Uno de los intentos de fraude clásicos es provocar un siniestro -ya sea un accidente de tráfico o un incendio- para cobrar el dinero del seguro. De hecho, es tan clásico que, según el informe sobre el fraude al seguro español de ICEA los siniestros simulados son el tipo de estafa más común tanto en el caso de los seguros de automóviles como en el de los seguros diversos y de responsabilidad civil general. Los usuarios que deciden intentar estafar a su compañía de seguros de automóviles se deciden en un 17,9% de los casos por la simulación de un siniestro. Y lo hacen, sobre todo, fingiendo daños corporales, provocando a posta daños materiales en el vehículo e incendiando el coche para embolsarse la cantidad asegurada.
Con todo, en los seguros de automóviles la estafa más común es la de ocultación de daños o lesiones preexistentes a la contratación del seguro (en un 29,8% de los casos), y también tiene mucho peso las reclamaciones desproporcionadas (un 20,04% de los fraudes detectados intentaban llevarse más de lo que debían).
En el caso de los seguros diversos y de responsabilidad civil general, la simulación de siniestros sí que es el tipo de fraude más común, ya que es la causa del 22,7% de los casos de estafa detectados. Y este porcentaje es similar tanto en los fraudes descubiertos de pequeñas y medianas empresas (21,33%), de comercios (22,6%), de hogar (23,5%), de comunidades (20,2%) y de responsabilidad civil (23,7%).
Donde sí que cambia la tipología de fraude es en los seguros de vida, de accidentes y de salud. En este caso el tipo de fraude más común es el de ocultación o daño preexistente. Es decir, que los usuarios contratan el seguro sin desvelar que tienen una enfermedad anterior. Y eso ocurre en el 40,6% de los casos, siendo más común en los seguros de fallecimiento (un 44,5%) que en los de invalidez (43,7%).
Pero, ¿cómo averiguan las compañías aseguradoras que su cliente está mintiendo e intentando colarles un fraude? Pues, en el caso de los seguros de automóviles, los intentos de estafa suelen descubrirse al peritar o tramitar la reclamación (un 34,6%) o por la desproporción de los daños y lesiones (15,3%). Igualmente, las estafas en los seguros diversos y de responsabilidad civil son descubiertas principalmente al peritar (48,2%), aunque también al contrastar el relato del siniestro (17,4%).
Las cosas cambian en los seguros de vida y de salud, ya que en estos casos son los antecedentes del asegurado los que dan la clave de que está intentando defraudar a la compañía (un 24,3%). También da pistas importantes el hecho de que el usuario contratara el seguro o ampliara coberturas en fechas próximas al siniestro (20,2%).
Con todo, en los seguros de automóviles la estafa más común es la de ocultación de daños o lesiones preexistentes a la contratación del seguro (en un 29,8% de los casos), y también tiene mucho peso las reclamaciones desproporcionadas (un 20,04% de los fraudes detectados intentaban llevarse más de lo que debían).
En el caso de los seguros diversos y de responsabilidad civil general, la simulación de siniestros sí que es el tipo de fraude más común, ya que es la causa del 22,7% de los casos de estafa detectados. Y este porcentaje es similar tanto en los fraudes descubiertos de pequeñas y medianas empresas (21,33%), de comercios (22,6%), de hogar (23,5%), de comunidades (20,2%) y de responsabilidad civil (23,7%).
Donde sí que cambia la tipología de fraude es en los seguros de vida, de accidentes y de salud. En este caso el tipo de fraude más común es el de ocultación o daño preexistente. Es decir, que los usuarios contratan el seguro sin desvelar que tienen una enfermedad anterior. Y eso ocurre en el 40,6% de los casos, siendo más común en los seguros de fallecimiento (un 44,5%) que en los de invalidez (43,7%).
Pero, ¿cómo averiguan las compañías aseguradoras que su cliente está mintiendo e intentando colarles un fraude? Pues, en el caso de los seguros de automóviles, los intentos de estafa suelen descubrirse al peritar o tramitar la reclamación (un 34,6%) o por la desproporción de los daños y lesiones (15,3%). Igualmente, las estafas en los seguros diversos y de responsabilidad civil son descubiertas principalmente al peritar (48,2%), aunque también al contrastar el relato del siniestro (17,4%).
Las cosas cambian en los seguros de vida y de salud, ya que en estos casos son los antecedentes del asegurado los que dan la clave de que está intentando defraudar a la compañía (un 24,3%). También da pistas importantes el hecho de que el usuario contratara el seguro o ampliara coberturas en fechas próximas al siniestro (20,2%).
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