvo a una banda rumana que robaba en casas, y Julio reconoció a uno de ellos. “Pasó un mes y medio en la cárcel, pero salió. Yo creo que esos mismos fueron los que vinieron la última vez, a vengarse”.

Esa “última vez”, Julio estaba subiendo las escaleras de su casa cuando le engancharon tres hombres. Hicieron como que le iban a tirar por el balcón. Luego le llevaron a la cocina, lo pusieron boca abajo y le pegaron hasta romperle once costillas. Después lo ataron de pies y manos. A su hermana, Felisa, también. Allí los dejaron. Era viernes. ‘Julito, suéltame’, por favor, me decía mi hermana. Pero yo estaba también atado. Chillaba y chillaba, pero allí no apareció nadie. Ella rezaba esperando para morir”. Nadie les encontró hasta tres días después. Felisa había muerto y Julio estaba en coma. Tenía los brazos a punto de gangrena. Aún no se ha repuesto. La mano izquierda no puede usarla y ahora, cada vez que ladran los perros, se teme lo peor. Los culpables no han sido hallados. “¿Cómo se va a olvidar algo así? El miedo se te queda dentro para siempre”.

Son los casos más graves, pero los menos frecuentes. Otras veces, las víctimas están dentro de la casa pero no se enteran del robo porque están dormidas. “Es una suerte”, explica Juan C., de 64 años. Estaba en su chalé del sur de Tenerife junto a su mujer y su sobrino. Cuando despertaron, faltaban los móviles, algunas chaquetas, objetos varios... Los ladrones habían pasado junto a los dormitorios (quizá incluso entraron). Pero ellos dormían tan profundamente que no oyeron nada. Las chaquetas robadas no debieron gustar a los ladrones, porque aparecieron más tarde en la casa de un vecino.
Otra posibilidad es pillarles con las manos en la masa. O creer que es así. Amparo F., bajó a tomar una cerveza con su padre, en el barrio Salamanca (Madrid). Como mucho, tardó una hora. Cuando regresó, con su hija, vio que había una pegatina en un lugar distinto a donde la había dejado. Les gritó: “Señores, si están ahí, me voy a cerrar en la habitación un minuto para que se vayan”. Cuando salió, con su niña, ya no había nadie. Fue un robo exprés meticuloso y preciso. A diferencia de lo que suele ocurrir, que los ladrones dejan la casa patas arriba registrándolo todo, en este caso habían actuado con una precisión de cirujano. Los ladrones eran una banda de rumanos adolescentes especializados en actuar rápidamente y sin dejar huella. Algunas víctimas no se dan cuenta hasta semanas después.

El 90% de los robos los perpetran grupos de varias personas que actúan habitualmente, según fuentes policiales. Clanes familiares y bandas organizadas (algunas de españoles; otras de extranjeros —sobre todo colombianos, rumanos y marroquíes y argelinos—; y otras mixtas) que en ocasiones viajan por toda España robando de casa en casa. Algunas funcionan como auténticas multinacionales del robo en viviendas, con más de un centenar de miembros.
Desde la policía se asegura que están encontrando algunas dificultades para actuar en estos casos. “Los jueces están poniendo muchos problemas para las intervenciones telefónicas; la prueba es complicada porque los ladrones extreman las medidas de seguridad; y, finalmente, la pena que se les suele imponer es leve”.

Hallar a los culpables suele ser misión imposible. Pero a a veces las nuevas tecnologías ayudan. En la casa del investigador Pere Barceló en Felanitx (Mallorca) entraron tres jóvenes después de verlo salir de viaje con las maletas. Su madre descubrió el destrozo poco después. Se habían llevado la cámara de vídeo, la cámara de fotos, la playstation, material de sonido... y un ordenador portátil. Logró localizarlo con un dispositivo que tenía el aparato, envió a la Guardia Civil por whatsapp el mapa con el lugar exacto, y los agentes, que actuaron rapidísimo, los pillaron in fraganti. Consiguió recuperar casi todo lo que le habían robado.

13 de octubre de 2011

Detenidos tres ladrones que entraban en el aeropuerto con billetes 'low cost'

Los ladrones siguen buscando nuevas e ingeniosas maneras para seguir robando. Esto es lo que han hecho dos argelinos, de 48 y 50 años de edad, en el aeropuerto de El Prat de Barcelona. Desde finales de agosto, la Guardia Civil comenzó a recibir algunas denuncias de pasajeros que aseguraban que les habían robado dentro de las zonas restringidas, es decir, las zonas del aeropuerto a las que sólo pueden entrar las personas con billete de avión o que regresan de un vuelo.

