28 de septiembre de 2014

La rueda portuguesa estafó más de 5 millones de euros

Ya lo dice el refrán, cada dia que amanece, el número de tontos crece.  Las estafas piramidales son propias de paises bananeros, se juega con la ignorancia y la avaricia de la gente.

Por primera vez víctimas de una de las mayores estafas piramidales de Galicia rompen su silencio y explican a la SER cómo les engañaron. Al menos 500 gallegos fueron estafados por una red que les prometía multiplicar por ocho los 10.000 euros que como mínimo había que aportar para entrar en la rueda. La estafa piramidal no se pudo investigar por "la vergüenza de las víctimas", que no formalizaron denuncias por no quedar públicamente "como ingenuos o tontos"




La organización, entre los que había "importantes empresarios de la construcción de Lugo", según fuentes judiciales, captó en 2010 a centenares de personas que entregaban el dinero en Viana Do Castello, Portugal.

Varios restaurantes y casas de turismo rural, "casi siempre las mismas", eran los lugares donde se "escenificaba" el "negocio del siglo". La mayoría de los estafados procede de Lugo pero también hay muchos casos de Pontevedra, Orense y A Coruña. La Cadena SER ha podido contactar con varios afectados por la rueda portuguesa que han ayudado a reconstruir su funcionamiento.

 "Ofrecían la posibilidad de, poniendo 10.000 euros, recuperar 80.000. Mi jefe me vendió la idea, puse el dinero y todavía, más de cuatro años después, sigo esperando", narra un afectado.

"Algunos pidieron hasta créditos; parecía el negocio del siglo", asegura a la Cadena SER otra de las víctimas de la rueda portuguesa que, como la gran mayoría, acabaron estafados sin ni siquiera recuperar un euro. Este joven, con varios hijos, cuenta por primera vez su historia a punto de que se cumplan cinco años y de que el delito prescriba. El juego consistía en conseguir nuevos inversores con la supuesta garantía de que los que habían aportado antes el dinero llegarían al núcleo de la rueda y cobrarían. La esperanza era que por 10.000 euros que había que poner inicialmente una vez llegabas al centro de la rueda obtenías 80.000. Eso sí, no valía sólo con poner el dinero, había que traer al menos otros dos inversores y así infinitamente seguiría la cadena. Cadena que se rompió y centenares de afectados vieron cómo se esfumó su dinero.



La lógica matemática hacía ver que la rueda tarde o temprano quebraría, que los que entrarían los últimos no cobrarían, pero las víctimas iban cayendo porque al inicio "varias decenas de inversores sí que cobraron e hicieron ostentación de ello pues de eso se trataba: eran el cebo para que fueran picando los siguientes", explica a la Ser una fuente judicial que intentó investigar la estafa pero que no puedo continuar porque varios de los estafados contactados "se echaron para atrás, no querían que sus nombres figuraran en ninguna parte, porque decían que era vergonzoso quedar públicamente como unos tontos a los que habían robado 10.000 euros de esta manera aparentemente tan inocente", afirma esta fuente. La misma fuente ya había investigado antes otras estafas piramidales en Galicia, como la de Clemente Carnero del Teso, ex empleado de la empresa Renta 4 de Lugo, en teoría corredor de bolsa y que está acusado de estafar más de dos millones de euros a inversores de Lugo y Coruña. Esta investigación, en la que al parecer se movían cantidades mucho mayores (como mínimo 60.000 euros por inversor), continúa abierta y está en manos de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de Coruña.

Los amigos y conocidos eran los ganchos

La rueda portuguesa captaba a las víctimas en bares, restaurantes y conocidos locales de ocio nocturno de Lugo, donde siempre aparecía alguno de los ganchos, que sí había cobrado. Para acabar con la lógica desconfianza inicial, algunos de los "inversores" eran invitados a ver el dinero o a acudir a alguna de las reuniones donde se repartían el dinero "en teoría una vez a la semana en Portugal", según esta fuente judicial.
Uno de los estafados que ha contado su historia a la SER asegura que "todo era un teatro, te llevaban a buenos restaurantes, había gente de todo tipo, entre ellos empresarios potentes, y veías las máquinas de contar dinero sin parar, al final, así que si encima quien te capta es un amigo o alguien de tu confianza, acababas entrando".
 
Los grandes empresarios buscaban intermediarios

No obstante, el experto investigador judicial asegura que los grandes empresarios nunca acudieron a las reuniones, que siempre usaban a un tercero que les llevaba el dinero. Lo que sí confirma esta fuente es que la red primero acudió a captar a grandes empresarios. "Así se garantiza una inyección fluida de dinero para empezar a pagar y hacer correr la rueda, que se viera por todo Lugo que había gente que estaba ganando dinero rápido y fácil. Pero claro, sólo unos pocos cobraron", afirma.

La rueda portuguesa "se durmió como a finales de 2010, como todas tarde o temprano, y los cabecillas salieron huyendo", así que según una fuente policial "los empresarios y la gente más de a pie antepuso su imagen al dinero, nadie dijo públicamente que le habían engañado por no quedar como pardillos", insiste este otro investigador. Las víctimas lo corroboran.

Todas las fuentes insisten es en señalar que el derrumbe del sector de la construcción, ya en plena crisis económica, animó a muchos a buscar en la rueda portuguesa un supuesto "salvavidas" para recuperarse en ese contexto de dificultades.

La mayoría de las víctimas, en pequeñas poblaciones

Becerreá, Sarria y Lugo capital fueron las zonas donde más víctimas cayeron en las redes de la rueda portuguesa, y especialmente en estas poblaciones más pequeñas los perfiles de los estafados eran muy variados. "Había gente normal, también agricultores y gente humilde que invirtió sus ahorros. Yo conozco mucha gente de Gastroverde, por Consagrada, por Becerreá que pidió créditos para meterse en la rueda, de Sarria también mucha. Yo perdí 10.000 y siento que los tiré por la ventana", asegura otra víctima de la rueda. Una distribución geográfica de los estafados a la que se añaden zonas como Castro o Vilalba. En las pesquisas policiales que finalmente no desembocaron en investigación judicial alguna sí que se pudo constatar como a medida que la rueda iba avanzando iba siendo ofrecida a todo tipo de gente "desde albañiles, peluqueras, funcionarios... Empezaron por los empresarios para crecer rápido pero intentaron estafar a todo el mundo", sostiene. "Más tarde permitían que la gente pusiera menos dinero, unos 5.000 euros, así el perfil de la gente a estafar era mayor", describe esta fuente que lamenta que nadie diera el paso de denunciar: "Sin denuncia no hay investigación. Además el delito se cometía en suelo de Portugal. Fue una pena no poder destapar a los cabecillas".

