11 de julio de 2018

La megaestafa del vino español que se vende como si fuera francés

Han pasado muchos años, incluso siglos, desde que el vino del barrio de la Estación de Haro (La Rioja) salía hacia Francia para hacerse pasar por vino de Burdeos, pero parece que la picaresca por parte de algunas bodegas francesas todavía sigue activa.
Y es que, la agencia de fraude al consumidor de Francia (DGCCRF) ha confirmado el pasado lunes que 70,000 hectolitros –el equivalente a 10 millones de botellas– de rosado español fueron falsamente etiquetadas como añadas francesas por cientos de productores en 2016 y 2017.
10 millones de botellas de rosado español han sido falsamente etiquetadas como añadas francesas
Según recoge Le Parisien, el fraude se debe a una cuestión de precio: el rosado español se vendía en ese momento a granel a 34 céntimos por litro, en comparación con los 75 a 90 céntimos que costaba el rosado francés.
El director de la DGCCRF (Dirección General de la Competencia, del Consumo y de la Lucha contra el Fraude), Alexandre Chevallier, explicaba en una rueda de prensa que la agencia fue alertada de que el vino españolhabía sido “afrancesado” a finales de 2015. “Lanzamos una investigación a todos los niveles, desde productores hasta importadores, restaurantes y distribuidores”, explicó Chevallier, añadiendo que un 22% de las empresas fueron sujetas a controles en 2016, y un 15% de ellas en 2017 –743 establecimientos– fueron citadas por tratar de presentar el vino extranjero como francés.
Si bien algunas bodegas hicieron pasar descaradamente el vino español como francés, es el caso de las botellas que muestran en sus etiquetas dibujos de chateaux ficticios; otras fueron más sutiles y colocaron un “producido en Francia” en la parte delantera de la etiqueta citando al mismo tiempo “vino de la Comunidad Europea” en la parte posterior.
Este tipo de fraudes en Francia conllevan sanciones de hasta dos años de prisión y multas que pueden alcanzar los 300.000 euros.
El rosado español se vendía en ese momento a 34 céntimos por litro en comparación con los 75 a 90 céntimos que costaba el rosado francés
Jérôme Despey, secretario general del sindicato agrícola FNSEA, quien también trabaja como viticultor en el sur de Francia explicaba a AFP la necesidad de “continuar con la presión de los controles para que estas situaciones no vuelvan a repetirse” y al mismo tiempo lanzaba una petición al gobierno francés: “un etiquetado más claro sobre la procedencia de los productos”.
Las tensiones entre los viticultores a ambos lados de los Pirineos han crecido en los últimos años, al punto de que incluso las protestas francesas –que acusan a los españoles de “competencia desleal”– han impedido que los camiones españoles lleven su vino al país galo, con los manifestantes vaciando sus cargas en las autopistas. Y es que los excedentes de producción en España han hecho bajar los precios del vino francés, lo que ha convertido a los vinos españoles en un tentador negocio para algunos distribuidores.

