Imitaban bolsos de conocidas y lujosas marcas con tal perfección que
el acabado final era prácticamente igual al original. Tan buena era la
falsificación que esta red, desmantelada por la Policía con 23
detenidos, había creado todo un mercado de clientes VIP que llegaban a
pagar hasta 400 euros.
Bolsos de imitación m" fabricados
por españoles y vendidos a clientes con alto poder adquisitivo previa
cita y con la máxima discreción, en palabras de la inspectora jefe de
Policía Mónica Dopico, que explica a Efe que la organización disponía de
hasta diez talleres con todo lo necesario para fabricar de forma casi
artesanal cada complemento.
Desde máquinas para el tratamiento
del cuero o las telas, que eran de primera calidad, hasta planchas para
obtener el logo de las marcas o el remache de los cierres. Ningún
detalle se les escapaba del modelo original, ya que incluso los bolsos o
las carteras falsificadas se vendían con un certificado de
autenticidad.
Dopico destaca que cada Louis Vouton, Loewe o Prada
rondaba entre 200 a 400 euros. Confeccionarlos, entre 50 a 100 euros,
según el modelo, en el que trabajaban de forma irregular y en unas
condiciones infrahumanas mujeres mayores costureras de toda la vida.
Era
lo único que contrastaba con el mercado exclusivo que habían montado
los dos principales socios. El cabecilla, que había heredado el
"negocio" de su padre, conocido por la Policía, controlaba la red desde
Valencia, el centro de operaciones, mientras que su lugarteniente era,
señala la inspectora jefe, "un buscavidas".
"Buscaba a clientas
aunque la venta se movía por el boca a boca, coordinaba el trabajo de
los talleres, la adquisición de la materia prima, cien por cien
española, excepto los abalorios que importaban desde China, asegura
Dopico.
Y es que la organización disponía para la exposición de
sus particulares "colecciones" de pisos clandestinos a modo de
"showrooms" donde, previa cita, acudían las compradoras, a las que
dispensaban un trato personalizado como si estuvieran en una tienda de
lujo. Algunas hasta encargaban un modelo concreto a través de catálogo.
Los
investigadores desconocen cuánto tiempo llevaban vendiendo de forma
fraudulenta los artículos, pero sí que podían haberse embolsado hasta un
millón de euros.
Fue precisamente una denuncia de un
representante de una conocida firma de marroquinería la que puso en la
pista a los investigadores, que averiguaron que una profesora de
universidad vendía bolsos de esa marca y que formaba parte de la red.
En
total han sido arrestadas 23 personas, 14 en la Comunidad Valenciana,
dos en la provincia de Barcelona, uno en Ferrol (A Coruña), otro en
Huesca, dos en Cádiz, uno en Tenerife y otros dos detenidos en Leganés
(Madrid).
Durante los registros efectuados, los agentes se han
incautado de maquinaria industrial para la confección, 66 pantógrafos y
planchas de grabado, 381 bolsos falsificados, 451 carteras falsas, 1.131
prendas textiles de imitación, 300 certificados de autentificación
falsificados, 1.250 euros en efectivo, y cientos de patrones de bolsos
de diseño, entre otros.
Los agentes especializados en delitos
contra la propiedad industrial e intelectual de la Brigada Central de
Delincuencia Especializada de la UDEV Central, adscrita a la Comisaría
General de Policía Judicial, realizaron el pasado año 307
investigaciones vinculadas a delitos de falsificaciones y piratería.
En
total, detuvieron a 924 personas, 726 por delitos contra la propiedad
industrial y 206 por hechos contra la propiedad intelectual.
Los
agentes intervinieron 4.350.983 efectos falsificados, como prendas
textiles (504.303); juguetes o artículos infantiles (301.433); joyería o
bisutería (131.906); calzado (39.831); perfumes (3.408); artículos de
fútbol (20.586) o CDs y Vds. (124.714), entre otros artículos.
0 comentaris:
Publicar un comentario