21 de septiembre de 2014

Detenidos dos mediadores de seguros por presunta estafa a unas 500 personas durante diez años

Agentes de la Policía Nacional, con la colaboración de la Policía Local de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), han detenido en esta localidad a dos mediadores de seguros —el corredor de seguros y una empleada— por presunta estafa a más de 500 personas durante diez años. 

Según informa en una nota, los arrestados cobraban en metálico las pólizas de seguros de automóviles, que daban de alta y de baja en el mismo día, por lo que los vehículos quedaban sin cobertura. 

La investigación se inicio a raíz del descubrimiento de que varios vehículos implicados en accidentes de tráfico o sancionados por infracciones a la Ley de Seguridad Vial carecían de pólizas de seguro en vigor. Sin embargo, los propietarios de los vehículos implicados en los accidentes desconocían la situación de ausencia de cobertura legal y aseguraban haber contratado una póliza a través de un conocido mediador de seguros de Sanlúcar de Barrameda. 

Así las cosas, cuando los afectados por la presunta estafa se ponían en contacto con el mediador, éste, para intentar no levantar sospechas, argumentaba que se había tratado de un "error de gestión" de la póliza. También aseguraba que en contraprestación por los perjuicios ocasionados se haría cargo de la tramitación de los recursos de multas, así como de la formalización de una nueva póliza sin coste añadido. 



Los investigadores descubrieron que para la tramitación de algunas de las nuevas pólizas, el mediador habría utilizado datos de filiación procedentes de la cartera de clientes, sin conocimiento de éstos, como tomadores del seguro. Se trataba de conductores con bonus de no siniestralidad o de antigüedad, para tratar de aminorar el coste del seguro al que tenía que hacer frente económicamente a consecuencia de los accidentes. 

Los investigadores han arrestado al corredor de seguros, así como a una empleada, como presuntos responsables de delitos de delitos continuados de estafa y falsificación documental. Los presuntos autores también trataban modalidades de seguros como pólizas del hogar o seguros de vida. En el registro del establecimiento comercial y un domicilio se ha incautado diverso material informático y numerosa documentación que apunta a la existencia de un elevado número de perjudicados, que a tenor de la amplia cartera de clientes durante diez años, se estima en torno a 500 personas.

La lavadora del dinero negro

Un hombre entra en un casino, cambia 600 euros en fichas, pide una copa y se sienta en la ruleta. Coloca 300 euros en el rojo y otros 300 en el negro. No va más. Sin embargo, a menos que salga el 0 —una remota posibilidad entre 37—, ni ganará ni perderá nada. Es una apuesta sin riesgo. Está blanqueando sus 600 euros. Ahora imaginen a un ruso de 27 años sentado en una habitación de San Petersburgo y controlando desde su portátil una red de ordenadores troyanizados con cuentas en distintos casinos online y casas de apuestas. Ambos están jugando a lo mismo, pero el segundo a escala global, de forma automatizada y multiplicando exponencialmente por todos los usuarios que ha hackeado el límite de las apuestas y la suma blanqueable.
Así es como operaba una de las últimas organizaciones de este tipo que desmanteló el año pasado la Policía Nacional en la operación Ransom. Un grupo del Este que trabajaba en 30 países y que blanqueaba un millón de euros al año mediante el juego online y otras pasarelas de pago. Se trata de una forma de lavado de dinero negro en auge, que ya han investigado la Policía Nacional y la Guardia Civil (que en 2012 remitió un informe a la Fiscalía Anticorrupción), y que preocupa a todos los países. El Congreso de EE UU recibió hace un año la confirmación del FBI de que determinados casinos online podían estar sirviendo al crimen organizando y los servicios de seguridad británicos han alertado de la utilización de este método por parte de organizaciones terroristas. Sin embargo, por su difícil rastreo, no hay cifras que lo cuantifiquen.



El juego online puede utilizarse para blanquear dos tipos de capitales: dinero procedente de la ciberdelincuencia (que suele estar en alguna cuenta bancaria, normalmente robada o en criptomonedas como el bitcoin, obtenidas en negocios ilegales en portales de la deep web) y dinero negro tradicional que se posee en efectivo o en cuentas bancarias de paraísos fiscales. Para no dejar rastro, la clave en ambos casos consiste enhackear cuentas de jugadores registrados y mover el dinero en las apuestas suplantando su identidad.
El método más sencillo es el póker de uno contra uno: basta con controlar a los dos jugadores hackeando perfiles de usuarios legales para que el dinero que se pierde por un lado salga por el otro en forma de premio blanqueado (ver gráfico). Pero también se puede hacer jugando a la ruleta (poniendo la misma suma al rojo y al negro) o en las apuestas deportivas (apostando por dos contrincantes de un mismo enfrentamiento, incluso desde portales distintos para no levantar sospechas), como señala el informe que los expertos en delitos informáticos Félix Breza y Yaiza Rubio remitieron a la Guardia Civil hace un año.

Los juegos más utilizados para el blanqueo son el póker, la ruleta y las apuestas deportivas
Los inspectores de Hacienda se quejan de la falta de medios y de la dificultad de controlar este y otros nuevos tipos de lavado de dinero asociados a Internet. José María Peláez, antiguo presidente de Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) y experto en blanqueo lo explica así: “A los pocos medios que tenemos, hay que añadirle las dificultades de identificar a los jugadores debido a robos de carnés de identidad o tarjetas de crédito… Pasarán muchos años antes de encontrar técnicas efectivas para evitarlo, y más mientras existan paraísos fiscales. Con solo una llamada, un agente de ese banco viene a buscar el dinero, te da un recibo y en dos minutos lo tienes ahí. Si hay juego online, siempre habrá riesgo, es casi imposible evitarlo”.
En noviembre de 2013 había en el mundo 2.734 webs de juegos onlinepropiedad de 867 empresas que operan en 104 jurisdicciones internacionales (la mayoría en paraísos fiscales). Cada país tiene una regulación distinta sobre las normas de identificación de los jugadores y las formas de pago de los usuarios (aquí son todas las que acepta el Banco de España, incluyendo Ukash). España se propuso regularizar el mercado en 2011 con una ley (13/2011) bajo la que se han concedido 62 licencias de juego online y se endurecdido el control. “Las medidas prevención que aplicamos en España son ahora muy garantistas con el sistema de identificación de los usuarios”, señala el portavoz de laAsociación de Española de Juego Digital, Miguel Ferrer. Es difícil que se pueda cometer blanqueo a gran escala”.

