La Policía Nacional ha detenido este miércoles a 61 personas en
Murcia por presunta participación en una trama que se dedicaba a estafar
a compañías aseguradoras simulando accidentes de tráfico. Los dos
principales detenidos causaban daños en vehículos, falsificaban la
documentación requerida y ofrecían todos los servicios necesarios para
reclamar las correspondientes compensaciones al seguro.
La red presentó más de 400 reclamaciones fraudulentas y en ocasiones
las cantidades defraudadas alcanzaron los 50.000 euros en concepto de
indemnizaciones, gastos, reparaciones de vehículos y otros, según ha
informado la Policía Nacional en un comunicado.
Los detenidos son 61 personas de las cuales 52 son españoles, cuatro
ecuatorianos, dos colombianos un rumano, un lituano y un paraguayo. A
todos se les acusa de falsedad documental y estafa. los dos principales
investigados están a disposición del Juzgado de Instrucción Número Cinco
de Molina de Segura, mientras que el resto fue puesto en libertad a
disposición de la autoridad judicial.
La investigación se inició a principios de este año cuando los
agentes tuvieron conocimiento de un notable incremento de reclamaciones a
compañías aseguradoras derivadas de accidentes de tráfico.
Tras analizar la documentación recabada e investigar algunos de
estos siniestros, los agentes comprobaron que gran parte de las
solicitudes presentadas simulaban accidentes de tráfico que en ningún
caso habían tenido lugar para cobrar posteriormente las prestaciones
contratadas, tanto por las lesiones sufridas como las derivadas de los
daños ocasionados en los vehículos.
Los cabecillas se encargaban de localizar a los interesados,
facilitarles la documentación falsa necesaria derivada de supuestas
atenciones médicas recibidas, así como de tramitar la obtención de las
indemnizaciones. Para provocar los desperfectos en los coches los
responsables de la trama quedaban con los interesados en lugares
discretos, sin cámaras de seguridad ni testigos, y utilizando vehículos
ya dañados o muy viejos causaban los golpes
Por estos servicios pactaban el reparto al 50% de las indemnizaciones
percibidas por cada uno de los supuestos lesionados. Los propios
responsables y su entorno familiar habían declarado numerosos
accidentes, por los que habían cobrado ya cuantiosas indemnizaciones.
Para evitar las investigaciones cambiaban frecuentemente las
compañías aseguradoras de los vehículos que utilizaban en los falsos
siniestros. Otras veces utilizaban coches de alquiler con seguros a todo
riesgo o pagaban pequeñas cantidades a otras personas con carné de
conducir para que declararan ser los conductores.
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