27 de septiembre de 2013

el 25% de los fraudes en Internet provienen de ofertas de empleo falsas

Casi el 25% de los fraudes que hay actualmente en Internet provienen de las ofertas de empleo falsas, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco) facilitados por Adecco.

En concreto, las ofertas de trabajo falsas están especialmente diseñadas para obtener dinero, información financiera o información personal de candidatos que, posteriormente, será revendida a un tercero.
La directora de Marketing y Comunicación de la consultora de recursos humanos, Margarita Alvarez Pérez de Zabalza, destacó que "la desesperanza de miles de parados y el repunte del desempleo, han hecho proliferar las estafas relacionadas con las ofertas de empleo en Internet, donde en ocasiones las personas que buscan empleo se convierten en el cliente de las empresas estafadoras".

Busque empleo de forma segura

Adecco destaca que la "forma correcta" para buscar un empleo a través de Internet es hacerlo mediante web "fiables y oficiales" que garanticen la protección de los datos que se incorporen en las páginas de estas compañías.

"La búsqueda de un empleo exige tiempo, dedicación y esfuerzo, y antes de dejarse llevar por promesas u oportunidades laborales que no sean claras hay que asegurarse de que las ofertas provienen de fuentes y empresas fiables", indicó Alvarez Pérez de Zabalza.

Además, la consultora de recursos humanos recuerda que "no hay ofertas milagro" y que la mayor parte de las empresas solicitan siempre la experiencia o formación previa para inscribirse en una de sus ofertas de empleo y que debe ser motivo de desconfianza un salario "muy superior" a la media del mercado.

18 de septiembre de 2013

El mas tonto hace relojes

Se ha puesto en marcha una campaña de localización de fraudes mediante cámaras de microendoscopía en las urbanizaciones periféricas del municipio Alcarreño de Chiloeches (Guadalajara).

La técnica de la microendoscopia permite la detección directa de conexiones fraudulentas, realizadas antes del contador, con la posibilidad de conservar pruebas gráficas de la conexión ilegal. El sistema consiste en introducir, a través de la acometida a la altura del contador domiciliario, una microcámara de dimensiones reducidas para explorar la configuración de la tubería y detectar posibles desviaciones provocadas de corrientes de agua.

Partiendo de los datos proporcionados por el Ayuntamiento de Chiloeches, se han discriminado aquellos casos anómalos susceptibles de estar sujetos a irregularidades. Después, han iniciado la inspección de un total de 50 acometidas y han detectado siete fraudes que han sido reportados a la Administración, o sea un 15%. Y es que en Alcarreño de Chiloeches, el mas tonto hace relojes.

Se compra por Internet, llega en un sobre a casa

Pedro (nombre ficticio), madrileño y diseñador gráfico de 32 años, lleva días pendiente del correo. Escudriña las cartas de su buzón una por una, buscando un sobre que no está a su nombre. Finalmente, un jueves, recibe la carta indicada. La abre y ahí está lo que llevaba esperando durante días: dos gramos de cocaína envasados en una pequeña bolsa al vacío. “Esta calidad es prácticamente imposible de conseguir aquí en Madrid”, explica satisfecho.



Hace años que consume cocaína esporádicamente los fines de semana y, desde hace unos meses, apenas llama a su camello. Tal y como hizo antes con la ropa o con los libros, ahora las drogas también las compra en Internet. Lo hace en Silk Road (Ruta de la seda, en su traducción), una web con una estructura parecida a Amazon o eBay en la que, de más de 10.000 productos a la venta, 6.470 son estupefacientes. 

Un supermercado de la droga que hasta la fecha ha conseguido escapar de la justicia, ya que nadie sabe quién lo gestiona ni desde dónde opera, y en el que se puede comprar de todo: desde marihuana hasta pastillas de éxtasis, pasando por cocaína, heroína, LSD u otras sustancias.

