30 de abril de 2011

Divorcios de conveniencia



El grupo Winterman, agencia de investigación e inteligencia, constata que en el último año han aumentado en un 30% las investigaciones a parejas morosas que se divorcian antes de declararse insolventes. Los investigadores son contratados por la empresa que quieren cobrar la deuda y su trabajo consiste en averiguar si el divorcio responde a causas reales o bien es un montaje para poder declararse insolventes.


Para Josep María Vilamajó, presidente de Grupo Winterman, los deudores recurren a este tipo de engaños para evitar perder su patrimonio. "Todos los bienes comunes y la casa familiar pasa a nombre de uno de los miembros de la pareja, el que no tiene deudas y entonces la pareja se divorcia con la esperanza que este truco sirva para no perder el patrimonio familiar". 

En Catalunya los matrimonios son en régimen de separación de bienes, pero en el resto de España, es en régimen de ganaciale, o sea todos los bienes son del matrimonio, por lo que con una deuda del marido, se puede embargar todo el matrimonio familiar.
El perfil de los que recurren a este tipo de estrategias para no pagar las deudas es el de un empresario que ha tenido que cerrar su negocio y con deudas superiores a los 60.000 euros.

Para Vilamajó el engaño funciona hasta que se demuestra que la pareja sigue funcionando como antes del supuesto divorcio. "Nuestro trabajo consiste en evidenciar que la pareja que supuestamente se acaba de divorciar sigue haciendo cosas normales de pareja como salir de fin de semana, ir a buscar a los niños al colegio juntos o mostrarse en público en actitud cariñosa".

En tiempos de crisis, puntualiza Josep María Vilamajó, los fraudes o intentos de fraude están a la orden del día y se llega a límites insospechables. Las simulaciones de robos y siniestros varios han aumentado también en los últimos tiempos.

25 de abril de 2011

Porque hacemos trampas ?

Deportistas que recurren al dopaje, financieros que construyen estafas piramidales, personalidades que copian… 
 
“¿Por qué hacemos trampas?” se pregunta esta semana el New York Times que echa mano de varios estudios recientes sobre psicología para obtener la respuesta: “porque la vida puede ser muy cruel”. La obsesión con la imparcialidad, con lo justo, puede llevarnos a ser deshonestos, a cometer pequeñas trampas cotidianas que compensen las que atribuimos a los demás. 
 
“En el competitivo mundo de “el-ganador- se-lo-lleva-todo” en el que nos movemos, hacer trampas se convierte en una cobertura frente a la otra sensación, más desagradable, de ser un zoquete”, concluye el diario.
 
Y en eso estamos, quién será el “zoquete” final de la crisis. En un editorial, el diario Le Monde señala a raíz de la notación negativa a Estados Unidos por su elevada deuda que “el mundo ha entrado en una nueva fase, en la que se juega el reparto del fardo de la crisis. Los Auténticos Finlandeses no quieren pagar por los griegos o los portugueses, los chinos por los americanos o los europeos, los contribuyentes por los bancos… La crisis no ha terminado y Standard & Poor’s nos recuerda que nos va a costar aún más caro. A todos”.
 
De momento, le cuesta a unos más que a otros: griegos y portugueses están hartos de que les señalen con el dedo. Seis ciudadanos helenos, según el diario alemán Handellsblat, han presentado una demanda “por difamación, libelo y denigrar los símbolos nacionales ” contra la revista alemana Focus y el periodista autor del artículo titulado “estafadores en la zona euro” que se ilustraba, en Febrero del año pasado, con una Venus de Milo haciendo una peineta. El Irish Times, en un reportaje desde Lisboa, recoge la reacción de un taxista que al conocer que la nacionalidad de su pasajero es irlandesa, le espeta: “ya sabe que nos llaman “pigs””. Un término acuñado por la prensa británica que, según aclara Le Monde, ha sido sustituido por el de “países periféricos del euro” después de las quejas de racismo y xenofobia formuladas, entre otros, por la prensa española.

Atracan un banco y les pillan por presumir en Facebook

Los presuntos atracadores, dos de ellos trabajadores del banco, presumieron en Facebook de ser "ricos", lo que hizo que la policía centrase sus investigaciones en ellos y terminase por detenerlos.