Tras investigar los hechos se comprobó que estos dos hombres compraban billetes de avión 'low cost' para entrar en las zonas de tiendas y de recogida de equipajes, robaban lo que podían y luego salían por la puerta, como dos pasajeros más. La Guardia Civil les detuvo el pasado 23 de septiembre -aunque hoy ha informado de una tercera detención- y ha recuperado más de 40.000 euros, 1.600 dólares y joyas, además de maletines, carteras y otros objetos personales de varios pasajeros. En total, cinco viajeros denunciaron haber sido víctimas de un robo.

Se les imputa un delito continuado de hurto. A uno de ellos le constaba, además, un señalamiento de búsqueda y detención por parte del Juzgado de lo Penal número 15 de Barcelona.

30 de agosto de 2011

Manguilandia, mapa del robo en Barcelona



No hay un turista en Barcelona que no se ayude de un mapa con los monumentos como la Pedrera o la Sagrada Família destacados con dibujitos. Un mapa similar puede elaborarse con el informe que desde finales del 2010 circula por las redes sociales y por correo electrónico entre los mossos y los guías turísticos con la lista de las principales bandas de carteristas y descuideros de la ciudad. Un guía turístico es el autor de la primera versión de ese informe, que se ha convertido en un manual de ayuda para policías y guías. De hecho, tanto ha circulado, que muchos agentes creen que ese material ha sido elaborado por otros mossos. Bautizado como Manguilàndia, ha aparecido en blogs de turistas y en redes como el grupo de Facebook Conozco a alguien a quien robaron en BCN.
El inicio del texto es toda una declaración de intenciones: «Estimados compañeros, es una triste realidad que Barcelona es una ciudad llena de manguis». Por eso, el autor plantea: «Me gustaría que todos pudiéramos localizarles y conocer sus técnicas para que mejorásemos nuestro quehacer diario». En el texto se explica cada banda, su ubicación y sus métodos.
Este diario ha confirmado la existencia de las bandas que se reseñan en el documento. El cuerpo de los Mossos no quiere comentar el informe, si bien dice que los agentes tienen mapas oficiales de delincuencia. Aunque es políticamente incorrecta y despectiva, este diario ha decidido respetar la terminología de la lista.

LOS MÁS VIAJEROS  'MOROS' DEL AEROPUERTO Y 'MORITOS' DEL AEROBÚS Son dos bandas -una de magrebís y otra de sudamericanos- que operan en la T-2 del aeropuerto. «Actúan en grupos de tres. Uno espera en la recta de las terminales en un coche nuevecito alquilado» mientras los otros merodean dentro. Ahí esperan que un viajero cometa un descuido con su equipaje de mano para arrebatárselo. «Entonces desaparecen raudos en el coche alquilado que o bien les espera o al que avisan por móvil». El informe explica cómo en la parada del Aerobús de la plaza de Espanya, «opera un grupo de cuatro magrebís bien vestidos que salen corriendo con el equipaje de mano de los que esperan ese bus». «Buscan a alguien demasiado mayor para perseguirlos e indefenso para hacerles frente».

LOS MÁS VIOLENTOS  'MOROS' DEL MIRAMAR Otro grupo violento es la banda del Miramar, formada por un grupo de magrebís que se han vuelto «muy violentos» y que utilizan armas blancas.

LAS MÁS RESISTENTES BOSNIAS 'BUSCAFIRMAS' Según el informe, «son las integrantes del clan de menor edad, fingen sordomudez y piden dinero y firmas para distintas patologías». Otras veces aprovechan la distracción de los turistas para robarles. Han sido desmanteladas varias veces, pero siempre reaparecen.

LOS TRADICIONALES 'MOROS RONALDINHOS' Y 'MOROS' DE LA BOQUERIA Los ronaldinhos actúan en la Rambla en grupo. Son magrebís. Uno lanza un balón a las piernas de un turista y simula jugar con él. «Mientras la víctima se cree el juego, un compinche le roba la cartera y se da a la fuga hacia el Raval», comenta el informe. Cerca de ahí actúa la banda de la Boqueria. Son magrebís y «su objetivo son teléfonos móviles (sobre todo el iPhone 4) que arrancan de las manos de quien realice una llamada». También se habla de un grupo de rumanas que ofrece claveles en el paseo de Gràcia «como las que llevan más años afincadas». «A cambio de un clavel suelen quedarse con un billete del incauto que abre el monedero para pagar la flor», señala el texto, que resalta la movilidad del grupo: paseo de Gràcia, Sagrada Família, Barri Gòtic. En el paseo de Gràcia actúan otros dos grupos de carteristas: Los tres cerditos, por ser estos de complexión gruesa, o Los cuatro rumanos. «Suelen intercambiarse chaquetas y tienen físicos parecidos buscando confundir al denunciante en caso de detención, no recomiendo encararse con ellos», dice el informe.