La Policía Nacional desmanteló hace un año a una red de criminales que blanqueaba un millón de euros al año con estos métodos
Pero el principal problema son los casinos y plataformas de juego digitalilegales (alrededor de 25.000, la mayoría en la deep web, según McAfee) o aquellos que simplemente operan fuera de nuestras fronteras bajo dominios.com. En ese tipo de webs, como anonibet.com, donde un español puede jugar con solo utilizar un proxy (programa que cambie la IP de su ordenador y su geolocalización), el anonimato puede llegar a ser casi total. En parte por ello, el 40% de los jugadores españoles lo hace en esas empresas de juego, señalan desde la Asociación de Española de Juego Digital.
Algunos países, como España, limitan a cantidades relativamente pequeñas el dinero que puede apostar cada jugador (600 euros al día, 1.500 a la semana y 3.000 al mes). Por eso, estas mafias organizadas acostumbran a utilizar de forma automatizada los ordenadores (botnets) comprometidos, de modo que decenas de cuentas hackeadas jueguen contra otras por donde saldrá el dinero lavado. Hay grupos organizados que pueden tener más de 100.000 ordenadores intervenidos, zombis los llaman. Esa fragmentación de capitales que se consigue se conoce comosmurfing (de pitufo en inglés). “Mucha gente se ha quejado de que les habían bloqueado la cuenta y era porque alguien había estado jugando con su usuario sin que lo supiera. El casino tiene la obligación de cumplir con la prevención de blanqueo de capitales y hace monitorizaciones que, en función de una serie de umbrales y comportamientos anómalos, les alerta. Pero aplicando el smurfing no lo detectan”, señala Álvaro del Hoyo, experto en seguridad informática de la empresa s21sec.

En España, el principal problema son las webs de juego que operan sin licencia en dominios .com
Sobre todo en las webs que se rigen por normas distintas de las de España. Porque el problema es que en muchas de ellas el dinero se puede introducir y sacar mediante distintas y difícilmente rastreables formas de pago, algo fundamental para el blanqueo. Algunas incluso aceptan tarjetas prepago o de débito anónimas que funcionan en cajeros automáticos luego para retirar el dinero.
Pero el método más utilizado internacionalmente para esta práctica fraudulenta —en España ninguna empresa con licencia lo permite, pero supone el 8% de las apuestas internacionales— es el bitcoin. Una criptomoneda que por su alto grado de anonimato y de indefinición legal en la mayoría de países se presta perfectamente al blanqueo de capitales, como explican en Abanlex, un despcho de abogados especializado en la materia.
Lejos del glamur y los tapetes de terciopelo de los casinos reales, el perfil del cerebro de una organización de blanqueo online que opere en Europa y EE UU suele ser el de un joven nacido en algún país del este (especialmente Rusia o Ucrania, debido al alto nivel de sus universidades de informática). Este se une luego a alguien con una red de ordenadores comprometida y a un tercero que fabrica el troyano. Como en el caso de la operación Ransom, se crea luego una célula financiera que gestiona el blanqueo, que en este caso concreto estaba en la Costa del Sol. Todo ello puede contratarse en foros underground y de la deep web, como explica el experto en seguridad Javier Barrios . Y por supuesto, a ninguno de ellos le interesa lo más mínimo el juego.
Las formas de pago y de identificación varían en función de las medidas de control de cada web. Y los tipos de apuesta se van transformando y evolucionando. Pero más allá de los sistemas utilizados, todas las operaciones comparten un mismo patrón de juego en el que ganar no siempre es el mejor premio.

Nuevas formas de blanqueo

El siglo XXI y las nuevas tecnologías han realizado también su particular aportación al blanqueo de capitales. A los sistemas tradicionales como la compra de inmuebles, los premios de la lotería o los negocios fantasma (como las famosas lavanderías de la Ley Seca) se suman ahora otras técnicas. Pero el límite son es el ingenio de cada blanqueador.
Tarjetas regalo y prepago. Muy utilizado por el narcotráfico mexicano. Pueden comprarse en tiendas y utilizarse para el pago en muchas webs. Incluso para transformarse en dinero mediante el juego online.
Tarjetas de llamadas internacionales. Se pueden comprar en cualquier supermercado sin ningún justificante y se utilizan para llamar a líneas con servicios de pago ficticio propiedad de los mismos que han comprado las tarjetas.[APARTADO]
Juegos de rol como ‘Second Life’ o ‘World of Warcraft’. La compraventa de bienes virtuales (armas, venenos) para este tipo de juegos puede hacerse con criptomonedas que se compran y puede reconvertirse otra vez en dinero real por medio de una tarjeta de crédito o una cuenta de pay pal. Muchos informes alertan de esta práctica en ambas plataformas.
Tiendas online fantasma. La empresa s21sec ha encontrado en varias ocasiones negocios en Internet montados por las propias organizaciones de blanqueo donde no se vendía nada o se vendían intangibles como música compuesta por uno de los miembros de la banda para blanquear capitales. “Pillaron a un tío de una mafia que componía temas de techno, los colgaba en una página y se los compraban ellos mismos. Pero funciona con muchos contenidos digitales”, explican.
Transacciones ficticias. Se roban datos personales de la red y se simula que la víctima ha comprado en un negocio fantasma emitiendo facturas falsas a su nombre.