27 de junio de 2018

La estafa del chef que se hacía el muerto para quedarse el dinero de las bodas

El día de su boda, Leonardo y Adriana amanecieron con un mazazo inesperado. El jefe de la empresa de catering que iba a ofrecer el convite y uno de sus hijos habían fallecido en una accidente en la cocina. Recibieron un e-mail de la empresa sobre las 4.30h informando del suceso y de que no podrían prestar el servicio esa tarde. Los novios, en estado de shock, trataron de contactar a la empresa durante todo el sábado. Habían pagado 1.500 euros de adelanto, faltaban apenas unas horas para el evento más feliz de sus vidas y estaban vendidos. Insistieron al teléfono sin obtener respuesta. Finalmente pudieron contratar a otra empresa in extremis y celebrar su boda junto a sus 40 invitados pasadas las 9 de la noche en la finca familiar de Villaviciosa de Odón (Madrid).
El día siguiente, el domingo, por fin alguien les cogió el teléfono. Se presentó como Carlos, hermano de Jesús, el jefe muerto en cocinas. Informó a la pareja de que les devolvería los 1.500 euros pero que necesitaba tiempo por un bloqueo de las cuentas bancarias a raíz del fallecimiento. Era septiembre de 2015. Pasaron las semanas, luego los meses y ya nunca más supieron de él. Lo que no sabían entonces los novios, hoy marido y mujer, es que en ese tiempo no hablaron con Carlos sino con el propio Jesús, quien presuntamente habría simulado su muerte y la de uno de sus hijos para no prestar el servicio y apropiarse del dinero abonado. Ayer, la Audiencia de Madrid celebró el juicio por el que la fiscalía pide 15 meses de prisión para Jesús Campos y su hijo Yeray, administrador de la empresa Catering Modena.
Correo recibida por Leonardo y Adriana el día de su boda.
Correo recibida por Leonardo y Adriana el día de su boda.
Esta empresa familiar habría replicado la misma técnica, la de cobrar un 75% del servicio y luego dejar a los novios tirados la noche antes, hasta en seis ocasiones entre 2015 y 2016. En al menos dos casos más repitieron el truco. "Recibí un correo a las 3.58h con el asunto ‘anulación de eventos’. El correo decía que había habido un incendio en la planta y que había muerto Jesús y su hijo Yeray. Lo firmaba Carlos Campos, que hasta donde yo sé no existe”, recuerda Amelia, que pasó por este trago el 19 de septiembre de 2015, dos semanas después que Leonardo y Adriana. “Llamó mi madre con su teléfono, porque a mí me olía muy raro todo, y Jesús, haciéndose pasar por Carlos, dijo que estaban en el Instituto Anatómico Forense. Mi madre le dijo si no sería eso una broma y respondió ‘no, por dios señora, con eso no se juega’. Les habíamos pagado 4.600 euros por un servicio de entrantes y barbacoa para 100 personas”.
Jesús Campos ya ha sido condenado dos veces por estafa en cátering para bodas. Al menos seis parejas se habrían visto afectadas
Amelia tardó solo una semana en denunciar a Catering Módena, cuyo administrador y firmante de los contratos fue de nuevo el hijo, Yeray. “Hasta cuatro veces Jesús no se personó a la vista. Al final la jueza le forzó a venir y Jesús admitió que en todo momento su intención había sido la de estafarnos, que no tenía intención de prestar el servicio”, recuerda Amelia, que se casó en Robledo de Chavela (Madrid). El juicio fue en junio de 2017 y Campos fue condenado a un año de prisión, pena que debía cumplir al tener antecedentes penales. La juez le dio opción de retrasar la pena si devolvía los 4.600 euros. El sentenciado estuvo posponiendo el pago con distintos argumentos hasta que finalmente entró en la prisión de Estremera en marzo de 2018, donde todavía sigue internado mientras ve cómo se le acumulan los cargos por los distintos servicios cobrados y no prestados.
Jesús Campos, de rojo, junto a su hijo Cristian en un evento.
Jesús Campos, de rojo, junto a su hijo Cristian en un evento.
Así, a este año de prisión se le suman otros dos años y siete meses por una nueva estafa cometida en Valladolid. En esa ocasión ni siquiera avisó a los novios. No prestó el servicio porque, en su versión, la pareja le adeudaba 500 euros y creía que no los iba a cobrar. A Raquel, otra de las víctimas, sí le avisó. “Exactamente el mismo correo que mandó a Amelia, mismo día y misma hora. Ella se casaba por la mañana y yo por la tarde. Pudimos celebrar el banquete con un asado”, recuerda. Raquel sí logró que uno de los hijos, Cristian, le devolviese los 1.500 euros abonados después de contar su caso en el programa Espejo Público. “A día de hoy aún me amenazan porque dicen que yo facilité fotos al programa. Es increíble”, afirma.
Algunas parejas improvisaron el banquete con asados y otras con paellas y embutidos
Raquel pudo improvisar su gran fiesta con un asado y Amelia con “tortilla, paella y embutidos”. “Mira que le dije veces que eso no se hace así, que va a acabar mal. Si un precio no te convence lo subes, pero no haces eso”, suspira Mónica, esposa de Jesús, a la salida de la audiencia. “Esto le ha pasado por gilipollas, porque no se ha hecho rico. Daba unos precios bajísimos, era tiempo de crisis y quería ganar clientes. Tuvo servicios muy buenos y en otros hizo esto. Yo le decía que lo dejara, que se buscara un trabajo. Toda la culpa es suya”, prosigue la esposa, angustiada porque uno de sus tres hijos, Yeray, ha sido denunciado por primera vez como corresponsable y se enfrenta a pena de prisión por delito de estafa. No en vano, Yeray es el titular de la cuenta a la que Leonardo y Adriana ingresaron esos 1.500 euros. Misma cuenta y titular que el resto de parejas.
Los afectados no entienden por qué una persona que sí es cocinero y presta servicios de catering se dispuso a estafarles. Desde la familia de Jesús apuntan a que ofrecía precios tan bajos que tuvo que echar mano del engaño al verse apurado económicamente, pero que nunca tuvieron constancia de que se hacía el muerto en una explosión en su cocina para dejar tirados a los novios la noche antes y quedarse con el dinero.

