Los Mossos d'Esquadra han detenido a un hombre de 40 años acusado de
estafar a dos empresas formalizando contratos falsos de alta de línea de
telefonía móvil, según ha informado la policía catalana mediante un
comunicado.
El detenido es Eduardo Enrique, de 40 años, de nacionalidad venezolana y vecino de Barcelona.
El
hombre trabajaba de comercial en una empresa encargada de dar de alta
líneas de telefonía móvil. En total, el hombre consiguió terminales
nuevos por valor de 20.000 euros que nunca entregó a los clientes.
Además
de dos delitos de estafa, los mossos le imputan los delitos de
usurpación civil, apropiación indebida y falsificación documental.
El
detenido aprovechó su puesto de trabajo para obtener documentación
confidencial de estas compañías y tramitar nuevas líneas a su nombre.
Así,
consiguió 35 terminales a nombre de una empresa de Sant Feliu de
Llobregat y 15 más a nombre de una segunda empresa de Barcelona. Todos
los teléfonos están valorados en unos 20.000 euros.
Según los
mossos, el estafador era meticuloso. Primero, obtenía los datos
necesarios de la empresa para dar de alta la línea. Después firmaba los
contratos de alta imitando las firmas y haciéndose pasar por el
apoderado de la empresa e incluso añadía sellos y hologramas falsos.
En
el registro del domicilio del detenido, los mossos han intervenido unos
100.000 euros, varios aparatos electrónicos y contratos de diferentes
empresas. La investigación continúa abierta y la policía no descarta que
haya más empresas perjudicadas.
El detenido ha quedado en libertad después de prestar declaración ante el juez.
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