19 de septiembre de 2014

Las estafas piramidales captan a sus víctimas a través de Internet

La Comisión Nacional de Valores (CNV) advierte en los últimos tiempos sobre estafas piramidales que ofrecen inversiones con altos rendimientos a corto plazo y que captan a sus víctimas a través de las redes sociales u otros lugares de Internet. Entre los negocios explotados está el de compraventa de oro.
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En nuestro país las estafas piramidales suelen efectuar los primeros contactos con los interesados a través de Internet, según explica el titular de la Comisión Nacional de Valores, Fernando Escobar. Se ofrecen así inversiones en negocios que proceden del extranjero, desde el mercado de divisas (forex), commodities (como la compraventa de oro) o negocios relacionados con el sector de la tecnología.
Estas estafas duran bastante tiempo porque se producen a nivel mundial, lo que provoca que el sistema tarde en desmoronarse y cientos de víctimas sigan confiando en sus estafadores. El CNV te aconseja que si eres inversor tomes todas las precauciones posibles y hagas un estudio de todos los negocios que se ofrecen en la red y que prometen altos rendimientos. También debes abstenerte de concretar operaciones con personas o entidades o empresas que no se encuentren reguladas o supervisadas por una entidad gubernamental. De esta forma eliminas el riesgo de estafa que puede derivar de una empresa fraudulenta.
Las estafas piramidales captan a sus víctimas ofreciéndoles un negocio con altos rendimientos solo con una pequeña inversión. Según ellos, este dinero dará beneficios cuantiosos a largo plazo, aunque las ganancias se realizan solamente captando a más estafados. De esta forma se paga a los afiliados a través de cuotas de otros afiliados, hasta que el sistema cae por su propio peso y todos los involucrados pierden su aportación.
Con las nuevas tecnologías los estafadores que utilizan el método piramidal han visto una ventana abierta a captar víctimas de forma más fácil. Crean impactantes reclamos con los que llaman la atención de inversores que, de no tener cuidado, pueden llegar a perder importantes sumas de dinero. Sospecha de esto si te ofrecen unos beneficios demasiado altos en muy poco tiempo a cambio de una inversión relativamente baja para iniciar un negocio. Además, debes informarte a conciencia de qué empresa o persona está ofreciendo esa rentabilidad y consultar todos los ficheros que puedas hasta determinar que es legal. Si ya has sido víctima de esta estafa, lo mejor es que denuncies cuanto antes para que se puedan iniciar las investigaciones cuanto antes.

18 de septiembre de 2014

El timo de las 67000 revistas falsas

Hay que felicitar a la Policia ... ya era hora despues de tantos años actuando impunemente, pero mas vale tarde que nunca, aunque este delincuente llamada Antonio Pascual Fernández Muñozya está en la calle, haciendo nuevas estafas.

La Policía Nacional ha detenido en Elche, Madrid y Barcelona a 52 personas acusadas de estafar unos 15 millones de euros a más de 150.000 víctimas, entre autónomos y pymes, en toda España a quienes ofrecían anunciarse en revistas de temática policial que en realidad carecían de distribución pública ni en centros oficiales.

Imagen sacada de su página web teleges.com ... fíjate como se rie el indivíduo


Máquinas de impresión halladas en una nave de Elche (Alicante)


Los arrestados se hacían pasar por miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para engañar a sus víctimas, principalmente trabajadores o responsables de pequeñas y medianas empresas a los que ofrecían insertar anuncios publicitarios en diferentes revistas por un coste usualmente inferior a los 400 euros, informó hoy la Policía Nacional.

Las publicaciones, tanto impresas como online, eran creadas por la propia trama e incluían contenidos de baja calidad, poco elaborados o copiados de fuentes oficiales relacionados con la temática policial. Incluso llegaron a publicar entrevistas y "homenajes" a funcionarios policiales, que desconocían sus prácticas fraudulentas, para generar mayor credibilidad.

Para promocionarse, contaban con más de 31 páginas web y más de 100 números de teléfono de información, lo que dificultaba y ocultaba en gran medida el seguimiento de su actividad criminal, al contar con la posibilidad de ser dadas de alta y baja de forma rápida y anónima. La organización disponía de un complejo entramado compuesto por más de 60 empresas que daban soporte a la organización criminal y servían para ocultar su actividad real y blanquear los beneficios mediante la falsificación de facturas y de documentación pública.


Denuncias en foros

La investigación comenzó hace dos años a raíz de las denuncias de afectados por la estafa y las publicaciones de particulares en foros, blogs y páginas web y permitió reunir y analizar miles de datos sobre los integrantes de la organización, así como su entramado societario y cuentas bancarias cuya actividad se había desarrollado durante los últimos catorce años. Los presuntos estafadores utilizaban técnicas autoritarias e incluso coercitivas de telemarketing para la captación masiva de clientes, los únicos a quienes la organización enviaba realmente los ejemplares, haciéndoles creer así que la distribución era real.

Los teleoperadores eran especialmente aleccionados por el cabecilla de la trama, quien llegó a utilizar como testaferros y responsables de sus empresas a personas de avanzada edad o en precaria situación personal y económica y controlaba todos los movimientos de las empresas del entramado, así como a sus trabajadores tanto a nivel profesional como personal. 

De los 52 detenidos en la operación, desarrollada por agentes de la Unidad de Investigación Tecnológica de la Comisaría General de Policía Judicial con la colabroación de otras unidades, hay tres abogados que presuntamente asesoraban al líder de la banda en temas de blanqueo de capitales y trabajadores del entramado.

Además se han registrado ocho domicilios en Elche y se han incautado cerca de 46.000 euros en efectivo, 7 servidores (uno de los cuales se encontraba oculto en el falso techo de una de las empresas registradas), 31 discos duros, 3 coches y 1 motocicleta y varios dispositivos informáticos. Asimismo se han bloqueado los bienes inmuebles y cuentas bancarias de 32 personas físicas y jurídicas.

El presunto cabecilla de la red es un hiperactivo empresario valenciano, Antonio Pascual Fernández Muñoz, encarcelado el pasado junio y hoy en libertad condicional, a quien el juez le imputa los delitos de estafa, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales. Según las fuentes de la investigación, el supuesto cerebro de la red manejaba además de la firma Centro de Marketing Teleges, de marketing telefónico, una imprenta y sociedades inmobiliarias, que servían presuntamente para camuflar la estafa a gran escala.
El dinero negro corría de sociedad en sociedad gracias a una trama de facturas falsas. Y servía también para premiar los éxitos comerciales de su agresiva red de teleoperadores que vendía la publicidad. La policía describe al principal detenido como un experto en técnicas de motivación. Organizaba fiestas y concursos para sus trabajadores. No tenía problemas en distinguir al empleado del mes si alguno lograba subir la facturación. Todos habían pasado un exigente proceso de selección. Y al entrar en la prensa eran adiestrados para vender.
Disponían de más de 100 líneas de teléfono para convencer a pequeños empresarios de todos los sectores. Tiraban de guías de teléfono, páginas amarillas y hasta de los folletos que anuncian las fiestas patronales de los pueblos. Los investigadores se encontraron decenas de ellos en los registros. En busca de anunciantes, los trabajadores llamaban a Ayuntamientos para hacerse con esas publicaciones locales donde se publicita el pequeño comercio. De bares a restaurantes pasando por panaderías y comercios. Hasta algún club de carretera. Todos cayeron en la tela de araña de la red, que no distinguía entre provincias. De norte a sur, las pymes recibían las supuestas revistas con los mismos contenidos, solo cambiaban los anuncios del centro. Primero fueron trimestrales, luego cada seis meses y al final ya no tenían periodicidad.
Los policías no encontraron ni un solo contrato mercantil en los registros. Los comerciales ofrecían a las empresas “colaboraciones” con revistas sobre cuerpos de policía. Y mantenían la ambigüedad sobre si se trataban de organismos oficiales. Una treintena de páginas web, todas muy rudimentarias, sirvieron para dar cobertura al timo. Pero empezaron a aflorar las denuncias que alertaban del engaño. Una cámara oculta de la televisión pública valenciana puso a la organización bajo el foco en marzo de 2010. En 2012 la policía agilizó sus investigaciones. La red cayó el pasado junio. Esta semana se ha levantado el secreto de sumario.