19 de abril de 2018

Cinco años sin pagar en el metro: así son las tarjetas piratas

“Empecé a manipular tarjetas de metro en segundo o tercer año de carrera, con 20 años”. Dentro del mundo de la piratería informática no todo es craquear webs o robar y distribuir datos. Algunos hackers prefieren trabajar a pequeña escala. Este en concreto, tiene 25 años y se dedica a manipular tarjetas de metro.
Delgado y con apariencia de niño, el informático, que prefiere mantenerse en el anonimato, se mezcla en la atmósfera estudiantil que impregna un pequeño café de la calle Verntallat, en Barcelona. Tras pedir té, charla desinteresadamente. Desde fuera, nadie diría que lo que le ha traído aquí es mostrar cómo se manipula una tarjeta de transporte.
El fraude en el transporte público de Barcelona produjo en 2017 un perjuicio de 9,6 millones de euros a las arcas de TMB, según informa la compañía. La Autoritat de Transport Metropolità (ATM) estima que en 2016 se realizaron cerca de 22.247 viajes anuales en transporte público sin pagar, lo que representa un impacto económico diario de 12.583 euros. La ATM señala que el 40% de los pasajeros que se colaron en el metro de Barcelona utilizaron tarjetas falsas. Este joven hacker es uno de ellos.
“Soy ingeniero, aunque actualmente no trabajo ni estudio. Antes de empezar a hacer esto pagaba para ir en transporte público pero ahora ya no”, cuenta a La Vanguardia tras dar un sorbo a su bebida. Él ve la práctica de la manipulación de tarjetas como un método más para colarse en el metro.
En 2016 la falsificación llegó a oídos de la opinión pública tras destapar La Vanguardia varios puntos de venta de tarjetas trucadas en Barcelona. El mercado clandestino consistía principalmente en el trucaje de la T-10. La Autoritat de Transport Metropolità (ATM) consiguió frenar levemente la práctica ya que el fraude en las T-10 es fácil de detectar. Sin embargo, en el caso de este joven ingeniero, descifrar su metodología se complica. Entre sorbo y sorbo de té desmenuza su sistema.
“La información de una tarjeta se encuentra en la banda magnética, lo que yo hago es copiar el código virgen y con un lector-escritor de bandas magnéticas vuelvo a escribir el código en la tarjeta ya gastada”, explica. Así, esta se puede reutilizar una y otra vez. En una tarjeta T-10, el principal problema es que cada viaje queda registrado en la parte posterior, de manera que si se truca, el revisor detectaría que se están haciendo más de diez viajes con un mismo billete.
La piratería informática amenaza al modelo de transporte público
La situación es diferente con la T-Jove, la tarjeta trimestral para menores de 25 años. En este caso, en la parte posterior solo aparece la fecha del primer viaje, por lo que en el caso de manipularla “en una inspección normal” no se percibiría el engaño, explica tras ser preguntado sobre el riesgo de que el personal de seguridad descubra la estafa.
Sin embargo, ATM discrepa de esta afirmación. “Algunas tarjetas integradas manipuladas permiten el acceso al sistema de transporte, pero siempre se detectan en caso de inspección de títulos por parte de las empresas operadoras. En este caso, se le retira la tarjeta a la persona portadora y se hace una denuncia”, explica el equipo de comunicación del consorcio.