Los cuerpos de seguridad cada vez prestan más atención a las redes sociales a la hora de buscar pistas para la resolución de casos. Los usuarios no siempre son conscientes de que los contenidos que publican pueden ser de dominio público y dan a conocer actividades que no siempre son legales.

El último caso en el que las redes sociales se han convertido en una pista clave para una investigación se ha registrado en Houston. En un banco de esta ciudad de Estados Unidos se registró un atraco a un banco, efectuado por cuatro personas. El atraco se saldó sin heridos y con un robo de 56.617 euros.

Según informa el diario The Telegraph, la policía ha resuelto el caso gracias a Facebook. Dos trabajadores del banco Bank of Commerce, que sufrió el ataque publicaron en la red social un mensaje diciendo: "Somos ricos". La policía identificó el mensaje y dirigió la investigación en relación a estos dos trabajadores.

Después de realizar un seguimiento a estas personas, la policía ha procedido a su detención y las ha acusado de participar en el robo del banco. Los agentes, gracias al comentario de Facebook, han descubierto la implicación de los trabajadores en el atraco y han podido detener a dos personas más relacionadas con el caso.

Los detenidos no habrían podido justificar su comentario ni sus ingresos, que coincidirían con la suma sustraída del banco de Houston.

22 de abril de 2011

La contraseña perfecta

Lunes por la mañana. Accede a la banca on-line para consultar los movimientos en su cuenta. El interfaz del banco en su navegador le insta a teclear usuario y contraseña. Al cabo de unos instantes, decide consultar su correo en la web y repite los mismos pasos, para luego después animarse a comprar un libro en Amazon y... lo mismo. El uso de Internet está directamente vinculado a las contraseñas, la única barrera que defiende sus más preciados bienes de los ojos ajenos o el ataque de los hackers. Su uso, con todo, supone un mal necesario o, al menos, la solución menos mala entre las disponibles. No obstante, parece que las cosas van a cambiar. Así, a comienzos de año nos hicimos eco de la intención de los grandes por eliminar las contraseñas, una apuesta de futuro que por el momento no parece consolidarse. No sucederá lo mismo con los planes del Departamento de Comercio estadounidense, que cuenta ya con un calendario que pretende acabar con las contraseñas e incrementar la seguridad on-line.

La iniciativa gubernamental busca cambiar un sistema que está ya caduco. “El modelo usuario-contraseña está obsoleto. Deja a consumidores y organismos muy vulnerables ante un ataque”, afirma Gary Locke, Secretario de Estado de Comercio. La seguridad, como decimos, únicamente depende de estas dos variables: usuario y contraseña, y también de la habilidad del usuario de aplicarlas. Olvídese, por ejemplo, de utilizar fechas de nacimiento, cumpleaños o números de teléfono como passwords. Los hackers se las saben todas y cuentan con medios que hacen el trabajo sucio. Pero, frente a lo que pueda pensar, complicar la contraseña empeora aún más las cosas. Una contraseña compleja compuesta por símbolos, números y caracteres, a buen seguro que será difícilmente franqueable, pero tampoco podrá recordarla, con lo que tendrá que apuntarla en algún lugar y su seguridad estará, si cabe, más en entredicho.
En este sentido, los planes del gobierno norteamericano pasan por involucrar al móvil como método identificativo (algo que ya se emplea en algunos bancos para confirmar las transferencias), todo con el objetivo de reducir el cyber-fraude en aquel país. El asunto no es baladí: el año pasado fueron 8 millones de estadounidenses los afectados por robo de identidades, lo que supuso un costo total de 37.000 millones de dólares. Pero, ¿qué hacer mientras se da con un sistema más efectivo? Curiosamente, la solución viene con la sencillez: según podemos leer en ReadWrite, la fortaleza de una contraseña no reside en su complejidad, sino en el número de palabras que se encadenen. Así, descartando las claves complejas por poco fiables, si optamos por una palabra sencilla (por ejemplo “casa”), el hacker lo tendrá muy fácil y seremos presa fácil de un ataque. Pero si a “casa” le añadimos “verde”, y luego “soleada”, es decir “casaverdesoleada”, el suplantador necesitaría años para descifrarla siguiendo los métodos que habitualmente utilizan. ¿Cuántos años? El blogger Thomas Baekdal ha hecho números: el hacker necesitaría varias vidas para descifrarl