Expansión hacia Centroamérica

La red nació en 2001 con la creación de una asociación instrumental que simulaba agrupar a policías profesionales. El ideólogo de la trama situó de presidente a un policía municipal jubilado y rellenó el resto de la entidad con familiares cercanos. Pronto el colectivo contó con una revista asociada. La prensa empezó a tirar revistas, una por anunciante, y la publicidad empezó a brotar en la era de la burbuja inmobiliaria.
La máquina de hacer dinero funcionó engrasada hasta 2006, cuando empezaron a arreciar denuncias sobre una supuesta estafa. Muchos clientes tenían sospechas hacia la asociación, desconocida para el público en general. Fue entonces, según los investigadores policiales, cuando la red cambió de estrategia comercial y decidió utilizar como reclamo entidades reales. Vinculó sus publicaciones falsas a asociaciones policiales que sí operaban, legalmente constituidas. Las técnicas de venta, en las que eran adiestrados los teleoperadores, mantenían la ambigüedad sobre la relación entre la empresa y los colectivos profesionales.
Así lo relata una nota policial: “Para la captación masiva de clientes utilizaban técnicas ilícitas de telemarketing, autoritarias e incluso coercitivas. Los teleoperadores solicitaban ‘colaboraciones’ para el anuncio en las revistas. En muchos casos se presentaban o jugaban con la ambigüedad de pertenecer a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”.
Durante meses, los agentes rastrearon los archivos y los depósitos legales de diversas provincias. Ni en la Dirección General de Archivos Museos y Bibliotecas de la Consejería de Cultura de Madrid ni en el depósito legal de la Biblioteca Nacional encontraron rastros de las presuntas revistas policiales. La policía sí halló pistas de los planes de expansión de la organización. Estaba pensando en exportar su fraude a varios países de Centroamérica. Todos de habla hispana. Para no tener que traducir las revistas.

Un iPhone y 270 euros: así de fácil es robar el pin de una tarjeta

Estoy en contra del NFC. Me parece una tecnología cuya implantación va a costar un ojo de la cara sin que la justifique una demanda real. No es la sociedad quien pide el pago por proximidad, sino las tecnológicas, ávidas por arrebatarles los datos bancarios a las corporaciones financieras. 

Por otra parte, decenas de estudios confirman que el consumo compulsivo crece a medida que se eliminan las barreras de pago, de modo que cuenten en este bando a los retailers más poderosos. Basta con viajar a Estados Unidos para darse cuenta de que la tarjeta de crédito tiene mucho más que decir de lo que pensamos. Allí, sobre todo en las grandes urbes, el plástico sirve para adquirir cualquier producto, desde un viaje en autobús hasta un coche deportivo, pasando por cualquier máquina de vending callejero. 

De hecho, hay quien recorta la banda de la tarjeta, que es lo único que leen por aquellos lares, y la guarda junto a las llaves. Cuatro centímetros y aún menos gramos de peso. ¿Dónde está el problema? Pues los hay.

 Lo cierto es que hay algún problema relacionado con la seguridad. Miren este vídeo y seguimos después.
Como ven, el robo de datos bancarios se ha sofisticado, incluso en su vertiente analógica. Con sólo un smartphone y una cámara térmica incorporada de 270 euros podemos saber qué teclas se han pulsado en un datáfono o un cajero automático. ¿Cómo? Por el principio detransferencia de calor, enunciado en la segunda ley de la termodinámica, que establece que un cuerpo transmitirá su calor a otro más frío al entrar en contacto con el fin de igualar sus temperaturas. 

Dicho de un modo más simple: si un cuerpo humano a 36º toca una pared a 15º, la huella térmica permanecerá visible unos segundos para visión infrarroja. Lo que vimos en la película Depredador (1987), vamos, está ahora al alcance de cualquiera. Tecnología vs. seguridad Toménlo como un ejemplo, porque naturalmente este no puede ser un argumento de peso en contra de las tarjetas de crédito. 

Es sólo una llamada a la reflexión. Con esta tecnología en la calle, tapar el panel mientras escribimos el código no tiene sentido. Es más, cualquier clave que se escriba en un teclado estático, con una tecla dedicada a un signo concreto, corre el riesgo de quedar expuesta. Algo similar sucedería con las cámaras de ultra alta definición, que pueden grabarle desde cientos de metros y posteriormente ampliar el plano hasta obtener información detallada de su pin. 

 De modo que, sí, necesitamos un sistema de pago rápido que esté a la altura del desafío tecnológico. ¿Es la solución el NFC? Puede, pero de momento es una tecnología en pañales que ha demostrado, como casi todas las germinales, tener muchos agujeros de seguridad. La novedad no es que los malhechores vayan por delante de la ley, sino que el ciudadano maneja herramientas de las que desconoce sus consecuencias. Y, cuando esto sucede, se lo ponemos demasiado fácil a los malos. Y los malos ahora no son sólo las mafias organizadas, sino cualquiera que tenga un pensamiento avieso y ganas de ponerse manos a la obra. 

 Mientras llega el paraíso de la seguridad, si es que esto sucede alguna vez, vuelvo a arrogarme el llamamiento a la responsabilidad personal: hagan por no ser espiados, protejan su información, que nadie va a hacerlo por ustedes.

17 de septiembre de 2014

Los Mossos detienen a un individuo que un año antes ya había estafado 8.775 euros en un hotel y 420 euros por no abonar el alquiler de un pabellón deportivo

Mossos de la Unidad de Investigación de la comisaría de Sarrià-Sant Gervasi detuvieron el pasado 8 de septiembre a un hombre de 50 años, nacionalidad española y vecino de Barcelona por un delito de estafa. El hombre habría engañado al menos 14 familias a las que les había ofrecido un falso campus de voleibol para el verano, una actividad que nunca se llevó a cabo, pero por la que cobró 6.500 euros.