El joven informático nos muestra cómo manipula una tarjeta
El joven informático nos muestra cómo manipula una tarjeta (LVD)
Según los últimos datos presentados por ATM, el transporte metropolitano de Barcelona cerró 2017 con un aumento del 3,1% en viajes registrados, en términos absolutos pasó de 955 millones a 985 millones de viajes. Con este incremento de pasajeros y el aumento del precio de los billetes de transporte público en Barcelona, el mercado clandestino de las tarjetas gana público potencial.
Poco después de acabar el té, el camarero trae la cuenta. Es la hora de pagar. Al informático le sirve para reflexionar: “Tengo remordimientos en cuanto a pagar o no billete del metro. Es un poco una cuestión ética, está el dilema de que es muy caro... pero si nadie lo paga, ¿cómo se mantiene?”, confiesa.
Piratería informática y seguridad pública: Una carrera de fondo
“En mi caso no es un negocio. Ni mucho menos, ya que no saco ningún rendimiento económico por ello”, apunta el joven. Eso sí, a modo de excusa, expone el encarecimiento año tras año de los precios para viajar en transporte público.
Por su parte, el consorcio de transporte público explica que el incremento de la manipulación de tarjetas en los últimos años lleva a los Mossos d’Esquadra a aumentar continuamente las actuaciones de investigación y detención, encaminadas a identificar y perseguir aquellas conductas fraudulentas que pueden llegar a tener consecuencias penales.
“Las cifras de fraude en el sistema de transporte público son difíciles de determinar con exactitud. Sin embargo, la tendencia y el perjuicio son suficientemente significativos para que tengamos que mantener constantemente la alerta y poder así contenerlas”, asegura a este diario ATM.
Periódicamente, TMB intensifica durante varios días los controles de billetes en toda la red de metro catalana. De hecho, el grupo público lleva a cabo uno esta misma semana, del 16 al 22 de abril, con el fin de reducir el fraude en el transporte público.
Es una carrera de fondo: de la misma manera que la administración pública evoluciona hacia un modelo de pago más seguro, los estafadores encuentran cada año métodos más sofisticados para esquivar la legalidad.
A finales de 2018 la Generalitat de Catalunya pondrá en funcionamiento un nuevo sistema tarifario de transporte público integrado. Bautizada como T-Mobilitat, el nuevo título de transporte contact-less sustituirá el actual modelo de prepago e integrará un chip y un número de identificación que harán muy difícil la clonación de tarjetas. De hecho, ATM asegura que “imposibilitará cualquier manipulación de las realizadas actualmente”.

Consejos para que no te engañen en un chiringuito financiero

“¿Quiere ganar una barbaridad de dinero en poco tiempo?” A estas alturas de siglo esta invitación debería hacer saltar las alarmas de cualquier inversor con ganas de rentabilizar sus ahorros. Pero parece que seguimos sin aprendernos las lecciones de la crisis.
Esta semana la Policía desarticuló un chiringuito financiero y detuvo a un centenar de personas que habrían estafado más de 2,5 millones de euros . La operación ha saltado a los medios de comunicación por lo aparatoso de la intervención judicial –una versión castiza de las imágenes a las que nos tiene acostumbrados Hollywood– y sobre todo por el volumen de detenidos.

