En el bullicioso campo del neoconservadurismo e integrismo católico español emerge la sospecha de que una sociedad secreta opera a la sombra de la Iglesia y en los aledaños del PP. Muy activa en las grandes movilizaciones antigubernamentales, esa organización concilia el arcaico fundamentalismo con las modernas técnicas de difusión digital.
"Desde que me advirtieron de que Hazteoir.org y sus filiales Derechoavivir.com, Profesionalesporlaetica.org y otras de fines aparentemente filantrópicos son iniciativas de la sociedad secreta mexicana El Yunque, trato de deshacerme de ellos. Al principio, desinformada de su interés político sectario y de su capacidad de manipulación, colaboré económica y directamente. Hoy quiero que desaparezcan de mi correo electrónico y no lo consigo (...). Si alguien puede aconsejarme cómo escaparme de las redes de esa organización...". Este mensaje, publicado en la Red en junio de 2009, quedó sepultado por el intenso tráfico digital, pese a que llevaba la firma y el DNI de María de Andrés Urtasun, profesora de Historia de la Universidad San Pablo CEU.
La pregunta es si estamos ante un secreto a voces conservado en la ausencia de pruebas o ante rumores que se superponen, huérfanos de asidero estable. "Cada vez es más vox pópuli que esa asociación que unos llaman El Yunque -nombre que, por lo visto, ha cambiado hace poco-, y que la gracia hispana ha bautizado como los mariachis usa muy malos modos contra los que les desenmascaran", ha escrito Javier Paredes, catedrático de Historia de la Universidad de Alcalá de Henares, en el portal digital Infocatólica.com. ¿Cómo se explica que católicos conservadores de acendrado compromiso denuncien a activistas que han dinamizado la lucha contra el aborto, el matrimonio homosexual y la política educativa y generado un clima de efervescencia antigubernamental que ha arrastrado a los obispos a la cabeza de la manifestación? La respuesta traza una línea entre lo lícito y lo ilícito.
¿Estamos ante una masonería blanca inspirada en el poderoso Yunque mexicano y amamantada en el extremismo ideológico neocon del Phoenix Institute de Arizona (EE UU), como aseguran algunos denunciantes, o ante un simple lobby, como afirman los denunciados?
"Hablar de El Yunque, o del Bien Común como se dicen ahora, puede parecer una broma, algo inocuo y pintoresco, pero tiene su riesgo, créame, porque ellos son poderosos. Lo he comprobado. Te pueden cortar las alas profesionalmente, y quizá algo más. Prométamelo: nadie debe saber que estoy hablando. No soy un héroe", pide una persona que trabaja en uno de esos medios supuestamente controlados por el Bien Común. Así que también el miedo guarda ese secreto a voces. Ya dijo Voltaire que "la religión mal entendida es una fiebre que puede terminar en delirio".
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