La investigación se inició durante el mes de julio tras recibir hasta 14 denuncias de familias que habían apuntado a sus hijos a un campus de verano en Tossa de Mar que no se llegó a hacer. Las inscripciones se cobraron en todos los casos pero el organizador nunca devolvió el dinero después de que el campus se anulara.

El detenido ofrecía a las familias un Campus de Tecnificación de Voleibol para jóvenes en Tossa de Mar, en un entorno privilegiado, que supuestamente disponía de entrenadores de prestigio dentro del mundo del voleibol. Los jóvenes tenían que alojarse en un hotel de la población en régimen de pensión completa y las actividades se desarrollarían en un pabellón de la localidad. Las familias pagaron cerca de 440 euros por el campus que empezaba el 30 de junio y finalizaba el 6 de julio. El campus, ya se había realizado el año anterior por primera vez, resultaba atractivo y muchas familias volvieron a apuntar a sus hijos a la actividad.

Fruto de la investigación, los agentes supieron que el organizador usaba un nombre falso para relacionarse con sus víctimas para dificultar su identificación. Además, durante el campus que se hizo el año pasado no pagó el Hotel de Tossa de Mar donde estuvieron alojados los participantes, dejando a deber un importe de 8.775 euros, una estafa que el Hotel ya denunció al juzgado. Tampoco pagó el alquiler del pabellón deportivo que se utilizó para llevar a cabo las actividades y dejó a deber un importe de 440 euros.

El organizador en ningún momento tuvo la intención de hacer el campus de este año, de hecho en ningún momento hizo las reservas ni en ningún hotel ni tampoco disponía de ningún pabellón deportivo donde realizar las actividades. El hombre estafó a las familias un total de 6.498,75 euros. El detenido, que ya tenía cinco antecedentes por hechos similares, pasó a disposición judicial el pasado 10 de septiembre y quedó en libertad con cargos.

12 de septiembre de 2014

Mala praxis en MBNA o AvantCard

El fracaso del negocio de MBNA en España, debido a los abusos que han cometido, ha costado el puesto a los principales responsables de la unidad. Así, hace unos meses fue despedido el director general, Miguel Ángel Sisternas (ex Citigroup), y posteriormente han salido de la compañía su número dos,Susan Feenney, y uno de los responsables de desarrollo de negocio, Jorge Sorial. El director general actual es el francés Nicolas Huss, que también es responsable de MBNA en otros países europeos.

La salida de la alta dirección ha estado acompañada de una notable reducción de la plantilla, hasta una cifra algo superior a las 300 personas. Según algunas fuentes, MBNA llegó a tener durante el boom del crédito a mil empleados en España, 600 de los cuales se encontraban en el call center (atención telefónica al cliente). Otras fuentes, en cambio, aseguran que la plantilla nunca llegó a superar las 500 personas.

MBNA COBRA POR COMPRAS NO EFECTUADAS.  Hay un montón de gente que ha sido cliente de la tarjeta MBNA y que han sido víctimas de abusos en comisiones, bloqueos inesperados sin ningún motivo y otra serie de prácticas de dudosa legalidad., como cargos por compras no realizadas. No tenéis más que buscar en Google y podéis ver infinidad de quejas de esta puta tarjeta. http://www.rankia.com/tarjetas/4980-tarjeta-credito-mbna aunque podéis encontrar infinitas quejas. Yo recomiendo a cualquier usuario que la tenga que se desprenda de ella porque tarde o temprano va a ser víctima de alguna de estas trampas. 

Después de haber sido comprada por varias compañias con una pérdida de valor muy alto, ahora la llaman Avancard, aunque sigue reclamando de forma agresiva e insultante a los clientes presuntamente deudores. 

Eurojobsdatabase, Quiero un trabajo (estafa) ya !!

Es ilegal cualquier teléfono de tarificación adicional para ofrecer empleo.Lo dice la ley.

Lo dice el Boletín Oficial del Estado en su resolución del 15 de septiembre de 2004 en su apartado 5.3.3.6: "Los servicios destinados a solicitar u ofrecer empleo o trabajo, directa o indirectamente, ya sea remunerado o sin remunerar no podrán ofrecerse por medio de llamadas a números de tarificación adicional".http://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2004-16907

Si tienes 5 minutos puedes denunciar esta página: http://www.eurojobsdatabase.com/  que haciéndote llamar al teléfono de tarificación adicional 807402185.



Consejos:

- Nunca des datos bancarios ni de tarjetas de crédito


- No te fies de quimeras, de empresas que te van a pagar mucho dinero por un trabajo poco cualificado



- No llames a ningún teléfono con números extraños, que son de tarificación adicional


Alertas que has de tener en cuenta para evitar ser estafado:


  • 1Llamadas excesivamente largas.
    Desconfía de las llamadas que te tienen demasiado tiempo al teléfono con preguntas, grabaciones u otros métodos. No te fíes tampoco de las líneas que te incitan a llamar a otros números bajo cualquier pretexto. Posiblemente se trate de una estafa relacionada con un delito de tarificación adicional.
  • 2Ofertas de trabajo telefónicas.
    Un timo clásico de los servicios de tarificación adicional es ofrecer un empleo por teléfono. La estafa es fácil de reconocer puesto que el interlocutor te bombardea a preguntas y generalmente te incita a llamar a más números. Denuncia estas llamadas, la Ley prohíbe la oferta de trabajo a través de los servicios de tarificación adicional.
  • 3Llamadas informando del ingreso hospitalario de un familiar.
    Si recibes un aviso telefónico en mitad de la noche en el que se te informa de que un familiar tuyo está ingresado en el hospital no te fíes, es muy posible que sea una estafa. El problema es que es muy difícil mantenerse frío ante una llamada de este tipo.
    Si el interlocutor te incita a llamar a otro número de teléfono lo más seguro es que se trate de una estafa de tarificación adicional. Para salir de dudas lo mejor que puedes hacer es llamar a tu familiar. Si no consigues hablar con él prueba con su círculo de conocidos.
  • 4Concursos de televisión.
    Otra clásica estafa de los servicios de tarificación adicional son los concursos de televisión en los que hay que responder a una pregunta muy evidente para ganar un suntuoso bote: ¿De qué color es el caballo blanco de Santiago"; "¿De qué color son las mangas del chaleco de Felipe?".
    Nunca llames a estos 'shows'. Son un engaño.
  • 5SMS avisando de la llegada de un paquete.
    Si recibes un mensaje de texto en tu móvil avisándote de la llegada de un paquete que no esperabas, no te fíes. Si este SMS te incita a enviar un nuevo mensaje a otro teléfono para saber más sobre el bulto puedes salir de dudas, lo más seguro es que se trate de una estafa.
  • 6Marcadores fraudulentos para navegar por Internet.
    Uno de los timos de tarificación adicional más sofisticados consiste en acceder a la Red a través de 'dialers' que multiplican el coste. Estos se instalan en el ordenador de forma involuntaria, muchas veces junto con otros programas descargados de la Web. La mejor forma de combatir esta estafa es contando con un buen antivirus.
  • Los fraudes telefónicos de Prixline

    El uso del teléfono 806 de Prixline es "claramente fraudulento".Por fin habla la administración.
    Por fin la administración hace y dice algo sobre la ilegalidad que comete la empresa Prixline con su teléfono de alta tarificación para desempleados. 

