Parece
que los tiempos de los trileros en la calle y su «¿dónde está la
bolita?», ya se han superado. Aquel juego que se usaba como estafa para
hacerse con el dinero de los confiados es cosa del pasado pero no su
esencia. El «arte» del engaño no ha desaparecido, sólo se ha adaptado a
los nuevos tiempos (internet y la telefonía) o se ha reciclado
(impostores de todo tipo).
Habitualmente se publican noticias que
sorprenden por la ingenuidad de sus víctimas o por el ingenio de los
ladrones. Los hay conocidos por todos, como el timo de la estampita.
Otros casos se comentan en la tertulia y las redes sociales sin que se
acabe de saber muy bien si son reales o una leyenda urbana. Los bulos se
propagan más rápido que nunca en la era de la comunicación instantánea.
Sin
embargo, casi a diario, hay una fuente fiable que da cuenta a los
ciudadanos de las estafas «de moda». Se trata del Cuerpo Nacional de
Policía, que a través de sus redes sociales informa de los timos
detectados. Por ejemplo, en su cuenta de la red social Twitter, informa
de estafas reales que han detectado o les son remitidas por los
ciudadanos.
Así, la Policía Nacional sigue advirtiendo
periódicamente de que hay diversas monedas de otros países que se están
colando como euros o alertando de diferentes estafas telefónicas que se
aprovechan de la desesperación de la gente, por ejemplo, utilizando una
oferta de trabajo como anzuelo. Son historias que algunos hemos oído en
la calle, pero que la Policía confirma de manera oficial para tener en
sobre aviso a los ciudadanos.
Al respecto del cambiazo con
monedas, la Policía Nacional recoge varios tipos que pueden ser
confundidas con los euros. Son la moneda polaca, el bolívar fuerte (de
Venezuela) o los peso dominicanos y chilenos. Todos ellos tienen
semblanza con la moneda única europea, con su borde dorado y el centro
plateado. Una de las fotos ofrecidas por la Policía era de un internauta
que aseguraba que se la habían« colado», seguramente en un cambio en
una tienda, por lo que la mostraba para advertir al resto de personas.
Varios timos telefónicos
Con
ironía, el Cuerpo Nacional de Policía explica: «Las ofertas de empleo
que te remitan a un teléfono 80...son tan poco creíbles como una cita el
30 de febrero». Y es que, como esta, hay diferentes estafas confirmadas
por los agentes que se llevan a cabo a través del teléfono.
Otra de
las ellas consiste en que nos informan a través de nuestro teléfono de
que nos ha tocado un móvil gratis. Supuestamente es nuestra operadora de
telefonía, que nos indica que llamemos a un contacto que comienza por
806 para cerrar la operación. El resultado es un fraude.
A través de
la mensajería SMS también circula un timo que consiste en enviar a la
víctima un mensaje que contiene nuestro nombre, apellidos y DNI. Así
logran que pensemos que debe ser una empresa, con la cual tenemos un
contrato o relación, puesto que tienen nuestros datos. Ese mensaje
asegura que se trata de un «asunto de interés» y de nuevo invitan a que
llamemos a un número que empieza por 80.
Otros dos tipos de estafas
son mediante llamada o contestador. En una de las especificadas por los
agentes, los estafadores realizan una llamada perdida a la víctima. Al
devolverla se escucha un contestador que nos asegura que se trata de un
paquete que tenemos que recibir y que llamemos a un teléfono que en este
caso comienza por 905, de nuevo, de pago.
Entre las más llamativas
se encuentra la siguiente estafa: La víctima recibe una llamada de un
teléfono real, es decir que aparece con el tipo de numeración habitual.
Al otro lado se oye una voz que dice nuestro nombre de pila y que nos
han tocado 3.000 euros. En ese momento se corta. La víctima ingenua
llamará, sin saber que lo está haciendo a un número que le cobrará
dinero a su cuenta.
Internet y los «actores»
Mención
aparte merecen las estafas en internet que cambian cada día vía correo
electrónico o por suplantación de webs. Pero eso sí, cabe recordar que
el arte del engaño en persona se sigue ejecutando. Por ejemplo,
recientemente detuvieron a varias personas en toda España, una de ellas
en la Comunitat Valenciana, que se hacían pasar por técnicos del
servicio del gas.
Simulaban reparaciones por las que cobraban hasta
390 euros. Se aprovechaban de personas de avanzada edad que viven solas o
de inmigrantes. Con esta sencilla suplantación estafaron a nada más y
nada menos que a 2.000 personas.
29 de abril de 2014
El arte del engaño o la picaresca made in spain
martes, abril 29, 2014
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