29 de junio de 2017

Los pasaportes que ha falsificado el Real Madrid

Despues del fraude de 1400 millones de Castor, Florentino se cree impune, para hacer lo que le de la gana, pero la impunidad se va a acabar algun dia, y ese dia, ojalá sea hoy.
Los representantes del Madrid tendrán que declarar ante el juez sobre el caso Slaughter. Al menos ese es el trámite lógico después de que el jugador, investigado por el uso de un pasaporte falso para disputar laCopa del Rey y 13 partidos de la Liga ACB de la temporada 2014-15, señalara al club como suministrador del documento. Marcus Slaughter se desplazó desde Turquía –juega en el Darüssafaka– para testificar voluntariamente el martes, sin asistencia letrada, en el juzgado de instrucción número 27 de Madrid como investigado en un supuesto delito de falsificación documental. La Vanguardia ha tenido acceso a detalles de la declaración que resultan extraordinariamente comprometedoras para la entidad blanca.

El norteamericano utilizó un pasaporte falso de Guinea Ecuatorial para no ocupar plaza de extracomunitario. Guinea Ecuatorial es uno de los 69 países africanos, caribeños y del Pacífico adheridos al pacto de asociación con la Unión Europea conocido como Acuerdo de Cotonou, que permite a los jugadores participar como comunitarios. El mexicano Ayón y el argentino Campazzo ocupaban en las competiciones afectadas los dos puestos de extracomunitarios permitidos.
En sede judicial Slaughter atribuyó la idea y la responsabilidad de los hechos a Julián Aranda, que era su agente. El jugador, dijo, se limitó a entregar fotografías y el pasaporte de EE.UU. y de pagar 35.000 euros. En primera instancia aseguró que el Madrid no estaba al corriente de la tramitación de esa nueva nacionalidad, aunque después, a preguntas del abogado del Estado reconoció que fue “alguien del club” –sin precisar– quien le entregó el pasaporte. Los representantes legales del FC Barcelona, personado en el juicio como parte perjudicada deportivamente, incidieron en este detalle y Slaughter confirmó que el club estaba al corriente.
El jugador admite ante el juez que fue alguien de la entidad quien le entregó el pasaporte falsificado
La Vanguardia accedió a una copia del pasaporte falso de Marcus Slaughter que Julián Aranda denunció como extraviado. Sin embargo, el pívot manifestó ante el juez que el documento está en su posesión, por lo que el Barcelona ha solicitado que sea aportado a la investigación. No existe ninguna duda sobre su falsedad desde que, el 30 de noviembre del 2015, la embajadora de Guinea Ecuatorial en Madrid, Purificación Angué Ondo, remitió una carta al juzgado confirmando que los pasaportes de Slaughter y Andy Panko “no son legales, sino falsificados mediante métodos fraudulentos”. Panko, estadounidense que jugaba en el Fuenlabrada, disponía de una credencial ecuatoguineana con el mismo número (AA001696) que la de Slaughter, circunstancia que destapó el fraude.
Slaughter estuvo cuestionado, pero sus buenas actuaciones en la Euroliga –sin limitaciones por el origen– cambiaron la opinión del club. Una crónica de la época (febrero del 2015) describe el contexto: “Desde hace semanas se viene gestionando un pasaporte cotonou, concretamente de Guinea Ecuatorial, para que Slaughter pueda jugar también en competición doméstica. Un movimiento legal formalmente, pero que, una vez más, deja en evidencia que las normas restrictivas del marco de contratación acaban en papel mojado cuando clubs y agencias de representación se permiten el lujo de adquirir documentos que facilitan sortear las limitaciones establecidas”.
Existían evidencias de un fraude ético (adquisición de documentos previo pago) antes de que se materializara el supuesto ilícito penal (uso de documentación falsa). Pero los estamentos deportivos miraron hacia otro lado. El juez único de la ACB decidió archivar el caso argumentando que estaba judicializado y el Tribunal de Arbitraje Deportivo terminó desestimándolo en septiembre del 2016. Ahora Slaughter ha puesto luz en un asunto turbio y el Barcelona medita instar la declaración de dos cargos de la Federación para ver si estaban al corriente. La detención en diciembre de KC Rivers (ex del Real Madrid) y Mike James (ex del Baskonia) –puestos en libertad tras declarar– acusados de falsificar una nacionalidad de Guinea-Bissau denota la existencia de un fraude habitual.
Si en el caso Slaughter el juzgado encuentra delito, los autores se enfrentan a una pena de hasta dos años por falsedad de documento público. Pero no terminan aquí las consecuencias, porque la alineación indebida de Slaughter implicaría la adulteración de los resultados en las competiciones afectadas –el Barça perdió las finales de Liga y Copa contra el Madrid y el Valencia, por ejemplo, no pudo acceder a la Euroliga– y puede comportar la pérdida de los dos trofeos obtenidos de manera fraudulenta.

1 comentaris:

Anónimo dijo...

Qué país, qué país!!

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