La Operación Sagratel, realizada por la Guardia Civil en Madrid y
Toledo, se ha saldado con la detención en Madrid de 14 personas y la
imputación de otras seis acusadas de haber robado y receptado (comprar a
sabiendas de un origen ilícito) más de 33 toneladas de cable de cobre,
ha informado esta mañana la comandancia de Madrid del instituto armado.
En la operación se han decomisado un camión cargado con 25 toneladas
de cobre preparadas para viajar a Rotterdam (Holanda), seis vehículos,
dos furgonetas, una moto, una peladora profesional de cable y diversa
herramienta.
La Guardia Civil localizó a un grupo organizado, perfectamente
estructurado y jerarquizado, compuesto por ciudadanos de origen español,
portugués, brasileño y colombiano, que tenían su residencia fijada en
Madrid y Torrejón de Ardoz. Su base de operaciones era una nave en una
localidad de Toledo.
El cabecilla de la organización era un antiguo trabajador de una
empresa dedicada a instalar el suministro eléctrico para una conocida
empresa de telefonía. La banda la formaban otros antiguos empleados de
la empresa, que sabían dónde estaban las instalaciones subterráneas de
dicha compañía de telefonía, lo que les permitía localizar y seleccionar
los lugares donde cometer los robos. Para realizarlos, utilizaban ropas
y vehículos con los logotipos de la empresa de telefonía. Llegaban
incluso a desplegar un perímetro de conos de señalización y vallas de
protección con el objetivo de dar una apariencia de normalizad y acceder
al interior de las galerías subterráneas.
El resto de los integrantes esperaba el aviso de los que organizaban
el corte de cables. Una vez cargado el material en la furgoneta, lo
trasladaban a la nave de Toledo para proceder al pelado y cortado del
mismo. Un intermediario se encargaba de conseguir compradores.
Algunos de los detenidos tienen antecedentes ya por robos de cobre.
Además de las 25 toneladas cargadas en el tráiler con destino a Holanda,
se han recuperado ocho más y numerosas herramientas para el tratamiento
del cable, como peladoras, trituradoras, cizallas, grupos electrógenos y
radiales. El supuesto cabecilla de la banda blanqueaba el dinero
procedente de la venta del metal comprando turismos de alta gama, según
el instituto armado. La operación realizada por los agentes del Servicio
de Protección de la Naturaleza ha contado con el apoyo de los técnicos
de la compañía de telefonía afectada.
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