Pero la existencia de chiringuitos financieros que operan en España sin licencia es una práctica excesivamente habitual. No hay semana que Comisión Nacional del Mercado de Valores no publique una advertencia sobre este tipo de negocios que operan sin ninguna licencia y cuyo único objetivo es captar incautos para sacarles todo su dinero.
Un timo de la estampita en versión financiera que pese a todas las advertencias no para de repetirse. La propia CNMV publicó hace unos años un decálogo de cómo evitar caer en las redes de este tipo de negocios fraudulentos.
Desconfiar de los grandes beneficios
El guión siempre comienza igual: prometiendo abultados beneficios. Como hemos comentado y como bien recuerda el refranero español “Nadie da duros a cinco pesetas”. Cualquier oferta de ganar mucho dinero fácilmente debería, cuanto menos poner en guardia al que la recibe.
No fiarse de nadie
En la mayoría de los casos, los chiringuitos financieros tienen nombres desconocidos. Nadie debería entregar su dinero para inversión sin, al menos, cotejar primero que la compañía en cuestión cumple con los requisitos para realizar esa intermediación. Hacerlo es tan fácil como consultar el listado de entidades autorizadas que hay en la web de CNMV.
Desconfíe de quien no le quiera dar las promesas por escrito
Ocurre en el sector financiero, en el de telecomunicaciones, en las eléctricas… en casi todos. La negativa a enviar las ofertas de descuentos o ganancias espectaculares a través de un contrato escrito debería ser motivo suficiente para no contratar lo que nos están presentando. ¿Si es tan bonito y tan lucrativo, cuál es el problema para ponerlo por escrito?
Si le persiguen, salga corriendo
Un buen negocio le puede llegar a cualquier en un momento determinado. Aceptarlo o no depende de las comprobaciones pertinentes. Pero ¿cuántas veces un buen negocio se repite? En cambio, una práctica habitual de los chiringuitos financieros y de cualquier timo en general es la insistencia.
Según la CNMV hay señales de alarma claras como: llamadas o correos electrónicos de desconocidos que llegan inesperadamente. Urgencia para no perder el “chollo”. Conversaciones en las que el interlocutor trata de crear una familiaridad, que realmente no existe porque es un desconocido.
Si te regalan algo de primeras, indaga
Otras de las prácticas habituales de estos chiringuitos son las bonificaciones de entradas. Sí, igual que los bingos online, te regalo 10 y luego ya inviertes tu. No es nada habitual que un profesional serio de las finanzas utilice estas técnicas así que si se lo proponen, escudriñe cuanta más información pueda para identificar con quién está a punto de hacer negocios.
Si hay que invitar a un amigo, mejor váyase de copas
Esto es un super negocio y si traes a tus amigos lo será más. Esta es la versión más clásica de un timo. Se llama esquema Ponzi en “horno” a un famoso timador italiano Carlos Ponzi que ya en 1920 ideó eso de pagar intereses de unos inversores con el dinero de los nuevos clientes que ellos captan. Este fue el modelo que también aplicó el famoso Madoff en plena crisis financiera en Estados Unidos, que fue detenido por el FBI en 2008 y que ha cumple una condena de prisión de 100 años.
Si no lo entiende no lo suscriba
Este consejo se ha repetido hasta la saciedad en los últimos años. Sirve para chiringuitos financieros y para cualquier otro producto financiero, incluso si se lo ofrece un banco. Pasó con las preferentes, con los bonos convertibles. Hay productos financieros muy complejos que pueden ofrecer rentabilidades muy altas, pero solo si se gestionan adecuadamente. No todo el mundo sabe hacerlo, ni tiene el perfil para suscribirlos. No se deje llevar por la avaricia. Lo que no se entiende, es por algo. Déjelo aparcado.
Atento a las comisiones
Es habitual que las comisiones de los chiringuitos financieros sean muy altas. Para saber si le están timando o no, una de las prácticas que no debería dejar de hacer es cotejar esas comisiones con las que cobran otras entidades por servicios similares. Le dirán que nadie cobra tanto porque nadie le da tanta rentabilidad. Si la diferencia es muy grande en comisiones, tiene otro motivo más para desconfiar.
¿Cómo y cuándo se recupera el dinero?
Esta cuestión debería quedar totalmente definida antes de estampar la firma en cualquier contrato financiero. Si no es así, hay que desconfiar. Y si realizada la operación no lo puede recuperar no deje pasar ni un momento más. “No realice más aportaciones”, en ningún caso advierte la CNMV y de el paso más importante.
Denuncie
El lugar para hacerlo es la CNMV, pero si el trámite le resulta complicado puede acudir a la policía o al Juzgado correspondiente

26 de marzo de 2018

¿Qué hacer ante un fraude con tu tarjeta de crédito?

