Con todo lo que ha pasado con la crisis, no hemos aprendido nada. Muchas leyes, pero el pais está lleno de putas, especuladores, estafadores y corruptos, eso si, todo legal eh !!. Parece que si no era una Caja, como Bankia o Catalunya Caixa, ya nadie mas estafa. Es increible que los políticos, no se preocupen en frenar estas nuevas estafas, como los microcréditos al 4000% de interés, que se aprovechan de personas desesperadas, a las que les van a romper los brazos. Donde estan los de la PAH para denfender a los pobres? Sólo se preocupan si pueden especular ocupando una entidad bancaria. Y Podemos que opina al respecto?
Tienen lemas como “pim, pam, pasta”, “lo quieres, lo tienes”, o “anticipa tu nómina”. Ofrecen dinero de forma casi inmediata: en un tiempo récord de 15 minutos pueden llegar a valorar una solicitud online
que solo necesita de una serie de sencillos pasos. Son los
minipréstamos, préstamos rápidos o e-créditos, una forma de recibir
entre 50 y 750 euros para pequeños gastos, que se pueden conseguir a
través de las decenas de prestamistas que inundan de anuncios los medios
de comunicación.
Una cuenta bancaria, un teléfono móvil y el DNI pueden
ser suficientes para conseguir esa liquidez. A cambio, siempre, de
pagar intereses de no menos de un 2.000% o hasta de un 4.000% o más en
un momento en que el Banco Central Europeo
facilita a los bancos dinero al 0,05%. Hay cientos de ejemplos: la web
Via SMS ofrece 600 euros a devolver en 20 días con un 4494% TAE (tasa
que revela el coste o rendimiento efectivo de un producto financiero, y
que incluye el interés y los gastos y comisiones bancarias). El
consumidor, en el mejor de los casos, acaba abonando 740 euros si no se
retrasa. Al otro lado del teléfono, el contestador de Krédito24, otra de
las empresas más populares, informa de qué ocurre cuando el cliente
tarda un día más de lo estipulado en abonar la cuota: “La comisión por
impago es del 20% del importe principal del préstamo”. Si el retraso es
de seis días la comisión sube al 25%, y así hasta un 45% más si el
usuario supera los 15 días.
Québueno, Vivus, Préstamo10, Cashper, Wonga, Crédito Móvil, Dispón,
PepeDinero o Contante son algunas de las empresas de este floreciente
negocio que no están sometidas a las mismas normas que se exigen a los
bancos y cajas de ahorro y, por tanto, no figuran en ningún registro del
Banco de España, según confirma la propia institución. Las web que
prestan un máximo de 200 euros ni siquiera necesitan cumplir a la ley 16/2011 que regula los contratos de crédito al consumo
y que obliga a facilitar al cliente una información clara sobre el
producto y las condiciones de devolución. Muchas de las disposiciones de
esa norma tampoco atañen a estos intermediarios a menos que presten más
de 75.000 euros, ni a los que facilitan contratos en forma de
“facilidad de descubierto” (operaciones en las que se prestan fondos que
superan el saldo en la cuenta a la vista del consumidor) y que tengan
que reembolsarse en un mes.
Consejos prácticos
- El número uno: no pida un préstamo si no puede pagarlo. Parece una obviedad, pero la auténtica pesadilla puede empezar ahí. La mayoría de los prestamistas utiliza todo tipo de técnicas para evitar llegar a los juzgados, como aconsejar hacer pequeños pagos mensuales que se cronifican con el aumento de intereses. Una pequeña cantidad concedida puede duplicarse o triplicarse en poco tiempo. En el peor de los casos se ejecutarán las garantías aportadas en el contrato, por lo que pueden llegar a embargar nóminas o bienes.
- Lea atentamente las condiciones. No se deje llevar por la publicidad o por la necesidad de conseguir el préstamo. Tiene derecho a conocer con carácter previo el contenido de las condiciones contractuales.
- Solicite una oferta vinculante. Muchas compañías, según denuncia Adicae, muestra un cronómetro que indica el minuto exacto de recepción del crédito o chats instantáneos con comerciales. Esto hace que el consumidor no tenga margen suficiente para pensar en los riesgos ni leer con calma lo que está contratando o solicitar una oferta vinculante.
Un completo informe que acaba de publicar la asociación de consumidores Adicae
alerta de que la publicidad de los minipréstamos “no es nada clara y la
mayoría de las veces está incompleta”, principalmente en los servicios
anexos y en los costes. “Los términos no aparecen, se destacan las
típicas frases de que se puede pagar en cómodas mensualidades, pero en
ningún caso se indica claramente el coste final del crédito”. Adicae
también encontró “condiciones usurarias” y productos vinculados, como
seguros, colocados mediante cláusulas que incrementan considerablemente
el coste del préstamo de forma opaca. Otra de sus técnicas es cobrar por
la llamada a una centralita que, muchas veces, deja al cliente
esperando (la mayoría utiliza teléfonos 902 y en algunos casos ofrecen
la posibilidad de utilizar líneas más caras para un “trato preferente”
que evita esperas).