Esta inmensa infraestructura que pone en contacto a consumidores y vendedores de droga de todo el mundo desde febrero de 2011 no deja de crecer gracias al boca a boca. Las ventas mensuales en el sitio rondan los 1,2 millones de dólares (900.000 euros) y existen unos 150.000 usuarios activos, según el único estudio sobre el tema, publicado en julio de 2012 por la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburg (EE UU). Nicolas Christin, experto en seguridad cibernética y autor del estudio, afirma que los productos a la venta aumentan continuamente. “Se han doblado los vendedores y los productos disponibles desde que publicamos el estudio”, explica.

¿Cómo consigue este supermercado online de la droga escapar de la justicia? La supervivencia de Silk Road se basa en dos factores. El primero es el navegador con el que funciona. Solo se puede acceder a través de Tor, un navegador que impide rastrear la dirección IP y que goza de gran popularidad entre los disidentes de países como China, Irán o Siria, en los que existen fuertes limitaciones a la hora de navegar. Curiosamente, este navegador fue impulsado y financiado por la Marina de Estados Unidos para proteger sus comunicaciones.

El segundo aspecto clave es el método de pago. En Silk Road no se paga con ninguna divisa al uso sino con bitcoins, una moneda virtual, encriptada e independiente de Gobiernos, bancos o empresas de procesamiento de pagos que está teniendo un enorme éxito en los últimos meses. Teniendo en cuenta las ventas mensuales en Silk Road, se calcula que actualmente es el sitio web en el que más se usa esta moneda.

Nadie sabe dónde está localizado el servidor de Silk Road, ni quiénes son sus administradores, que se embolsan por cada venta comisiones de entre el 6% y el 10%. Se estima que los creadores —o el creador— ingresan unos 92.000 dólares (68.000 euros) cada mes en este concepto: 1,1 millón de dólares al año (822.000 euros). EL PAÍS intentó contactar con los administradores pero no obtuvo ninguna respuesta. Los vendedores particulares tampoco son fáciles de rastrear: suelen desaparecer cada dos o tres meses y los productos rara vez están más de tres semanas a la venta. Un senador estadounidense, Charles Schumer, pidió públicamente a las autoridades en junio de 2011 que hicieran algo para acabar con la web. “Es el intento de vender drogas online más descarado que he visto en años luz”, declaró. Dos años después, sin embargo, la página sigue funcionando. “Hasta la fecha, se ha demostrado que los esfuerzos policiales para acabar con Silk Road han sido completamente en vano”, explica Christin. Fuentes de la Brigada de Estupefacientes afirman que están al corriente de que los bitcoins se usan para comprar drogas en Internet, pero no se pronuncian respecto a si conocen la web.

Correos ha detectado en lo que va de año 129 casos de envíos con droga en su interior. “Todos pasan por un escáner, pero en ellos no solo buscamos droga sino que es un protocolo de seguridad”, explican. “Cuando la policía tiene sospechas de que hay droga en un envío se hace un seguimiento hasta la entrega. En ocasiones a los agentes les interesa más saber quién recibe estos paquetes antes que interceptarlos”, remacha.

El éxito de Silk Road radica, según sus usuarios, en la calidad del producto. Los dos gramos que ha recibido Pedro por correo le han costado 190 euros, un precio bastante superior al que se pagaría en la calle por esa cantidad (entre 100 y 120 euros). Sin embargo, la mercancía comprada por este madrileño en Internet tiene un 87% de pureza frente al 40%-60% que suele tener la cocaína en España, según los análisis de Energy Control. “Al comprar directamente al productor, la droga viene sin cortar”, explica Pedro, sentado en la mesa del comedor de su casa mientras pesa la droga en una báscula digital. “Al fin y al cabo, sale rentable. Además, al comprar pequeñas cantidades tampoco es muy arriesgado”.

14 de septiembre de 2013

Una guía para que no te engañen

Hay quienes creen que no les pueden engañar porque ellos son más listos que nadie y, precisamente por eso, acaban engañándoles. “Por desgracia, no hay garantías [de que si estudias lo suficiente te puedas proteger de los estafadores]. No obstante, después de leer este libro, con su mayor conocimiento de los hechos y si aplica los principios de que hablamos aquí, estára en mucha mejor posición de protegerse usted y a sus seres queridos de los fraudes y el sinsentido”, advierte Robert A. Steiner (1934-2013) en Don’t get taken! (¡Que no te engañen! 1989). Ilusionista y escéptico militante, expone en esta obra las tretas de los timadores, categoría en la cual entran desde los trileros hasta los videntes y sanadores espirituales, pasando por los diseñadores de estafas piramidales y los falsos vendedores a domicilio.


