Entendemos por economía sumergida o
irregular, a la actividad económica no ilegal oculta por razones de
elusión fiscal o de control administrativo.
Lamentablemente
la economía sumergida se ha visto fortalecida con la crisis económica y
se refleja en una menor recaudación del IVA, descenso del número de
personas afiliadas al seguro social y otros factores.
No
son sólo las empresas las que fomentan la economía sumergida sino
también los consumidores al comprar productos servicios no declarados o
buscar productos en los que no se incluya el IVA.
Según el estudio emitido por FUNCAS,
la economía sumergida en España supone entorno al 17% del PIB. En este
estudio se llega a la conclusión, por tres vías diferentes, de que la
economía sumergida en España está por encima del 20% del PIB, lo que
equivaldría a más de 200.000 millones a precios de mercado. La pérdida
de recaudación fiscal media por año se estima que está entre los 30.800 y
los 32.735 millones, una cifra con la que se podría pagar el desempleo
de los 4,3 millones de parados que hay en España durante un año. Si las
actividades afloraran, se podría reducir la presión fiscal más de 4,5
puntos porcentuales.
Más pesimista es el informe de AT Kearney y Visa Europe,
que recoge datos comparativos sobre la economía en la sombra en Europa.
El informe cifra en cerca del 20% su importancia en la economía
española, lo que llevaría el valor de la producción sobre
el que Hacienda no tiene control a 205.000 millones. En la Europa de
los Veintisiete permanecen «ocultos» más de 2,1 billones de euros, el
17,8% del PIB de la UE. España está lejos de los niveles de Alemania
(15%), Francia (12%) o Reino Unido (11%), pero también de Chipre (27%),
Grecia (25%) o Italia (22%), las economía más «sumergida» de la
eurozona.
Visa Europe propone promover el pago por sistemas electrónicos y evitar el efectivo en bares, cafeterías, taxis, mercados, y hasta en las administraciones públicas. Cada sector barre para su casa.
La Agencia Tributara
también se ha puesto las pilas para luchar contra la economía sumergida,
y va a reforzar el control para recuperar sus pérdidas según el Plan de Control Tributario 2011 publicado
en el Boletín Oficial del Estado, BOE. Los desempleados no serán los
únicos a ser investigados sino que se prevé estrechar el cerco en
locales y negocios para detectar economía sumergida, como falsas
empresas subcontratadas o trabajadores falsamente autónomos.
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