Después de casi tres años operando con total impunidad, las
autoridades estadounidenses han conseguido cerrar la página web y
encontrar al presunto administrador de Silk Road (ruta de la
seda, en su traducción del inglés), una web con una estructura parecida a
eBay en la que más de 150.000 internautas han estado comerciando con estupefacientes de todo tipo desde febrero de 2011.
Nadie sabía quién estaba detrás de Dread Pirate Roberts, el apodo con
el que escondía su verdadera identidad Ross William Ulbricht, un
estadounidense de 29 años que ha sido detenido este miércoles en San
Francisco en una operación conjunta entre la fiscalía, el FBI y la
policía, según informa la agencia AFP.
En la Red y en los medios de comunicación se ha estado especulando
durante todo este tiempo sobre la verdadera identidad del administrador
de Silk Road, que mantenía el anonimato gracias a que la página
funciona solo con un navegador que no permite rastrear las direcciones
IP y a que los pagos se efectuaban en bitcoins, una moneda virtual,
encriptada e independiente de cualquier regulador.
El administrador del sitio se ha estado embolsando durante estos años
comisiones de entre un 6% y el 10% de cada venta que se hacía a través
de la página, llegando a ingresar cerca de un millón de dólares anuales
(822.000 euros), según un estudio llevado a cabo por la universidad
Carneggie Mellon de Pittsburg (EE. UU). Los agentes han incautado a
Ulbricht bitcoins por valor de 3.6 millones de dólares (2,6 millones de
euros), la mayor incautación de esta divisa hasta la fecha.
El FBI, en su escrito, acusa a Ulbricht de tráfico de
estupefacientes, piratería informática y lavado de dinero, pero también
de pagar 150.000 dólares (110.000 euros) a un usuario de Silk Road
para que asesinara a otro internauta que amenazaba con revelar los
datos de todos los miembros de la página. El FBI no ha logrado, sin
embargo, determinar si realmente el crimen se consumó ya que en los
registros de la zona en la que debía llevarse a cabo no figura
registrado ningún asesinato.
Para dar con la identidad de Ulbricht, los agentes rastrearon la red
en busca de mensajes o publicaciones en las que se promocionara el
estreno de la página. Después de escudriñar cientos de conversaciones en
foros sobre drogas, encontraron a un usuario que publicitaba un nuevo
sitio en el que se podía comprar y vender estupefacientes escapando de
las autoridades. Los agentes encontraron entonces una dirección de Gmail
con el mismo nombre de usuario, llamado Altoid, y después comprobaron
que había estado registrado por Ulbricht. A partir de ese momento
iniciaron un seguimiento al sospechoso y constataron que vivía en San
Francisco con otro nombre y que recibía a menudo en su domicilio
documentos de identidad falsos.
Ha costado casi tres años encontrar la manera de acabar con Silk Road,
después de que numerosos medios de comunicación informaran del fenómeno
durante todo este tiempo (incluido EL PAÍS, que intentó contactar sin
éxito con el administrador hace unos meses) y que incluso un senador
estadounidense pidiera su cierre en 2011. Parecía que la web estaba
diseñada perfectamente para que nunca se pudiera acabar con ella.
Finalmente, este miércoles ha aparecido el logotipo del FBI en el portal
de Silk Road.
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