En Don’t get taken!, Steiner da las claves para que intentemos impedir que nos tomen el pelo a través de ejemplos de varios timos, con especial atención a los relacionados con lo paranormal. Hay dos ideas claves que convendría grabarnos a fuego: una, que quienes caen en engaños no son necesariamente tontos; y dos, que conviene pararse a pensar ante lo aparentemente extraordinario antes de darlo por bueno. “Tómate el tiempo necesario para aplicar el sentido común a lo que te suceda”, recomienda el autor. Y añade que, si te hacen una propuesta sorprendentemente atractiva y te meten prisas, corre, porque seguramente hay gato encerrado.

El autor fue en 1982 uno de los fundadores de los Escépticos del Área de la Bahía, y resume en este libro décadas de experiencia  como ilusionista embaucando al público y desenmascarando a charlatanes como los cirujanos psíquicos, los adivinos y los sanadores por la fe. Incluye la demolición de creencias tan absurdas como que el grupo sanguíneo condiciona la personalidad, explica lo esencial de la lectura fría mediante la narración de encuentros con gente que creía, o acabó creyendo, que él tenía poderes paranormales y demuestra que basta con saber preguntar para que la pretensión de un supuesto vidente de haber ayudado a la Policía a encontrar un cadáver se derrumbe cual castillo de naipes. ¿Qué es saber preguntar? Simple y llanamente, pedir detalles. Entonces los aciertos de todos los adivinos se desvanecen.

“El único obstaculo entre tú y un millón de dólares son los principios”, le dijo un día su amigo Robert Sheaffer, autor de The ufo verdict: examining the evidence (Veredicto ovni. Examen de la evidencia. 1980). Y es que Steiner podía haber ganado mucho dinero de haberse pasado a El Lado Oscuro, pero prefirió luchar contra quienes se aprovechan de la buena fe y la ingenuidad de la gente. En 1986, por ejemplo, fue el coordinador de la operación en la cual un equipo dirigido por James Randi desenmascaró al reverendo Peter Popoff. El telepredicador hacía demostraciones públicas en las adivinaba las enfermedades de personas a quienes no había visto antes y les prometía la curación por intercesión divina. Randi, Steiner y sus colaboradores demostraron que Popoff usaba un pequeño auricular a través del cual su esposa le facilitaba información sobre miembros del público que había obtenido anteriormente. El episodio lo reprodujo el cineasta español Rodrigo Cortés en la película Luces rojas sin mencionar en los créditos su origen real.

Cómo blanquear un millón de euros en Gibraltar con una llamada de teléfono

Acabo de cobrar, es un decir, un millón de euros procedente del narcotráfico y deseo blanquearlo en Gibraltar. Le pregunto a usted, como experto en el tema, qué tengo que hacer.

-Es muy fácil. Basta con una llamada telefónica.

-¿Y a quién llamo?

-A cualquier abogado gibraltareño.

O a cualquier banco español. El procedimiento que se usa es el del corresponsal bancario. Tienes un millón de euros, descuelgas el teléfono y llamas a cualquier banco español. Le dices que quieres colocar un millón de euros en Gibraltar. Entonces viene un señor del banco a tu oficina, a tu empresa o a tu casa. Te coge el dinero y te da el recibo de la filial del banco en Gibraltar. Todos los bancos españoles tienen sucursales en los paraísos fiscales. Ese señor, ese corresponsal bancario, ingresa el dinero a su nombre. No al tuyo. Y esa operación figura en la contabilidad del banco como una operación que se hace entre la entidad española y el corresponsal de esa entidad española en Gibraltar, Jersey o donde sea. Figura como una operación interna del banco. Tú tienes el recibo, pero no figuras para nada. Y no te van a timar. Es así de fácil.
 

