No tuvo más remedio que admitir lo que había hecho. Rogelio Rengel
Mercadé, el hombre que arruinó a Luis del Olmo, reconoció en agosto del
año pasado a los Mossos d'Esquadra que desvió unos tres millones de
euros de las cuentas de la productora del periodista a la empresa
editorial Don Balón, de la que él era el único administrador.
Ayer, Del Olmo prefirió optar por el silencio de los últimos meses y que
solo rompió recientemente concediendo una entrevista a este diario en
la que detallaba la estafa que había sufrido. Sobre la declaración
policial del hombre que durante 40 años fue como un hermano para él y
que ayer adelantó El programa de Ana Rosa Quintana, el
comunicador prefirió no entrar en valoraciones. "Mis abogados me han
aconsejado que no haga declaraciones", dijo en conversación telefónica
con esta periodista.
La declaración de Rengel, en una comisaría de Barcelona, fue breve.
"Hace cinco o cuatro años y hasta ahora, he estado desviando fondos de
la empresa Lumiers SA, a la empresa Don Balón, de la que soy
administrador único. Calculo que la cantidad de dinero que he desviado
asciende a unos tres millones de euros", decía su declaración.
Aunque ni Del Olmo ni sus hijos --uno de ellos, Luis, es el que lleva
el asunto como abogado del periodista-- han querido concretar cuál es
la cantidad de dinero que aseguran les robó Rengel en los últimos años,
Del Olmo indicó hace unas semanas que la cantidad era mucho mayor que la
que reconoce el imputado. "Estamos hablando del 50% de mis ahorros...
millones de euros", afirmó.
En su declaración, Rengel detalló a los Mossos cómo en agosto del año
pasado sus hijos se enteraron del caso. "Habían tenido conocimiento de
mi conducta irregular respecto a Luis del Olmo. Les dije que tenían
razón y se lo contaron a mi esposa". En ese momento, prosiguió el
imputado en el caso de estafa, "yo quise que lo supiera todo Luis, pero
no me vi en disposición de contárselo personalmente".
Y relató a la policía cómo su hijo menor, Amadeo, y su esposa,
acudieron el 31 de agosto por la noche a casa de Luis del Olmo con la
intención de contárselo todo. "Yo, mientras tanto, me tomé 9 o 10 Valium
y una copa de coñac con el propósito de olvidarme de todo", dijo. Fue
esta tentativa de suicidio, que Rengel protagonizó en las antiguas
oficinas de Don Balón en Barcelona, lo que hizo que el caso
recayera en la unidad de investigación de los Mossos del distrito en el
que estaba el despacho.
En otro momento de la declaración, el imputado reconoció a los
investigadores haber "abusado de la confianza del señor del Olmo para
hacer todo esto". Y aseguró que estaba "muy arrepentido". Rengel vive
actualmente en las dependencias de Don Balón, después de que su mujer le
echara de casa. Su familia no tiene ninguna relación con él.
A día de hoy, los Mossos d'Esquadra no han encontrado ni rastro de
los millones que Rengel estafó a Del Olmo y a otras familias que
confiaron en él y le entregaron sus ahorros para que los gestionara. Una
fuente de las investigaciones explicó ayer a este diario que el
imputado basó todo su éxito en la confianza que generaba en la gente.
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