LAS DESCUIDERAS BOSNIAS DEL HARD ROCK CAFÉ Famosas por pulular alrededor del Hard Rock Café, este grupo de chicas opera en el conjunto de terrazas de la plaza de Catalunya y en las zonas de subida y bajada de los buses. «Usan a los miembros jóvenes del clan de informadores», dice el texto, que destaca que «no son agresivas».

LAS MÁS CAMALEÓNICAS BOSNIAS DE SAGRADA FAMÍLIA El informe explica que estas mujeres bosnias «han mejorado mucho la estética». «Sus tintes del pelo no son tan malos y a veces cuesta diferenciarlas de los turistas; llevan gafas de sol y bolsos de imitación», señala el texto, que alerta de un truco: «Suelen llevar el plano de Barcelona editado por El Corte Inglés, más grande que el del Bus Turístic» lo que les tapa mejor las manos. «No suelen ser agresivas», dice el documento, que añade que un varón del clan «va a verlas para recoger el botín».
También se hacen pasar por turistas las rumanas que actúan «en las escaleras del Estadi Olímpic». «Van bien vestidas, con mapas, preguntan y al descuido, te abren la mochila y te roban». El texto habla de una banda de peruanos que opera en el parque Güell: «Simulan pinta de oriental». Su presa favorita son los japoneses.

LOS MÁS REFINADOS EJECUTIVOS DE PRIMERA HORA Son sudamericanos y españoles que vestidos «con traje y corbata operan en las recepciones de los hoteles». «Se sitúan en la cola de recepción y dejan su maletín en el suelo justo al lado del cliente del hotel que hace el check out en ese momento y que acostumbra a llevar equipaje de mano», que es lo que intentan arrebatarle aprovechando que está ocupado con el recepcionista. En ocasiones, entran «en el comedor de desayunos pues conocen las numeraciones» de habitaciones y ahí intentan arrebatar maletas o móviles.

LOS MÁS SOLÍCITOS EL ABUELITO 'CAGAPALOMAS'Así se llama en el informe una de las modalidades de los cogoteros. Un hombre mayor se acerca por detrás a una persona, normalmente un jubilado que acaba de sacar dinero del banco o un turista, y le echa una mancha. Muy amable, le avisa de la mancha y le ayuda a limpiarse, momento que aprovecha para robarle la cartera. Aunque actúan en toda Barcelona, se han vuelto muy activos en el parque Güell. En muchas ocasiones, esos ladrones no son abuelitos si no gente joven.

Y LOS 'PINCHARRUEDAS' El objetivo de los pincharruedas son los turistas que llegan en coche. Actúan en dos motos, en una va una persona y en la otra, una pareja. Cuando la víctima no se da cuenta, le pinchan una rueda del vehículo. Después se ofrecen a ayudarle y mientras uno habla con la víctima, el otro le roba lo que puede por la ventanilla trasera o en el maletero.

LOS MÁS CONOCIDOS  LOS RUMANOS DEL METRO DEL PASEO DE GRÀCIA Es una banda muy activa, el aumento de la presión policial en la L-3, su favorita, les ha hecho trasladarse a la L-1. Aunque suelen robar aprovechando aglomeraciones creadas por ellos mismos a la subida o bajada del vagón, han incorporado métodos como el culazo: se colocan ante la víctima y de repente lanzan el culo atrás, con lo que le golpean y le dejan sin respiración. Entonces le roban.
Suelen ir en grupos de cuatro o seis personas. Según explica el informe, «son menores de 30 años, trabajan preferentemente en la línea amarilla y en las escaleras que dan salida al paseo de Gràcia (llevan algunos tatuajes con caracteres que intentan ser chinos). Roban a los mochileros o a todo el que crean que es guiri». Pueden llegar a encararse con las víctimas a las que intentan robar, «de las que se mofan al ser un grupo de como mínimo cuatro miembros», explica el texto, que añade: «El personal de seguridad del metro les ha echado varias veces, pero vuelven con total impunidad».

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