    La Secretaría de Estado de Telecomunicaciones confirma la ilegalidad de las actividades del teléfono 806 de Prixline que maneja las cuentas:

    @prixline 
    @alertasempleo 
    @alertastrabajo 
    @ayudaexperta) 

    y le abre un expediente por estos motivos:

    1.- Están prohibidas las ofertas de trabajo o servicios relacionados con el empleo con números de tarificación adicional, y esta empresa utiliza para ello el 806 514 296.

    2.- Esta empresa usa el teléfono 668 80 43 72 para información relacionada con el empleo. Pero este número siempre tiene conectado un buzón de voz en el que una locución remite al teléfono de alta tarificación 806 514 296. Esta locución no indica el precio y el responsable de ese servicio como señala la ley, por tanto es ilegal.

    Aquí tienes la información para denunciar conductas ilegales relacionadas con telecomunicaciones y teléfonos de alta tarificación. No en la Policía ni en la Guardia Civil (así me lo indican fuentes policiales), sino aquí:  http://www.usuariosteleco.es/comoreclamar/Paginas/index.aspx

    También puedes llamar a este teléfono de la administración para que te informen: 96 801 03 62 (he llamado un par de veces y me han atendido estupendamente).

    Todos podemos denunciar. No es necesario que te hayan engañado a ti. Si tienes conocimiento de una conducta ilegal de este tipo podemos, y yo creo que, debemos denunciar. No es perfecto, no les van a borrar del mapa, sólo les quitarán el número 806 y una sanción... y seguramente buscarán la forma de seguir engañando... Pero lo único que nos queda es denunciar ante las autoridades y ante todos: aquí, en las redes sociales y en los medios de comunicación.

    Fin de temporada de verano

    Ha hecho falta que parara todo el verano, y muchas estafas para que hayan sido detenidos los delincuentes que tanto hemos denunciado en esta web. Pero mas tarde que nunca. Felicidades a la policia , ... aunque desgraciadamente, pronto estaran en la calle, listos para empezar de nuevo la próxima temporada. 
    La policía ha detenido a dos personas que alquilaban apartamentos vacacionales inexistentes a través de Internet. Los arrestados solicitaban a las víctimas el ingreso de entre 100 y 200 euros en concepto de señal para la reserva del inmueble. Por ahora se han confirmado 31 estafas en todo el territorio nacional y los delincuentes acumularon 4.000 euros. Muchas de las personas se encontraban ya de camino a sus destinos cuando la policía les informó de que habían sido estafadas.
    El pasado mes de julio una mujer denunció en la Comisaría de Toledo que había sufrido una estafa en el alquiler de un apartamento vacacional. Esta había visto un anuncio de un inmueble en Alicante en una conocida página de compra-venta de artículos entre particulares. Tras contactar vía telefónica con la presunta propietaria, llegaron a un acuerdo por el que debía enviar 150 euros mediante giro postal inmediato en concepto de señal y reserva. La supuesta propietaria desapareció tras en giro del dinero sin volver a dar señales.
    El giro había sido cobrado en una sucursal de Correos de Toledo. Los investigadores acudieron al local y averiguaron que la persona que había cobrado el dinero era una mujer, acompañada de un hombre, y que ya había recibido otros dos giros postales, cada uno de ellos por una cantidad entre 100 y 200 euros.
    La policía averiguó la identidad de ambas personas y hizo un informe con todos los giros postales que les habían sido remitidos en las últimas fechas: salieron un total de 31 envíos por un importe superior a los 4.000 euros.
    Los pisos se encontraban por todo el territorio español pero en su mayoría estaban en la playas de Levante, sobre todo en Benidorm, San Juan y Gandia. Para conseguir atraer a los clientes ponían anuncios de casas existentes con direcciones reales y fotos en los que se veía el exterior del inmueble.
    Los investigadores contactaron telefónicamente con todos los perjudicados para informarles de que podían haber sido víctimas de una estafa. Varias familias se encontraban ya de camino hacia sus destinos vacacionales cuando se les comunicó la existencia de este fraude. Muchas de las personas afectadas eran familiares que tenían relación entre sí y que se informaron de esta oferta.
    Los estafadores fueron detenidos el pasado 23 de julio cuando trataban de cobrar un nuevo giro postal. Los agentes les han intervenido dinero en efectivo y numerosas tarjetas SIM que eran usadas para poder publicar diferentes números de teléfono y así evitar su identificación.

    Contra las de estafas en Internet

    • Desconfíe de anuncios en los que el precio está muy por debajo del de mercado
    •  Acuda siempre a páginas de máxima fiabilidad y lea las opiniones de anteriores inquilinos
    • Adopte máximas precauciones en caso de tratos entre particulares, utilizando medios de pago seguros
    • Desconfíe de anunciantes que no proporcionen un número de teléfono fijo perfectamente identificable
    • En caso de alquiler de un inmueble entre particulares es conveniente comprobar la existencia del inmueble en cuestión, para lo cual podría solicitarse al arrendatario una copia de su documentación, así como un recibo del último IBI o nota simple de la última inscripción registral del alojamiento y la fotocopia del DNI
    • Es recomendable solicitar a la persona que oferte el inmueble que le envíe un breve compromiso de contrato o cualquier documento mediante el cual se pueda acreditar ese compromiso de alquiler
    • En caso de ser víctima de una estafa, acuda a una comisaría de Policía lo antes posible para interponer una denuncia aportando toda la información de la que disponga y datos del estafador