15 de abril de 2011

Bodas de conveniencia amañadas

Un poeta de Perú, un músico de Tarragona, dos camareros españoles, un estudiante de educación física, un misterioso “buscador” de esposa por amor y un argentino atlético y de “buen ver”. Son los candidatos para celebrar las denominadas ‘bodas blancas’, cada vez más habituales en España por la crisis económica y el flujo migratorio. Son emigrantes que ofrecen dinero para regularizar su situación y españoles/as que se ofrecen, previo pago, para casarse con emigrantes y hacerles el favor y ganarse un extra.

No nos fiamos del poeta e invitamos a Jordi, catalán de 28 años, a que nos cuente más sobre el trueque nupcial que ofrece por la red. Y responde: “¿Si hay algo de solidario en lo que hago? Pues no lo sé. Intento ponerme en el lugar de la otra persona y comprender su situación, pero mis motivos son económicos, la verdad. Mi situación actual es bastante mala, sin trabajo, etc. Pero bueno, esto no significa que con el tiempo no podamos llegar a ser buenos amigos. Nunca sabemos hacia dónde nos conducirá el destino”. Parece un chico sincero. Igual que Carlos, de Marcona, Perú. Le urge viajar a Europa. Se ha informado sobre las posibilidades para salir del Callao. Hay tres posibilidades: de turista, con contrato laboral o casándose. Asegura que el aspecto económico no supone ningún problema y que tampoco le cierra las puertas al amor. Por eso prefiere la tercera opción. Tres en uno.

El propósito de estos matrimonios celebrados en fraude de ley es el de adquirir de modo acelerado la nacionalidad española, lograr un permiso de residencia en nuestro país, que se les aplique el Régimen Comunitario y lograr la reagrupación familiar de terceros. Pero además hay otro motivo: “La crisis es mala para todos, por lo que nos vemos obligados a aparcar nuestro futuro sentimental, en favor de conseguir primero mi futuro profesional. Las casas hay que empezarlas desde abajo y no por el tejado. De qué me sirve formar una familia primero, si luego no soy capaz de llevarles un trozo de pan a la boca”, comparte con sensatez el catalán Jordi.

La gran mayoría de candidatos proviene de países de América. Según los últimos datos del INE (2004), por provincia de residencia del matrimonio, el mayor número se situó en Madrid (5.059), Barcelona (4.489), Valencia (2.536), Alicante (1.716), Málaga (1.424) e Islas Baleares (1.367). Siendo española la esposa y extranjero el esposo, los más llamativos fueron los contraídos con originarios de América (3.628), Europa (3.182), África (1.927) y Marruecos (1.098).

Cuando te casas por “complacencia” o por “conveniencia” se está cometiendo un delito, ya que estamos ante un matrimonio nulo por simulación. El extranjero no simula su voluntad de casarse –dado que sí desea hacerlo-, pero la intención que persigue no es la de fundar una familia sino adquirir con más facilidad la nacionalidad española y transcurrido un determinado tiempo, separarse. 

Así lo confirma Jordi vía correo electrónico. “Por 3.000 euros nos casamos, consigues los papeles y luego el divorcio corre de mi cuenta”. ¿Y qué ocurre si se descubre el fraude, como en la película protagonizada por Gérard Depardieu y Andy McDowell, Matrimonio de conveniencia? Para evitar imprevistos como la disolución inmediata del acuerdo o la repatriación del extranjero, ambos contrayentes deben preparar una entrevista. Conocer los detalles de la vida del otro y mantenerse tranquilos.

La entrevista se ciñe a un formulario bastante lógico, con preguntas sobre cómo se conocieron, cuánto tiempo de relación llevan, si conocen a sus respectivas familias, los hobbies e intereses de su pareja, en qué trabajan... Las preguntas que se le formulan al español son estas: Cuántos viajes has realizado al país de tu pareja; tiempo de duración de los viajes; fechas de los mismos; nombre del cónyuge; edad del cónyuge, etc.