Quien ofrece esta cruda explicación de cómo blanquear capitales en el Peñón es José María Peláez, miembro y expresidente de la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado.
Si un juez o un inspector fiscal de otros países solicita a Gibraltar información sobre una cuenta bancaria del Peñón, puede obtenerla. Un juez o un inspector fiscal español, no Trabas a la información

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Gibraltar ya no es un paraíso fiscal desde 2009. En aquel año, mes de abril, el G-20 decidió permitir que países, principados y territorios se borraran de la lista de paraísos fiscales con varias condiciones. La más llamativa: que firmaran un acuerdo de intercambio de información bancaria con, al menos, 12 países. Gibraltar firmó más de 20 acuerdos de este tipo con otros tantos. Con España no. Para hacerlo, España habría de reconocer la soberanía del Peñón. Por tanto, si un juez o un inspector fiscal de otros países solicita a Gibraltar información sobre una cuenta bancaria del Peñón, puede obtenerla. Un juez o un inspector fiscal español, no. “Gibraltar nos deniega cualquier tipo de información”, resume Peláez. Él también recuerda que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero intentó en varias ocasiones llegar a acuerdos en materia de transparencia bancaria con el Peñón. Sin éxito. Se interpuso siempre el rocoso asunto de la soberanía. Una gran noticia para blanqueadores, narcotraficantes, proxenetas, políticos corruptos y una extensa laya de delincuentes de diverso plumaje.

“Cada paraíso fiscal tiene sus características. Está, digámoslo así, especializado”, comenta Peláez. “Gibraltar lo está en la creación de sociedades off-shore para permitir que propietarios españoles evadan declaraciones de inmuebles, operaciones financieras o plusvalías. Aunque se ha hablado, el [blanqueo de capitales procedentes del] narcotráfico no es la especialidad de Gibraltar”. Sin embargo, las irrelajables tensiones entre las autoridades españolas y gibraltareñas, exacerbadas en los últimos meses, pueden estar provocando un 'efecto llamada' a los narcos españoles para que se protejan bajo el paraguas gibraltareño. No es la primera vez. Ya lo advirtió en 2011, cuando el conflicto pesquero, la Asociación Unificada de la Guardia Civil. Y no sólo es cuestión fiscal o bancaria. A día de hoy, confirman a El Confidencial fuentes de la Policía española y la Guardia Civil, la cooperación de los bobbies gibraltareños con los cuerpos de seguridad españoles es nula. Por decirlo de forma eufemística.

El pasado 22 de agosto, la Unión Federal de Policía denunciaba que los agentes españoles que operan en la frontera del Peñón estaban siendo acosados y sometidos a video-vigilancia por los policías británicos.
El sistema de exigir 12 acuerdos de transparencia con otros tantos países para deshacerse de la condición de paraíso fiscal tiene sus trucos. De los que firmó Mónaco, por ejemplo, diez son con otros paraísos fiscalesTambién en otros países

En todo caso, José María Peláez advierte de que no sólo Gibraltar se sigue comportando como paraíso fiscal. Blanquear desde España el supuesto millón de euros con el que arranca esta crónica se puede realizar fácilmente en muchos países, principados y otros lugares. Por mucho que esté firmado el acuerdo de transparencia bancaria entre España y Andorra, por ejemplo, no es sencillo para un inspector de Hacienda o para un juez seguir el rastro de un dinero presuntamente delictivo. Peláez se reitera en el ejemplo de Luis Bárcenas: “Si un juez o un inspector están rastreando sus cuentas, por mucho acuerdo que se haya firmado, no se puede pedir nominalmente que te envíen las que tiene él o quien sea. Hay que dar el número de cuenta y justificar por qué se le está investigando. Además, todos estos países te agotan con tácticas dilatorias. Viven de eso. Ponen las máximas pegas posibles. Los jueces se quejan de que, entre otras maniobras, te requieren la aportación de los documentos originales. ¿Cómo va a entregarlos un juez? Además, cuando te los piden, ya han pasado siete u ocho meses desde tu solicitud. Y, después de otros siete u ocho, cuando reclamas, te dicen que vale, que puedes enviar copia de los documentos si están validados por un notario. Cuando lo haces, te demandan concreción en las fechas, y después te dicen que no pueden cursar la petición porque algún número o algún detalle es incorrecto. Así hasta que te agotan”, describe Peláez.

