Varios miembros de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Alcalá
de Henares han denunciado que en la romería de este año y del pasado a
la Aldea del Rocío se consumieron alimentos procedentes del Banco de
Alimentos y pertenecientes a Cáritas. En un comunicado sostienen que el
capellán de la hermandad y párroco titular de la parroquia de San Diego
de Alcalá de Henares, Matías Ares Martín, presuntamente, entregó en 2012
y 2013 a la hermandad estos alimentos para que su junta de gobierno los
utilizara, “sin ningún fin benéfico y con fines mercantiles, como
alimento para los hermanos que estuvieron en la romería”. El obispado de
Alcalá de Henares ha abierto una investigación.
Cada hermano abonó unos 350 euros por la estancia de cuatro días en
una casa alquilada en la Aldea del Rocío, que incluía la manutención.
“La comida se cargó en el camión sin que supiéramos que pertenecía a
Cáritas, nos dimos cuenta allí”, relata María Santos, una de las
integrantes de la hermandad desde el año 2011 y que este año acudió a la
romería con su hija pequeña. “Había de todo, aceite, atún, zumo, Cola
Cao, azúcar... y llevaban la etiqueta que decía que eran productos para
personas necesitadas. Yo me sentí fatal porque los estábamos usando
nosotros”, relata.
Este año, la hermandad había prescindido de contratar a cocineros por
la mala situación económica y se encargaban ellos de elaborar la
comida. “No fuimos muchos, solo éramos cuatro hermanos y los miembros de
la junta de gobierno”, explica Santos.
En ese momento no denunciaron nada. “Solo lo comentamos entre
nosotros, pero hasta ahí llegó”, comenta. Fue en la asamblea general de
la hermandad que se celebró en junio cuando expusieron lo que había
ocurrido ante la junta de gobierno y ante los demás miembros del grupo,
muchos de los cuales no habían acudido a la romería y desconocían lo
sucedido. “Nos abuchearon y empezaron a decir que eso no era cierto. El
párroco aseguró que con la comida hacía lo que quería, además se dijo
que los alimentos estaban a punto de caducar”, explica Santos.
La presidenta de la junta, Beatriz Sánchez Puerta, no quiere hacer
ninguna declaración al respecto. “Ni afirmo, ni desmiento nada. Solo
quiero decir que vamos a adoptar las medidas legales al respecto”, fue
lo único que ayer aseveró tras ser preguntada por la veracidad de la
denuncia de los miembros de su organización.
El obispado de Alcalá de Henares indica que ha tenido conocimiento de
esta denuncia en la que, presuntamente, se habrían obtenido beneficios
económicos por el cobro de alimentos procedentes del Banco de Alimentos,
y pertenecientes a Cáritas desde la parroquia de San Diego. Estos
habrían pasado directamente a las arcas de la Hermandad del Rocío de
Alcalá de Henares. Ante tal denuncia, el obispado ha encargado de
inmediato a la Vicaría General una investigación preliminar para
esclarecer los hechos.
Los denunciantes aclaran en su comunicado que no es su intención
“perjudicar a la Iglesia de Alcalá de Henares”. “Pero haríamos un flaco
favor a la misma si encubriéramos esta situación” que tachan, “como
mínimo, de escandalosa y vergonzante”. En el mismo escrito aseguran que
el obispado de Alcalá de Henares, “que ha hecho caso omiso de nuestras
peticiones hasta ahora, valore esta situación en su justa medida y actúe
dando muestras de su compromiso con los más desfavorecidos depurando
responsabilidades”.
El enfrentamiento se ha recrudecido y, al mismo tiempo, denuncian que
la junta de gobierno en funciones ha dado de baja de forma ilegal y en
contra de los estatutos a un número “indeterminado” de hermanos y que
“ha falsificado deliberadamente los expedientes de expulsión de dos
hermanos y ha convocado elecciones de forma ilegal”. Aseguran disponer
de un testimonio de un hermano al que el capellán negó el sacramento de
la comunión por “estar casado por lo civil”. Por todos estos motivos,
solicitan “el inmediato cese del capellán de la hermandad”.