Agentes de la Guardia Civil y de la Policía
Nacional, en el marco de la Operación Arpón, han desmantelado un
entramado delictivo compuesto por una docena de personas, que llevaba a
cabo robos con fuerza en cajeros mediante el método del 'Arpón', según
ha informado este jueves la delegada de Gobierno en Madrid, Cristina
Cifuentes.
Se han detenido a 12 personas (diez hombres y dos mujeres) e
imputado a otras tres a las que se les 73 delitos, perpetrados en Tres
Cantos, Madrid, Boadilla del Monte, Pinto, Rivas Vaciamadrid, y varias
localidades del sur de la Comunidad de Madrid. Cuarenta delitos los
cometieron en demarcación de la Benemérita y 33 en la de la Policía
Nacional.
Los arrestados son nueve origen rumano, dos ecuatorianos y un
español, vivían en Parla y Madrid y contaban con antecedentes delitos
contra el patrimonio. Tenían edades comprendidas entre los 20 y los 44
años y contaban con antecedentes por hechos relacionados con el
patrimonio. Estaban perfectamente estructurados y había una jerarquía
clara en el grupo.
VARIOS 'MODUS OPERANDI'
El modus operandi empleado por la banda consistía en efectuar un
reintegro de efectivo de un cajero y, en el momento en que se abría el
expendedor de billetes, instalar sin muchas sospechas y sin que saltara
una alarma un artilugio artesanal, denominado 'Arpón', diseñado para
atrapar el dinero, esperando después, en las inmediaciones, a que alguna
persona retirara alguna cantidad de efectivo.
Con este instrumento, los billetes se quedaban atrapados en el
arpón, y cuando la persona se marchaba pensando que había sido un fallo
técnico del cajero, volvían a la entidad bancaria y sacaban el arpón
con los billetes atrapados, teniendo para ello que fracturar previamente
la trampilla de extracción de dinero con una palanqueta.
Rafael Pareja, jefe del Grupo XX de la Brigada Provincial de la
Policía Judicial de Madrid ha reiterado que esta modalidad es innovadora
por su "sencillez y eficacia". Es cierto que anteriormente había una
modalidad delictiva llamada en el argot policial como 'lazo', que es la
colocación de pletinas rudimentarias en los cajeros y cuyo éxito era
menor que en este tipo de casos.
Por otro lado, el jefe del puesto principal de Tres Cantos de la
Guardia Civil, el alférez Abel Martín, ha explicado que la banda también
estaba estudiando implantar otro 'modus operandi' para sus acciones
delictivas, lo que motivó, junto a la previsible marcha de los dos
cabecillas de la organización, comenzar la operación policial.
"Lo que habían descubierto es que si una de las tarjetas que ellos
utilizaban la cargaban con un saldo máximo de 600 euros, al dirigirse a
una entidad bancaria distinta al tratar de efectuar un reintegro por la
cantidad máxima, el cajero le preguntaba si deseaba pagar esa comisión.
Cuando el delincuente decía que no el cajero trataba de retornar el
dinero, pero ya no podía por la instalación del arpón; y además no se le
cargaba la operación bancaria en cuenta. Esto suponía que un simple
saldo de 600 euros hubieran hecho infinidad de robos y con un suculento
botín", ha explicado.
LA INVESTIGACIÓN
La investigación comenzó el pasado mes de noviembre, una vez que
se registró una denuncia interpuesta en el Puesto de Tres Cantos. Tras
ellos, los agentes activaron un dispositivo de vigilancia, donde se
comprobaron todos y cada uno de los cajeros de la localidad, lo que
permitió descubrir el método empleado.
Los agentes identificaron a una parte de los integrantes de la
organización, y comprobaron que la Policía Nacional también estaba tras
esta banda, por lo que decidieron ejecutarla de forma conjunta.
La organización contaba con colaboradores que se encargaban de
abrir cuentas bancarias, y hacerse de esta manera con la correspondiente
tarjeta de débito, la cual era entregada a los integrantes de la red
para que extrajeran dinero y, en el momento que se abría el expendedor,
colocar el arpón, lo que les permitiría quedarse con los reintegros de
los ciudadanos a partir de ese instante.
Las víctimas achacaban, generalmente, a un fallo técnico del
cajero esta anomalía, por lo que la denuncia no se materializaba hasta
que les llegaba el correspondiente recibo de movimientos.
Durante la investigación se han intervenido diversos arpones y se
han realizado dos registros domiciliarios en Madrid y Parla, donde ha
sido localizado material utilizado por la banda, así como tarjetas de
crédito y automóviles.
Además, se han bloqueado 16 cuentas bancarias propiedad de la red.
La mayor parte del dinero que obtenían era enviado a Rumanía a través
de empresas especializadas.
En la operación han participado agentes del Área de Investigación
del Puesto Principal de Tres Cantos y agentes de la Brigada Provincial
de Policía Judicial de Madrid de Policía Nacional. El juez que entiende
de la causa decretó el ingresó en prisión de los dos cabecillas de esta
organización criminal.
Los jefes policiales y la delegada del Gobierno en Madrid. han
recomendado a los ciudadanos que se encuentren con un cajero no averiado
y que, tras una operación, no le reintegra la cantidad solicitada, que
se lo comunique a la entidad y si sospecha algún tipo de manipulación,
que avisen también a la Policía Nacional o la Guardia Civil.
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