Un zaragozano que responde a las iniciales M.A.G.N. ha sido detenido acusado de estafar de forma continuada al menos a ocho personas —la Guardia Civil cree que pudo aprovecharse de otras cuatro—, haciéndose pasar por enfermo de cáncer. Según la Guardia Civil, de esa forma se hizo con más de 190.000 euros.
No padecía tal enfermedad, pero durante dos años construyó esta falsa
historia para obtener dinero. Todo empezó en septiembre de 2011, cuando
contactó por internet con una joven que ofrecía un perro en adopción.
Fue entablando amistad con ella y le comentó que padecía un cáncer de extrema gravedad, por el que necesitaba someterse a un trasplante de riñón en Houston (Estados Unidos).
La muchacha, sensibilizada por ese supuesto drama personal,
se brindó a ayudarle en lo que pudiera. Contactó con una pariente que
reside también en Zaragoza y que estaba muy sensibiliada con esa
enfermedad por haberla sufrido también en su entorno. Ésta, a su vez, la
comentó a otras cuatro amigas suyas, dos de ellas vecinas de Zaragoza y
otras dos de la localidad de Ejea de los Caballeros.
El falso enfermo de cáncer se fue aprovechando de la
solidaridad de todas estas personas, que le ayudaban con dinero. A veces
se lo entregaban en efectivo; otras, mediante transferencia bancaria.
Una de ellas llegó a prestarle la vivienda de su madre, que
había fallecido meses antes por un cáncer como el que decía tener el
presunto estafador. Una vez en su interior, el acusado se llevó de esta
vivienda joyas por valor de unos 3.000 euros, según informó ayer la
Guardia Civil.
Para ganar tiempo, llegó a decir a sus víctimas que estaba a punto de hacer efectiva una abultada herencia.
Ese argumento es, según las mismas fuentes, el que usó con otra persona
de la que también se aprovechó. Persona, por cierto, que había
mantenido una relación sentimental con el autor de los hechos entre los
años 2007 y 2008. Tan convincente pareció ser, que esta persona vendió
un piso que le habían donado y entregó todo el dinero que obtuvo de la
venta —120.000 euros—, creyendo que lo recuperaría cuando el ahora
detenido cobrara la supuesta herencia, que en realidad no existe.
En agosto, una de las personas que le habían ayudado empezó
a sospechar, indagó y comprobó que le había mentido. Lo denunció ante
la Guardia Civil el 23 de agosto. Finalmente, los agentes dieron con él.
Tras su detención, fue puesto a disposición judicial y se ha decretado
su ingreso en prisión.
De las investigaciones realizadas hasta ahora, la Guardia Civil calcula que ha podido estafar unos 193.000 euros a ocho personas. Pero los agentes creen que hay más perjudicadas, al menos otras cuatro personas.
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