Hasta hace muy poco, los científicos admiraban la belleza de los patrones que ostentan escarabajos, mariposas y otros insectos, pero no lograban imitarlos. Esto se debe en parte a que los colores de sus alas y caparazones no se basan en pigmentos sino en el modo en el que la luz se refleja en estructuras microscópicas que tienen los insectos en su cuerpo.
Los investigadores Mathias Kolle, Ulrich Steiner y Jeremy Baumberg han estudiado una mariposa indonesia (Papilio blumei) cuyas alas están compuestas por estructuras microscópicas que recuerdan a los envases de cartón de los huevos. La estructura está compuesta por capas alternativas de cutícula y aire y eso es lo que produce los colores brillantes y únicos.
Gracias a la nanotecnología, Kolle y sus colegas han logrado copias estructuralmente idénticas que producen los mismos colores que las alas de esta mariposa. Kolle asegura que gracias a esta investigación “hemos desentrañado uno de los secretos de la Naturaleza. Y, aunque esta sea una diseñadora mejor, contamos con la ventaja de utilizar una gran variedad de materiales artificiales para mejorar las estructuras ópticas. De este modo se podrían usar estas estructuras para encriptar información en billetes, tarjetas de crédito y hasta pasaportes.”
Pero esta iniciativa, tampoco es nueva ya que aparentemente, esta mariposa tropical recurre a un truco similar para aparecer de un color ante sus depredadores y de otro ante posibles parejas. “Esta – de acuerdo con Kolle – podría ser una de las razones por las cuales algunos insectos hayan desarrollado colores únicos”.
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