La Brigada de Delincuencia Económica en colaboración con agentes de la policía británica, han desmantelado una red de chiringuitos financieros.
Se estima que estas entidades de inversión ilegales han estafado 18
millones de euros —15 millones de libras— en el último año, y a
centenares de ciudadanos de origen sobre todo, británico, según ha
informado este viernes la policía de Londres y el Cuerpo Nacional de
Policía.
La policía ha detenido a 110 personas, de las cuales 84 han sido
arrestadas en Barcelona, Madrid y Málaga, y han sido puestos, por la
Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) a disposición del juez
de instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez.
El resto de los arrestos se han llevado a cabo 20 en Reino Unido, dos
en Estados Unidos y cuatro en Serbia.
Los chiringuitos financieros son lo que, en inglés se conoce como boiler room,
la estafa consiste en vender acciones de empresas muy rentables
económicamente, pero que en realidad no existen o que carecen de valor.
Los delincuentes les ofrecían invertir sus ahorros en minas de oro y de
cobre y convencían a sus clientes en unas pequeñas oficinas que tenían
en España, sobre todo en Barcelona. Los afectados son en su mayoría
pensionistas. La operación ha cerrado 14 chiringuitos financieros en España, dos en el Reino Unido y uno en Serbia.
"Hemos visto miles de libras que estos grupos han robado a la gente
cuyas vidas han sido devastadas, ya que creían que estaban ahorrando
dinero", ha explicado este viernes el comandante de la policía de
Londres Steve Head. Ha explicado que la operación es el resultado de dos
años de investigación.
Los detenidos, la mayoría extranjeros y radicados en Barcelona, están
acusados de apropiación indebida y de blanqueo de capitales. La policía
británica ha informado de que uno de los detenidos pagaba mensualmente
48.500 euros de alquiler por un apartamento y se le han confiscado dos
vehículos, entre ellos un Ferrari; relojes y 60.600 euros en metálico.
An Aston Martin is removed as part of the police raids |
Una de las estafadas es una mujer de 78 años, Joan Mayer, vive en
Hampshire, Inglaterra y ha perdido una gran suma de dinero. Quería
invertir para asegurar el futuro económico de su hija. "Descubrir el
fraude fue impactante. Me sentí aislada, es difícil de explicar lo
humillada que me sentí. Mi confianza de toda la vida en la gente ha sido
gravemente dañada", ha explicado a la policía británica
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