El ratio de morosidad de estas empresas es un misterio, como también
lo es el dinero que mueven. Un portavoz de Wonga, por ejemplo, asegura
que no puede dar esa información aunque aclara que rechazan el 80% de
las peticiones. “No obstante, la compañía fomenta una política de
préstamos responsable y es por ello que promueve la devolución del
dinero antes de la fecha de vencimiento. Un 39% de los clientes devuelve
su préstamo antes de tiempo”. Wonga, como la mayoría, sólo solicita que
el usuario certifique que es mayor de edad, residente en España y que
tenga una cuenta bancaria y una tarjeta de débito asociada a esa cuenta.
Algunas empresas, como Zaimo o Microcrédito Garantizado, incluso
aceptan clientes entre personas que están en registros de morosos
(Asnef, Rai). Otras, como OK Money, limitan sus servicios a menores de
65 años. En algunos casos los prestamistas ofrecen la posibilidad de
dejar en garantía la casa, el coche o artículos de alta tecnología. Un
enorme peligro, según alertan Adicae, “porque la compañía puede iniciar
un procedimiento de embargo sobre el bien que garantiza el crédito, cuyo
valor puede ser muy superior a la cantidad adeudada”. En la OCU añaden
que las condiciones de estas empresas “son absolutamente
desaconsejables”.
¿Qué pasa cuando no se paga? El proceso varía de un prestamista a
otro. Lo explica un portavoz del comparador HelpMyCash. “Algunos
minicréditos permiten solicitar prórrogas que suelen tener una duración
de entre unos pocos días hasta un mes. El precio de las prórrogas varía;
en cualquier caso, el prestamista debe facilitarle las tarifas al
cliente antes de la firma del préstamo”. A veces las compañías recurren a
otras empresas de cobro. Una de ellas es Intrum Justitia. “Conseguimos
altas tasas de éxito en la recuperación amistosa. Muchas veces se
ofrecen planes de pago ajustados a la capacidad del cliente”. Niegan
acosar a los morosos. “A nadie le gusta que le reclamen deudas, de ahí
que haya algunos comentarios de personas ofendidas. Pero en general la
mayoría tienen la voluntad de devolver los préstamos”.
Si la empresa de cobro falla el siguiente paso sería incluir al
deudor en un registro de morosos, siempre que la deuda tenga una
antigüedad de un mes. En última instancia el confiado cliente que había
pedido unos cuantos cientos de euros termina en los juzgados.
Para Joaquín Yvancos, abogado del despacho Yvancos, estas empresas
que no están sujetas a regulación bancaria son expertas en arruinar a
sus clientes. “Cuando uno se da cuenta, la deuda se ha multiplicado.
Utilizan técnicas coercitivas para cobrar y al final los familiares con
dinero acaban rescatando al deudor. Con el agravante de que suelen ser
personas que lo están pasando mal y que pueden, en algunos casos, llegar
a quedarse sin sus propiedades”.
Una web advierte: “A diferencia de otras financieras nosotros no te
aconsejaremos hacer pequeños pagos que nunca cancelan la deuda. Así que,
por favor, piénsatelo bien antes de solicitar el préstamo porque
tendrás que devolverlo en el plazo convenido”.
2 comentaris:
Hola, he llegado a su blog intentando confirmar mis sospechas sobre una de estas empresas usureras (cuyas comerciales andaban recorriendo hoy el edificio en que vivo). Nada que objetar a eso, me parecen entidades carroñeras que ni siquiera han tomado nota de los problemas económicos de los que tod@s hablamos desde hace ya años. Ni siquiera puedo justificar la usura cuando se hace con pequeños tipos de interés, no digamos con esos...
La segunda cosa que me llama la atención de su texto es su alusión a la PAH. ¿"Dónde están los de la PAH"? Pues están donde les dictan sus necesidades y reflexiones, ni más ni menos. Tanto las distintas PAHs como la las asambleas de vivienda que han proliferado los últimos cuatro años funcionan de manera abierta y llevan a cabo aquellas acciones y campañas que sus miembros quieren y están dispuest@s a llevar a cabo, lás críticas desde fuera sin intentar poner en práctica una alternativa son parloteo. En cuanto a la frase "[s]ólo se preocupan si pueden especular ocupando una entidad bancaria", ¿de qué especulación habla, por qué insulta sin saber? Esa frase es simplemente falsa, una calumnia propia de quien no sabe de lo que habla y sólo quiere ensuciar por algún extraño motivo.
Publicar un comentario