    El rey de las estafas nigerianas

    «Mi nombre es Prince Eneka Nwambu», dice tranquilo el nigeriano, con su chaqueta de lana impecable, al empezar a declarar. El fiscal le enseña unos documentos.
    - ¿Su firma está en la página 3?
    Yes.
    - ¿Recuerda esta transferencia de 40.000 euros?
    - I don't understand.
    Pocos minutos antes, los acusados por una de las grandes estafas de cartas nigerianas que ha habido en Madrid, con víctimas en medio mundo, se desperezan como leones hastiados dentro de la pecera de la Audiencia Nacional, en San Fernando de Henares. Se les acusa de montar un entramado para robar dinero a incautos que pensaban que iban a cobrar millones, pero terminaron pagando con todo lo que tenían. Quiso el tribunal, obviando la tecnología, que las víctimas de los timos millonarios vinieran a declarar a España desde Estados Unidos, Australia, México, Inglaterra o Noruega, por poner algunos ejemplos.
    Todos han perdido algo más que dinero: una estafa de este tipo les ha costado divorcios, perder su casa, peleas familiares, pérdida de amigos y de puestos de trabajo... «La banda de Prince nos ha arruinado la vida», es el resumen de muchos de ellos a la salida del juicio.

    Tenían en las leyes de la probabilidad y en la codicia de la gente su mejor aliado. Pero sin una organización compleja y bien engrasada, en la que cada componente tuviera claro su papel, nunca hubieran llegado tan lejos en su estafa. La Audiencia Nacional ha condenado a penas de hasta 21 años de prisión a los 14 miembros de una banda dedicada al conocido timo de las cartas nigerianas, que consiste en realizar envíos masivos —cientos de miles— de correos electrónicos y postales en los que se anuncia al destinatario que ha ganado una herencia millonaria o un premio de lotería, evidentemente inexistentes, y en el que se pide la entrega de ciertas cantidades económicas para tramitar un pago que nunca llega.
    La sentencia llama la atención por la magnitud del fraude. La trama estafó, entre 2005 y octubre de 2010, cuando fue desarticulada, un total de 8,8 millones de euros a tan solo 15 víctimas de seis países. Algunos afectados llegaron a abonar a la red de Prince Eneka Nwambu —el cabecilla del grupo— casi dos millones de euros. Es el caso del ciudadano noruego Odd K. V., que a lo largo de 2009, realizó 18 transferencias por valor de 1,86 millones a cuentas bancarias de la banda tanto en España como en Reino Unido convencido de que iba a recibir a cambio una herencia de 14 millones de euros. O el estadounidense Howard Alfred S., que abonó 3,8 millones de euros creyendo que iba a cobrar la mareante cifra de 580 millones de euros por un asesoramiento, que por supuesto nunca realizó, para la Corporación Petrolífera Nacional Nigeriana. Esta víctima llegó a pedir prestado dinero a sus amigos para para reunir la cantidad que le pedía Nwambu.
    La mayoría de los cientos de miles de comunicaciones que remitió la banda fueron directamente a la papelera del destinatario. Pero basta un ínfimo porcentaje de éxito para captar un puñado de potenciales víctimas. Al contrario que otras redes dedicadas a la estafa de las cartas nigerianas, que operan desde locutorios telefónicos o domicilios de barrios deprimidos, el grupo de Prince Nwambu era mucho más sofisticado, tanto en la forma de tratar a sus víctimas como en el modo de blanquear el dinero obtenido ilícitamente.
    La banda, tras contactar con el incauto, le citaba en España para tramitar el pago del fabuloso premio. Para ello contaban con la colaboración de Pablo de la Mata, un empleado de una sucursal del Deutsche Bank en Madrid, que se reunía con las víctimas en la propia sucursal, lo que daba visos de seriedad al falso negocio. La entidad bancaria alemana, según la sentencia, es ajena a este fraude, que cometió el empleado a sus espaldas y queda exenta de cualquier tipo de responsabilidad civil subsidiaria, como pedían los estafados.
    Cada paso que daba la víctima, movida por un deseo de dinero fácil, le suponía un desembolso económico. Cada uno de los miembros de la red asumía un papel ficticio: uno fingía ser responsable de la empresa de seguridad que custodiaba el premio, otro decía representar al Ministerio de Hacienda y se prestaba a agilizar el pago de impuestos por la falsa herencia... Los miembros de la organización tenían una perfecta división del trabajo: un grupo mantenía comunicaciones con las víctimas y adquirían y recargaban diversos teléfonos móviles; otro grupo elaboraba cartas; un tercero abría cuentas bancarias y retiraba el dinero que transferían las víctimas, otros alquilaban salas de reuniones y vehículos y falsificaban documentos públicos para dar apariencia de veracidad al engaño.
    El fraude llegaba al extremo de mostrar al perjudicado cuando este llegaba a España una o varias cajas grandes repletas de billetes, también simulados, por supuesto. Y en todo el proceso, Prince Nwambu —con distintas identidades— se presentaba como amigo y confidente de las víctimas animándole a culminar el negocio. Ahora deberá pagar 21 años y dos meses de cárcel por asociación ilícita, estafa agravada continuada, blanqueo de capitales y falsedad documental.
    Un 'show' casi perfecto
    El sistema de la banda de Prince, según las investigaciones de la UDEF Central y el escrito acusatorio de la Fiscalía Anticorrupción, era siempre igual: enviaban miles o cientos de miles de cartas y correos electrónicos, en los que aseguraban al destinatario que había heredado una cantidad de varios millones, o le proponían un negocio redondo. Entre tanto candidato, alguno respondía favorablemente, y así se ponía en marcha el engranaje. El 'show' de Prince incluía oficinas de lujo en la calle Serrano, alquiladas por horas, vacías, con carteles en las puertas para simular que allí había algo; una supuesta empresa de seguridad cerca del aeropuerto (en realidad un guardamuebles), donde se custodiaba un baúl repleto de billetes (falsos) para enseñar a la víctima. Y el remate: un empleado sobornado del Deutsche Bank, que trabajaba en una oficina de la Castellana, abría la sucursal por la tarde y simulaba que había que hacer pagos a Hacienda antes de cobrar el gran botín. Y lo que pasaba es que todos pagaban impuestos, tasas y excusas varias, pero el dinero de verdad jamás llegaba. Después entregaban certificados y documentos falsos, usaban identidades ficticias (a Prince le acusan de haber usado la de Juan López, entre otros) y un sinfín de excusas que retrasaban el gran premio y en realidad eran mentiras para sacar más dinero a las víctimas. Hasta que ya no podían más.

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