La escalada del comercio electrónico, la digitalización de la banca y el impulso de la tarjeta como método de pago han seducido a los ciberdelincuentes, que han centrado su atención en el robo de datos de las tarjetas bancarias. Es un tipo de estafa que apareció en la década de 1980 cuando tuvo lugar un aumento impresionante en el uso de tarjetas de crédito, débito y prepago a nivel internacional, pero que a día de hoy sigue latiendo con fuerza.
El uso de la tarjeta es cada vez más frecuente. De hecho, los últimos datos publicados datan de 2016 y revelan que número de tarjetas en circulación se incrementó un 6,6% respecto al año anterior, siguiendo así la tendencia creciente, según la ‘Memoria anual sobre la vigilancia de sistemas de pago’ del Banco de España. A finales de 2016 el parque de tarjetas emitidas en España ascendía a 74,5 millones, de las cuales 48,7 millones eran de crédito, casi duplicando los 25,8 millones de tarjetas de débito.
Internet, el medio por excelencia para fraudes con tarjeta
Internet, el teléfono y el correo electrónico son los medios por excelencia para realizar fraudes con tarjetas bancarias. Según publica el Banco de España, el 69% de estas operaciones fraudulentas se comenten a distancia, es decir, a través de estos canales. Sin embargo, sólo el 28% se realiza en TPVs (Terminal en Punto de Venta) y una minoría del 3% en cajeros automáticos.
Con respecto a los datos de fraude con tarjetas bancarias, en 2016 se registraron 888.000 operaciones fraudulentas con tarjetas emitidas en España, por un importe en el entorno de los 56 millones de euros. La cifra señala así un fraude medio de 63 euros por operación.
Copiado y duplicado de la tarjeta
Según estos datos, el mayor número de fraudes no son consecuencia del robo o pérdida de la tarjeta, sino que se producen por el copiado y duplicación de tarjetas de crédito mediante un enlace o un programa malicioso. Los mismos datos de la tarjeta que los ladrones antaño intentaban obtener a través de la observación directa del soporte físico, ahora los obtienen a través de Internet.
Cuando hay una obtención de los datos de las tarjetas de forma fraudulenta, la normativa obliga a la entidad correspondiente a devolver a los consumidores la totalidad del importe defraudado, asegura la OCU. La Ley de Servicios de Pago limita la responsabilidad del titular, por lo que el usuario no debe responsabilizarse de ninguna cantidad.
Los pasos a seguir en caso de robo de datos
Sin embargo, en los casos en que el fraude se produzca como consecuencia del robo o pérdida de tarjeta, el usuario es responsable por el uso fraudulento antes de la comunicación del robo o la pérdida, pero por una cuantía limitada a un máximo de 50 euros salvo culpa o negligencia grave.
Según la OCU, el primer paso a seguir es comunicar el suceso llamando por teléfono al banco y anular las tarjetas. También es necesario denunciar el robo de datos de la tarjeta puesto que sin la denuncia, no se puede reclamar contra los seguros o ir contra la entidad si no se hace responsable. A continuación, hay que reclamar ante el Servicio de atención al cliente o el defensor del cliente en caso que la entidad no quiera hacerse cargo de las cantidades defraudas. Si pasan quince días sin contestación o si la solución no es satisfactoria, se podrá reclamar en el Departamento de Conducta de Mercado.

20 de marzo de 2018

Evita que te estafen al alquilar a través de Airbnb

Si existe una plataforma que ha revolucionado el sector turístico en la última década esta es sin lugar a dudas Airbnb. En estos diez años, millones de personas han confiado en el portal, convirtiéndolo en uno de los líderes del sector del alojamiento online. Su imagen conecta con un usuario que busca alquileres asequibles, acogedores, bien situados y, con frecuencia, también bonitos.