También advierte de que el sistema de exigir 12 acuerdos de transparencia con otros tantos países para deshacerse de la condición de paraíso fiscal, acordado por el G-20 y ratificado por la OCDE, tiene sus trucos. “De los 12 que firmó Mónaco, por ejemplo, diez son con otros paraísos fiscales”, advierte Peláez.

En la última cumbre del G-20, celebrada la primera semana de este mes en San Petesburgo, se aprobó una declaración de intenciones para que se automatice el intercambio de información bancaria; es decir, para que un inspector de Hacienda, un juez o un investigador pueda acceder a la información de todos los ciudadanos españoles en Andorra, Mónaco, Liechtenstein o Suiza. Peláez es más que escéptico en lo referente a su aplicación. Países como Austria y Luxemburgo, que mantienen el secreto bancario, se niegan a acatar la directriz hasta que sea universal. Hasta que la apliquen todos los países del mundo. Aun en ese caso, Gibraltar seguiría siendo el paraíso del blanqueador español. Salvo que ocurriera alguno de los siguientes milagros: que España reconociera la soberanía de Gibraltar o que Gibraltar se entregara a España. La posibilidad de una 'entente' diplomática entre España, Gran Bretaña y Gibraltar ya ni siquiera entra en la categoría de los milagros.

9 de septiembre de 2013

Estafa más de 190.000 euros en donativos haciéndose pasar por enfermo de cáncer

Un zaragozano que responde a las iniciales M.A.G.N. ha sido detenido acusado de estafar de forma continuada al menos a ocho personas —la Guardia Civil cree que pudo aprovecharse de otras cuatro—, haciéndose pasar por enfermo de cáncer. Según la Guardia Civil, de esa forma se hizo con más de 190.000 euros. No padecía tal enfermedad, pero durante dos años construyó esta falsa historia para obtener dinero. Todo empezó en septiembre de 2011, cuando contactó por internet con una joven que ofrecía un perro en adopción. Fue entablando amistad con ella y le comentó que padecía un cáncer de extrema gravedad, por el que necesitaba someterse a un trasplante de riñón en Houston (Estados Unidos).

La muchacha, sensibilizada por ese supuesto drama personal, se brindó a ayudarle en lo que pudiera. Contactó con una pariente que reside también en Zaragoza y que estaba muy sensibiliada con esa enfermedad por haberla sufrido también en su entorno. Ésta, a su vez, la comentó a otras cuatro amigas suyas, dos de ellas vecinas de Zaragoza y otras dos de la localidad de Ejea de los Caballeros.

El falso enfermo de cáncer se fue aprovechando de la solidaridad de todas estas personas, que le ayudaban con dinero. A veces se lo entregaban en efectivo; otras, mediante transferencia bancaria.

Una de ellas llegó a prestarle la vivienda de su madre, que había fallecido meses antes por un cáncer como el que decía tener el presunto estafador. Una vez en su interior, el acusado se llevó de esta vivienda joyas por valor de unos 3.000 euros, según informó ayer la Guardia Civil.

Para ganar tiempo, llegó a decir a sus víctimas que estaba a punto de hacer efectiva una abultada herencia. Ese argumento es, según las mismas fuentes, el que usó con otra persona de la que también se aprovechó. Persona, por cierto, que había mantenido una relación sentimental con el autor de los hechos entre los años 2007 y 2008. Tan convincente pareció ser, que esta persona vendió un piso que le habían donado y entregó todo el dinero que obtuvo de la venta —120.000 euros—, creyendo que lo recuperaría cuando el ahora detenido cobrara la supuesta herencia, que en realidad no existe.

En agosto, una de las personas que le habían ayudado empezó a sospechar, indagó y comprobó que le había mentido. Lo denunció ante la Guardia Civil el 23 de agosto. Finalmente, los agentes dieron con él. Tras su detención, fue puesto a disposición judicial y se ha decretado su ingreso en prisión.

De las investigaciones realizadas hasta ahora, la Guardia Civil calcula que ha podido estafar unos 193.000 euros a ocho personas. Pero los agentes creen que hay más perjudicadas, al menos otras cuatro personas.

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