La cúpula de la Agencia Tributaria
que tomó las riendas del organismo hace un año tras la llegada del PP
al Gobierno central ha decidido suspender los rastreos por las Rías
Baixas que realizaban inspectores de Hacienda desde 2005 para investigar
fortunas sin justificar relacionadas con el narcotráfico en la
provincia de Pontevedra. Este trabajo de campo en busca de bienes
ocultos de los narcos estaba incluido dentro del denominado Plan de
Residencias Suntuarias, una iniciativa que en estos años ha permitido
aflorar unos 100 millones de euros de patrimonio opaco procedente del
tráfico de estupefacientes. Uno de los próximos objetivos del plan era
Vilanova de Arousa, el ayuntamiento pontevedrés en el que su alcalde, el
popular Gonzalo Durán, denunció hace unos días que los narcos van a
cobrar el paro y ayudas sociales en coches de lujo.
Un portavoz de la Agencia Tributaria admite que los inspectores
encargados de esta labor a pie de campo y de cruzar sus hallazgos con
datos tributarios han sido apartados de las investigaciones, que ya solo
están en manos de los agentes de Vigilancia Aduanera, facultados para
las investigaciones de blanqueo. Las mismas fuentes oficiales defienden
que este cambio no supone una paralización de las pesquisas y que,
aunque se haya eliminado la etiqueta Plan de Residencias Suntuarias que
funcionaba desde 2005, los expedientes han pasado a formar parte de la
base de datos del organismo.
Ayudas sociales con coche de lujo
De los casos de Vilagarcía que desde el Plan Suntuarias pasaron a la fiscalía algunos ya fueron juzgados y otros están a la espera de juicio. Los casos de blanqueo y delito fiscal de clanes familiares como Los Abalos, Los Barroso Millán o Los Gerardos, o de Laureano Oubiña, Sito Miñanco y Luis Falcón, Falconetti, son ejemplos de que el plan funcionaba. Siguen en pleno proceso judicial los asuntos relacionados con José Ramón Barral, Nené, exalcalde del PP en Ribadumia, o el empresario y presunto narco Juan Manuel Vidal, El Burro. Sin embargo, otras 20 investigaciones patrimoniales de sospechosos de narcotráfico se encuentran paralizadas en Vilagarcía.El segundo objetivo del Plan Suntuarias fue Cambados, donde se hicieron 216 comprobaciones de las que 119 resultaron sospechosas. Las investigaciones comenzaron en 2007 y mientras 90 fueron remitidas al Servicio de Vigilancia Aduanera, los 29 casos restantes de inspección de Hacienda más llamativos han quedado en las carpetas, a la espera de que se ordene su reactivación y evitar que los delitos prescriban.
Vilanova de Arousa era el otro objetivo que ha quedado sin cumplir. Cuna de importantes clanes del narcotráfico como Los Charlines, que abrieron la puerta a otras organizaciones posteriores, los signos externos de riqueza se concentran en esta localidad de las Rías Baixas, por lo que Hacienda pretendía investigar su procedencia. El alcalde popular, Gonzalo Durán, acaba de anunciar que el Ayuntamiento va a investigar a quienes demanden ayudas sociales al constatar que algunos beneficiarios de subvenciones públicas hacen ostentación de un patrimonio que no se corresponde con los parámetros económicos exigidos para optar a estas plazas. Como presidente de la Mancomunidad do Salnés, Durán invitó a que el resto de los ayuntamientos de la comarca hagan lo mismo para evitar “esta burla” y apuntó a presuntos narcotraficantes como posibles demandantes de ayudas ante los servicios sociales.
Fuentes de la Agencia Tributaria estiman en más de 30 millones de euros las cantidades supuestamente defraudadas en los casos investigados que se han “cerrado en falso”, aunque la suma sería todavía más elevada si el Plan de Residencias Suntuarias se llevara a término sobre todos los patrimonios sospechosos que aún quedan por analizar en la costa pontevedresa.
La suspensión de este ambicioso rastreo impulsado por Hacienda en las
Rías Baixas, sin precedentes en el territorio nacional, ha dejado en
los cajones de los inspectores al menos 49 investigaciones abiertas por
blanqueo de dinero en Vilagarcía y Cambados, municipios donde se han
concentrado los primeros objetivos. La inmovilización afecta a
investigadores de la Agencia Tributaria y, en consecuencia, a la
Fiscalía Antidroga y de Delitos Económicos de Pontevedra que tienen
encomendadas las competencias en estos casos. La cúpula actual de la
Agencia Tributaria, a través de un portavoz, niega que se hayan podido
perder datos del trabajo realizado hasta ahora y que toda la información
se ha incorporado a los archivos digitales del organismo. “Toda la
información del Plan de Residencias Suntuarias ha quedado incorporada a
las bases de datos de investigación de Vigilancia Aduanera y está
demostrando ser una información muy valiosa”, señala el representante de
Hacienda, quien destaca que esos datos son consultados por los agentes
de Aduanas en cualquier investigación de blanqueo.
La medida coincide con el cambio en la dirección de la delegación de
Hacienda en Galicia en marzo del pasado año. Luis Rodríguez Díaz, hasta
esa fecha responsable de la agencia en Lugo, relevó en el cargo a Luis
Pazos, el promotor de estas investigaciones durante su mandato como jefe
de la delegación de Pontevedra y que impulsó a partir de 2008 cuando
accedió a la jefatura de Hacienda en A Coruña. El parón del Plan de
Residencias Suntuarias ha generado un enorme malestar en medios
judiciales y de la propia inspección de Hacienda donde llevan casi ocho
años dedicados a estas pesquisas. Fuentes no oficiales de la Agencia
Tributaria han confirmado que la decisión del nuevo delegado no ha sido
explícita, aunque “no ha mostrado el más mínimo interés” en que el plan
siga abierto. Esas fuentes se quejan también de que la nueva dirección
de la agencia en Galicia ha hecho caso omiso a las demandas sobre las
líneas de trabajo requeridas por los inspectores, dejando así en
suspensión la convocatoria de las reuniones que periódicamente se venían
realizando en la delegación de A Coruña. Fuentes de Hacienda
conocedoras del caso creen que la paralización de esta estrategia de
investigación, la primera de estas características que se implanta en
España, podría responder también a que algunos afectados por la
investigación se hayan acogido a la amnistía fiscal.
El Plan de Residencias Suntuarias analizó 400 posibles casos de
blanqueo sólo en Vilagarcía, aunque estaba diseñado para investigar
otros municipios costeros como Cambados, Sanxenxo o Vilanova de Arousa.
Analizando los patrimonios presuntamente sospechosos, en un primer
barrido, Hacienda detectó que 140 propiedades eran “congruentes”, o sea,
justificados con ingresos declarados, mientras 171 no lo eran, siendo
calificados de intrascendentes los 89 restantes. De estos primeros
informes se elevaron a la inspección un total de 74 expedientes en los
que se apreciaron indicios de delito, de los cuales ocho se remitieron
al Servicio de Vigilancia Aduanera, al tratarse de personas sin
antecedentes por narcotráfico, y 15 se elevaron a la Fiscalía de
Pontevedra.
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