Sin embargo, como en todos los modelos de éxito, el riesgo para el cliente también existe y algunos de sus huéspedes -denominación utilizada por la compañía- han sido objeto de estafa. La propia plataforma publica algunasrecomendaciones para evitar ser víctima de un timo, pero si quieres ir sobre seguro, te aconsejamos que leas con atención estas cinco reglas de oro, medidas preventivas que evitará más de un sobresalto.
1- Comprueba si te encuentras en la página real de Airbnb
Una de las estafas más frecuentes en la red se realiza a través del denominado ‘phishing ’, un método que consiste en suplantar la identidad de un tercero, haciendo creer a la víctima que se está tratando con el proveedor real. A partir de un correo electrónico, el delincuente virtual suele conducir a la víctima a un sitio web falso.
Por esta razón es imprescindible que, cuando operes con Airbnb revises la url. Observa que esta siempre empieza por “https”, es decir que se trata de una conexión a una página que utiliza lenguaje codificado y, por lo tanto, ofrece mayor seguridad. Ten en cuenta también que la plataforma no dispone de ‘live chat’, por lo que si la página te genera dudas, abandónala.
Si recibes correos fraudulentos, comunícalo al portal, puedes evitar que otra persona caiga en la trampa.
2- No contactes con el anfitrión por mail fuera de la plataforma
Aunque el anfitrión despierte en ti confianza, no te arriesgues a contactar con él fuera del entorno de Airbnb, podría tratarse de un engaño por parte del casero o de alguien que hubiera usurpado su identidad digital.
Es importante que tengas en cuenta que el portal únicamente envía mails a través de 10 direcciones de correo electrónico publicadas en su página web. Toma nota, son estas: @airbnb.com, @airbnbmail.com, @e.airbnb.com, @host.airbnb.com, @guest.airbnb.com, @airbnb.zendesk.com, @airbnbaction.com, @outreach.airbnb.com, @express.medallia.com o noreply@qemailserver.com.
3- No pagues directamente al anfitrión
Como en el caso anterior, utiliza la página del portal para realizar transacciones económicas, ya que, de producirse cualquier problema y pierdes el dinero, Airbnb no se hará responsable. Por lo tanto, aunque así te lo pidiera el anfitrión, no te arriesgues y desoye sus peticiones.
4- Analiza bien anfitriones y críticas
Desconfía a priori de un anfitrión sin apenas biografía con unalojamiento sin ninguna crítica. A priori, el propietario se verifica a través de una fotografía, el correo electrónico, el número de teléfono y las redes sociales.
Observarás que algunos de ellos se identifican con la etiqueta ‘Superhost’, un distintivo que destaca a propietarios modélicos para el resto de miembros de la comunidad.
Optar por alquilar un apartamento a un Superhost garantiza que tratas con un casero experto y eficiente cuya propiedad ha tenido huéspedes un mínimo de diez veces a lo largo del último año, en el 90% de los casos responde en 24 horas, y ha obtenido 5 estrellas en el 80% de sus evaluaciones, entre otros requisitos.
Si eres de los que se fía de sus propias impresiones, aprovecha la ocasión de utilizar la mensajería del portal, que te permitirá hablar a tiempo real con él.
5- Consulta la política de reembolso
No creas que Airbnb te devolverá tan fácilmente el importe de tu reserva. El portal dedica una página específica en la que detalla los tres únicos supuestos que permitirán hacerse con el reembolso, por lo que te recomendamos que antes de realizar cualquier reserva, los leas con atención.
El primero de ellos es la anulación por parte del anfitrión de la reserva poco antes del viaje o la imposibilidad “razonable” de acceder al alojamiento (por ejemplo, no tienes acceso a las llaves o al código de seguridad). La segunda es la descripción o ilustración inexacta de la propiedad (tamaño de las estancias, ubicación del inmueble o falta de servicios publicitados...), mientras que el tercer motivo por le que Airbnb acepta el reembolso es por la falta de limpieza o de seguridad entre otros aspectos.

Twitter Facebook Favorites

 
Design by NewWpThemes | Blogger Theme by Lasantha - Premium Blogger Themes | New Blogger Themes