La española Ana Flores tuvo que pasar la prueba después de casarse con su actual pareja, un estadounidense que vive en Nueva York. Aunque en su caso sí fue un enlace por amor, es un requisito obligatorio del proceso al ser ella extranjera en EEUU. “Las preguntas que nos hicieron fueron bastante normales: cómo nos conocimos, datos personales sobre la familia del otro (a él cómo se llamaban mis padres y a mí cómo se llamaban los suyos), fechas de cumpleaños, que contáramos un poco sobre el trabajo y los estudios del otro, dónde vivíamos (nos preguntaron sobre el barrio, para ver si efectivamente estábamos viviendo en la misma casa)”. También les pidieron que llevaran fotos de la boda, de algunos viajes y “pruebas” de que efectivamente, llevaban una vida en común.

En este sentido, la Ley es clara. Puede considerarse fraudulento, según la Resolución del Consejo de 4 de diciembre de 1997: “El matrimonio de un nacional de un Estado miembro o de un nacional de un tercer país que resida regularmente en un Estado miembro con un nacional de un tercer país, con el fin exclusivo de eludir las normas relativas a la entrada y la residencia de nacionales de terceros países y obtener, para el nacional de un tercer país, un permiso de residencia o una autorización de residencia en un Estado miembro”.
En nuestro Ordenamiento Jurídico existe una presunción a favor de que el marido y la mujer viven juntos, sin embargo, esta Instrucción de 1991 a fin luchar a posteriori contra los matrimonios de conveniencia impone al casado con español la carga de acreditar tal convivencia. Por ello, el Encargado del Registro Civil ha de indagar acerca de la certeza de una convivencia efectiva del matrimonio, visitando el domicilio sin previo aviso, por ejemplo.

1 de abril de 2011

El Bundesbank sufre una estafa de 20 millones de euros

En lugar de reciclar el material con el que estaban hechas, reciclaban directamente las monedas. Estafar es más rápido y, sobre todo, mucho más lucrativo. Más de veinte millones de euros, según la fiscalía de Fráncfort, logró reintroducir en Alemania una trama mafiosa que arreglaba en China monedas inutilizadas de uno y dos euros procedentes de Europa. Una vez puestas a punto ilegalmente en Asia, cuatro azafatas de las líneas aéreas Lufthansa las traían de vuelta en avión y las cambiaban por billetes en las dependencias del Banco Central Alemán (Bundesbank).

La estafa comenzaba ya con la compra por parte de una banda organizada de la chatarra de monedas desmontadas que el Bundesbank ponía a la venta para el reciclado del metal de las monedas desechadas, que suponen varias toneladas al año. Los compradores de las monedas desmontadas las enviaban seguidamente en cargamentos declarados como chatarra a China, donde se volvían a montar y se preparaban para su retorno a Alemania en envíos que no superaban los 10.000 euros, el máximo no declarable ante las aduanas germanas.


El diario Bild habla hoy a toda plana de supuestos "cómplices en el Bundesbank", extremo desmentido por la Fiscalía alemana a este periódico. Sobre la procedencia asiática de la estafa, los fiscales de Fráncfort consideran que "es de sospechar", porque "de los seis detenidos, cuatro son chinos". Tienen entre 28 y 45 años.

Era un negocio redondo como las propias monedas. Una vez se consideran demasiado usadas, estas se inutilizan y se subastan en Europa como chatarra para el reaprovechamiento del metal. Los falsos monederos las compraban a peso, pagando por cada moneda sólo el valor intrínseco del metal, obviamente mucho menor que su antiguo valor nominativo de uno o dos euros. En China les devolvían el valor nominativo arreglándolas una por una.

Las azafatas las devolvían a Europa en su equipaje de mano en cantidades de menos de 10.000 euros, para evitar tener que declararlas en la aduana. Que el negocio ilegal marchaba viento en popa quedó demostrado con las tres toneladas de chatarra numismática que encontró ayer la policía en sus registros en Fráncfort, Offenbach, Fulda y Mörfelden-Walldorf.

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